sábado, 25 de mayo de 2013

JERÓNIMO VAN AKEN, AKA EL BOSCO. PARTE DOS DE NO SE SABE CUÁNTAS

Continuemos la serie de posts  sobre este extraño pintor y sus extraños cuadros medievales. Hoy toca hablar de sus primeros escarceos pictóricos y la génesis de su peculiar idiosincrasia.
 
Obras tempranas
Los estudiosos serios del Bosco, porque haberlos haylos, sitúan los inicios de su arte en el llamado estilo holandés, que consiste básicamente en pintar a Jesucristo en sus momentos de más agobio, por ejemplo cuando le crucifican. O bien retratan al Hijo de Dios en sus años mozos o en el momento de su Nacimiento. El Bosco nació con Nacimientos: y en su Epifanía (que puede verse en el Philadelphia Museum of Art) no hay rasgos de estilo que la diferencien de similares Nacimientos Crísticos realizados por autores flamencos, brabantinos, belgas o franceses. Si acaso, se aprecia un uso todavía inexperto de la perspectiva.
 
Es en escenas mucho más crueles (y éste es un aspecto significativo) donde Jerónimo novato muestra lo mejor de sí mismo. Sobre todo en su Ecce Homo (óleo sobre tabla que podemos admirar en una galería de Fráncfort). Esta pintura representa el momento en que Poncio Pilato ofrece a Cristo a lo que podría llamarse la chusma o la turbamulta, tal y como podemos leer en los Evangelios. El Mesías muestra evidentes señales de violencia, y la chusma es un conjunto de viles personajillos ataviados con una extraña indumentaria, que parece oriental. El propio Pilato se cubre la testa con una especie de turbante fofo y su rostro gordinflón y coloradote hace pensar en un tío abuelo que ha bebido de más en la cena de Nochebuena. Unas inscripciones latinas dibujadas en filigrana sobre los muros nos permiten asistir al diálogo entre Pilato y la turbamulta, como si de un primitivo cómic se tratase.

Ecce homo, óleo sobre tabla, 75x61 cm
Fuente: Wikipedia
 
Poncio Pilato dice: ecce homo (es decir, "he aquí al hombre") y la mal encarada muchedumbre contesta crucifige eum ("crucificadlo"). Dato curioso: Jerónimo pintó unas figuras vestidas con hábito monástico en la esquina inferior izquierda, que luego sobrepintó por alguna razón, aunque conservando su discurso: salve nos Christe Redemptor: "sálvanos, Cristo Redentor". En la ciudad gótica que vemos al fondo ondea la media luna musulmana, lo cual redunda en la intención del autor de aludir al tenebroso poder del Turco (que en aquella época contralaba todos los lugares sagrados de la cristiandad en el Oriente y andaba por su tercer o cuarto ciclo expansivo), junto con las inusuales vestimentas de los implicados. También encontramos una de las primeras muestras de simbolismo en la obra de Jerónimo: una lechuza que atisba desde un ventanuco y un enorme escuerzo que decora el escudo de un soldado son manifiestos emblemas del Mal conocidos por cualquier contemporáneo del Bosco. Un poco como la cruz gamada en nuestros tiempos.
 
Escenas como la de la chusma que quiere hacerle pupa a Cristo y las epifanías son abundantes en los manuscritos iluminados (aquí iluminado quiere decir ilustrado) holandeses de la misma época, por lo que resulta que Jerónimo se dedicó a copiar estas cosas en otro formato, el óleo sobre tabla. Una característica muy curiosa tanto de manuscritos como de pinturas de este período es la sumamente gráfica descripción de la maldad humana que se hace en ellos. Los holandeses sabían cómo transmitir malevolencia con esos perfiles crueles: bocazas abiertas con escasos dientes, papadas, arrugas, tatuajes, ojos vacuos o llenos de odio.
 
Hacia el final de su etapa primera Jerónimo comenzó a sentirse más cómodo y empezó a introducir en sus creaciones esos elementos inquietantes tan propios de su arte. Tal cosa se pone de manifiesto en un óleo que se ha conservado bastante mal, desgraciadamente: se titula Las bodas de Caná y se conserva en un museo de Róterdam.
 
Las bodas de Caná, óleo sobre tabla
Fuente: epdlp
 
La referencia más útil a la hora de juzgar la obra es una de las múltiples ilustraciones que Soudenbalch o alguno de sus numerosos discípulos hicieron para las Biblias iluminadas holandesas. En muchos evangelios de San Juan los holandeses gustaban de mostrar los alegres acontecimientos que se dieron en una boda en la antigua Galilea, y cierto problemilla con el vino, recurriendo al humor: está claro que es debido a la prisa con la que los beodos se trasiegan las ánforas de vino que Jesús el Redentor tiene que multiplicarlas. Pero en el óleo del Bosco no hay nada cómico. Ambienta el episodio en el interior de una posada o taberna, lugares que en el pensamiento escolástico medieval no eran los más adecuados para las almas puras y buenas. La idea de que hay algo turbio en todo esto queda reforzada por:
  • El gaitero borracho de la esquina superior izquierda, que parece reírse de los circunstantes.
  • Dos diablillos (quizá los primeros monstruos del averno que pintó el Bosco) que surgen de la nada, como invocados por un hechizo maligno.
  • Uno de los platos contiene un cisne, símbolo común de la pagana Venus, y por tanto, de la lujuria.
  • No faltan la lechuza y el sapo, tándem que ya sabemos que se asocia con el mal.
  • En otro de los platos se sirve una cabeza de jabalí que curiosamente escupe llamas por la boca, símbolo oscuro de la incontinencia o quizá la gula.
  • Muchos invitados, más que contentos, parecen estar borrachos como cubas.
  • Y lo que es peor: dichos invitados parecen ir a los suyo, a la juerga y la francachela, sin prestar atención ni a los contrayentes ni al Mesías.

Además, en la composición que vemos al fondo un extraño personaje (quizá el dueño de la taberna, quizá un trasunto de Luzbel) señala un surtido de enigmáticos objetos que atestan una alacena, objetos que nadie sabe muy bien a qué cosa (seguramente maligna) pueden hacer referencia. En resumen, uno no puede menos que preguntarse qué pintan los dos solemnes e hieráticos novios y Jesús H. Cristo en lo que se intuye que es una francachela diabólica.
 
Un cuadro medieval merece una interpretación medieval. De este modo, el tapiz que vemos tras Jesús se solía colocar en las bodas tardomedievales de postín como acompañamiento visual de la novia. Si el novio es Juan el Evangelista (tal como se explica en los Evangelios con respecto a este episodio), la intención primera del cuadro es exaltar el valor cristiano de la castidad, ya que es Jesús quien actúa como "novia" (en el plano espiritual) del esposo. Por otro lado, la ambientación sinuosamente satánica que acompaña a tan piadoso sentimiento indica todo lo contrario: una lujuria desmedida. Y parece claro que Jerónimo prefiere centrarse en esto último: aficionado a las dicotomías, nuestro pintor muestra que opta siempre por denunciar el lado malo, el lado oscuro del alma de los hombres. Siempre será así: como veremos, en sus obras más famosas el Cielo aparece casi vacío y el Infierno tan atestado que su contenido se desborda sobre la tierra...
 
 
 


viernes, 24 de mayo de 2013

¡ENCUENTROS CON CASUARIOS POTENCIALMENTE LETALES!

Estaba mirando el bordoneo de un enorme mosquito anófeles y pensando en la Familia Real española el otro día cuando una idea irrumpió en mi mente con la fuerza de un obús: ¿son peligrosos los casuarios? Inmediatamente lo dejé todo y me abalancé sobre el ordenador en una búsqueda épica de fuentes fiables sobre ataques de casuarios. Una búsqueda de cinco minutos. Para que vean el nivel zarrapastroso de esta bitácora en línea de mierda.
 
Punto primero: ¿qué hostiejas es un casuario? Bien, son pájaros, pero no en el sentido que todos ustedes piensan. Son pájaros no voladores, de la misma familia evolutiva que los emúes, y tienen esta pinta:

Grñek
Fuente: Tetrapod Zoology
Imaginaos un pavo de metro y medio o más de altura (hay hembras que alcanzan los dos metros), con plumaje negro que puede acabar en unas fibras pilosas, cuello largo azulado, una cabeza con un gran pico pugnaz rematada por un casquete córneo (que el animal usa posiblemente para abrirse paso a topetazos por la selva tropical que es su hábitat) y lo más terrible, unas patas largas y pollunas rematadas por tres dedos con uñas afiladas (la uña del dedo central puede alcanzar los diez centímetros, lo que se acerca a la categoría de puto cuchillo). Animales extremadamente territoriales, viven en parejas monógamas y se alimentan de cualquier cosa que pillen, sea un fruto o una lagartija. Eso es un casuario, uno de los seres más extraños que habitan ese rincón estrafalario del mundo que es Australia y Papúa Nueva Guinea repartidos entre tres subespecies prácticamente idénticas. En líneas generales, y con un poco de imaginación, hace pensar en un ser prehistórico, en un dinosaurio incluso. Pero, ¿debemos temer al casuario?

Al contrario que los emúes, cuya amabilidad y buena disposición ha conllevado su exterminio a manos de la raza humana; o de los avestruces, que confían en su velocidad para huir de los problemas; o de los pingüinos, que se refugian en latitudes heladas y hostiles para el hombre, los casuarios parecen ser capaces de defenderse. En este estudio realizado por un señor del Servicio de Parques y Vida Salvaje de Queensland se pone de manifiesto que, aunque este ave áptera no es proclive a atacar sin provocación, tampoco es que se corte mucho. Ciertamente, tal y como podemos leer en el resumen del estudio, contrariamente a la creencia popular, hacer jogging no incita a los casuarios a atacar (la traducción es mía): podemos respirar tranquilos. Pero lo cierto es que se han registrado unos 200 ataques de casuarios a seres humanos, uno de ellos con resultado de muerte. No hay cifras sobre la cantidad de casuarios que han sido asesinados por humanos, pero me temo que será un número jodidamente mayor.

Lo del jogging tiene una explicación. Antes se creía que un corredor producía un ruido muy similar al de un casuario atravesando la espesura: este ruido rítmico podía ser considerado como una provocación territorial por parte del casuario que dominara el lugar, y ello podía llevar a la criatura a hacer valer su predominio. Los casuarios no ven muy bien, así que... Pero no, no hay constancia en los anales zoológicos de que un casuario haya perseguido hasta la muerte a un talibán de la vida sanota.

¿Quieres bronca, hijo de puta?
Fuente: Enviromental Graffiti

¿Cómo ataca un casuario? Puede hacerlo de cuatro formas principales: a) Saltando y arreando patadones; b) Dando golpetazos con su casco de hadrosaurio;  c) Picoteando la carne expuesta y d) Arañando con las patas. Según los informes, estas acciones pueden conllevar severas laceraciones  y quebrar huesos, por lo que no se trata de una broma. La mayoría de las lesiones graves se producen cuando la persona ha caído al suelo debido a una carga del casuario (puede alcanzar los cincuenta kilómetros por hora y saltar más de tres metros), como ocurrió en la única muerte por casuario de la que tenemos constancia. Se trata del mundialmente conocido (entre los expertos en casuarios) caso McLean, ocurrido en 1926 en Queensland. El estudio no menciona otras muertes, y aduce que las informaciones sobre niños o perritos eviscerados por casuarios son mitos sin  base documental.

Muy bien, entonces ¿qué convierte a los casuarios en seres hostiles a la integridad de la vida humana? Tal como pone de manifiesto el estudio, en ocasiones se trata de mera autodefensa (como desgraciadamente fue el caso del niño McLean) o defensa de los polluelos o huevos, pero la gran mayoría de ataques de casuarios están relacionados con el papeo. En las zonas donde la convivencia entre ambas especies (personas y casuarios) es habitual, muchas personas acostumbran a proveer de alimentos a los pájaros. De esta forma, los casuarios piensan inmediatamente en comida cuando ven a un humano, y si observan que no van a recibir alimento, es posible que se cabreen y la emprendan con el pobre capullo. Hay evidencias de que la costumbre de dar de comer a los casuarios los haya vuelto más interesados en los humanos y consiguientemente más agresivos cuando sus demandas de comida gratis no son atendidas. Cosa curiosa, ya que lo que en otros animales salvajes (como por ejemplo, los zorros) aumenta su confianza hacia la gente y los vuelve más amables, en los casuarios parece tener el efecto contrario: azuza su mala leche.

Una típica señal de carretera en lo que es Queensland, Australia
Fuente: Environmental Graffiti

Los casuarios no sólo atacan a las personas. También son capaces de perseguir y golpear vehículos si sospechan que en su interior hay comida, y hay informes de casuarios dando topetazos a las puertas de una vivienda o incluso entrando de un salto por una ventana cerrada, quizá (explica el informe) atraídos por el reflejo de los cristales o de la televisión. Y por cierto de que no les gustan los perros ni los dingos (seguramente porque los perros cazan casuarios), ni tampoco los gatos (los destripan en cuanto tienen oportunidad porque los mininos domésticos no hacen ascos a los huevos de casuario) y, en una ocasión, un casuario mató a un caballo. En cautividad, estas aves suelen comportarse bien siempre que no les dé la venada: en un zoológico llamado Santuario Corrumbin (Queensland) un casuario hembra encorrió y mató a patadas a un wallabie y a un ibis. No se sabe por qué ocurrió esto último: misterios de Mamá Natura.


Casuario cinturón negro séptimo dan haciendo una demostración
Fuente: Tetrapod Zoology
Y esto es todo sobre la letalidad de los casuarios. Lo que debería preocuparnos no es que estas maravillas del creador a veces se porten mal, sino que están en la Lista Roja de la UICN como especie en riesgo severo de extinción. El mundo es un lugar mejor si estos dinosaurios rebotados continúan en él.

viernes, 17 de mayo de 2013

OH, ESOS MEMES DE INTERNET

En 1930 el pintor norteamericano Grant Wood expuso en el Instituto de Arte de Chicago una pintura suya llamada American Gothic. Aún sigue expuesta allí:
 
Fuente: Pa lo que hemos quedao
Seguro que os suena, porque además de ser una de las pinturas más conocidas y reconocibles del arte estadounidense, es también una de las más parodiadas de la historia. La composición del cuadro es ideal para ello: dos figuras en primer plano, solamente es necesario intercambiarlas con cualesquiera otras que nos salgan de la chorra, y ya tenemos la risotada asegurada.O no. Lo cierto es que Wood quería mostrar con esta imagen cuán dura y responsable y protestante era la gente de su tierra, Iowa. Como modelos escogió a su hermana Nan para la señora que mira a otro lado con gesto adusto, y a su dentista, el doctor Byron McKeeby, para el escalofriante hombre delgado de la horca que nos mira con fijeza. Quizá por el nombre que le puso al cuadro ("gótico americano") la intención original del autor se ha diluido, y ahora muchos comentaristas se recrean con lo que el cuadro tiene de siniestro. Por ejemplo, Antonio José Navarro, en un artículo que escribió para el libro American Gothic. Cine de terror USA (1968-1980), no duda en admitir que el lienzo resulta inquietante. Es verdad: sobre todo por el gesto nada tranquilizador del dentista granjero: da la sensación de que va a utilizar el apero de labranza en nuestras tripas en cualquier momento. Quizá se deba a que nosotros, modernos espectadores de películas de cochambroso horror protagonizadas por paletos caníbales del Medio Oeste profundo, tenemos arraigados prejuicios al respecto (¿acaso la casa de madera que se ve en el fondo, de un estilo típico de la zona y la época llamado carpenter gothic, no recuerda a la casa de Norman Bates en Psicosis?). Pero de ahí a afirmar que "para Wood, la pureza original de los pioneros se ha transformado en monstruosidad" e insinuar que la relación entre ambos protagonistas del cuadro es incestuosa va un abismo.
 
El cuadro y sus modelos. Sí, el dentista da mucho yuyu
Fuente: kottke
Pero sea como fuere, American Gothic se ha transformado en pasto para los graciosos de Internet armados con programas de manipulación de imágenes (hola, Photoshop) y tiempo libre a espuertas. Han convertido una sentida obra de arte, que utilizaba la técnica retratista de los antiguos pintores flamencos para mostrar una emocionada oda a los ancestros del autor, en un puto meme. Aquí viene un repaso no exhaustivo de todos los chascarrillos que probablemente hacen que Wood se retuerza en su tumba (todos ellos han sido recopilados por los frikis de Night of the Living Trekkies, así que a ellos corresponde el mérito de esta entrada):
 
Desde luego, la obra sirve muy bien para el chiste político: aquí tenemos el "Yeswecan Gothic":
 
 
Ahora los zombis están de moda. Muchos nos divertimos de lo lindo viendo cómo cadáveres andantes van por esos mundos de Dios devorando carne humana, y hay una avalancha de libros, películas, cómics, series, tazas y toallas que ayudan a saciar nuestro apetito. ¿Por qué no meterlos en el cuadro, obteniendo un "American Zombie Gothic" de lo más cuqui? Hay muchas versiones, pero en ninguna falta el cerebro pinchado en la horca:
 
 
Otros especulan con qué pasaría si al granjero se le dejara hacer lo que desea con la susodicha horca. Algunos piensan que pasaría esto, con erótico violento resultado:
 
 
Es habitual colocar a los protas de famosas series televisivas en el lugar de nuestros granjeros de Iowa. Aquí tenemos a los "American Matt Groening's Gothic":
 
 
O "American Big Bang Theory Gothic":
 
 
¿Y qué ocurre con el universo de Star Wars? ¿No hay ningún meme relacionado, siendo como es de lo más socorrido por los incansables generadores de memes de internet? Pues claro que sí, amigos. Les presentamos diversas variaciones del gran tema "Imperial Gothic":
 
 
 
 
La saga hermana-enemiga, Star Trek, tampoco se queda atrás. Dos ejemplos entre billones de "Federación estelar gótico americana":
 
 
 
Caray, y no nos podemos olvidar de otras películas y cómics adorados por la audiencia occidental. Espiguemos un poco entre todo el mogollón. Èste es el mejor de todos bajo mi punto de vista:
 

 
¡Valdría para póster de El Resplandor y todo! Sigamos con una cariñosa alusión a otro querido personaje de nuestro imaginario (y a su compinche):
 
 
El Joker pintado estilo Brian Bollard en La broma asesina: eso es nivel. Ya que estamos, hay incluso una parodia del cuadro con motivos lovecraftianos:
 
 
En efecto, el meme muestra a todos los personajes principales de El horror de Dunwich con gran economía de medios: los tres Whateley, incluyendo al caprino Wilbur, sin olvidarnos de los pájaros psicopompos que cubren el tejado del granero... donde suponemos que aguarda el hermano que falta. ¡Iä iä! ¡Yog Sothoth! Ejem, y ya para terminar, lo inevitable: ¡los putos cliks de famobil no podían faltar!:
 
 
En fin, ya es más que suficiente. Gracias al señor que existes, Internet: sin ti no sería posible que los destalentados fuéramos plenamente felices.
 
En el Louvre nadie podrá escuchar tus gritos
 
 

jueves, 16 de mayo de 2013

CÓMO VENDER UN MEDICAMENTO Y NO PERDER PASTA EN EL INTENTO

Hola, amiguetes. Os invito a que hagáis un ejercicio de imaginación: no os desaniméis si os resulta una entrada muy larga, os prometo que nos lo vamos a pasar a bien. Y además puede que os resulte útil. Uno de los objetivos de esta bitácora es colaborar humildemente en el desarrollo de las personas humanas en todos los ámbitos de la vida. Todos tenemos que poner nuestro granito de arena, estamos todos en el mismo barco, etcétera. ¿Hay algo más importante que conseguir la felicidad? Yo diría que no.
 
Hoy hablaremos de cómo hacer un ensayo clínico que nos ayude a vender un medicamento. Para ello imaginemos que somos los directivos de la empresa farmaceútica Pastillaka, Sociedad Anónima. Y supongamos que nuestros investigadores han descubierto una molécula, la humoína. Resulta que los hipotéticos químicos de nuestra empresa tienen la sensación de que la hipotética humoína tiene efectos positivos a la hora de controlar las arritmias en pacientes afectados por problemas cardiovasculares. Han hecho unos cuantos ensayos en animales y han comprobado que tiene efectos positivos en el control del ritmo cardíaco de perros, ratas y tocinicos. Lo cual es maravilloso. ¿Maravilloso porque puede ser un compuesto que ayude a los médicos a controlar la tensión de sus pacientes, evitando así molestias, padecimientos e incluso la muerte por infarto de los mismos? Bueno, sí, pero sobre todo porque si patentamos la molécula y logramos que los organismos reguladores de la industria nos permitan sacarla al mercado con un nombre pegadizo, tendremos un plazo (que suele ser de dieciocho años en la mayoría de los países) en el que podremos venderla en exclusiva. Pasado ese plazo la fórmula pasa a ser de dominio público y cualquiera con la capacidad suficiente puede sintetizarla, encapsularla y venderla como un genérico por cuatro euros. Y si convencemos a los médicos para que receten la humoína, podemos ganar un montón de billetes. ¿No es eso un poco mercantilista?, puede que os preguntéis algunos. No: somos Pastillaka, Sociedad Anónima. Tenemos accionistas a los que hemos prometido beneficios. Santa Teresa de Calcuta juega a otra cosa, amigos.
 
Sería estupendo si simplemente se pudiera hacer una pastilla y sacarla a la venta en la buhonería sin más historias, pero la gente es muy tiquismiquis: los organismos reguladores, como la FDA en Estados Unidos y la EMA en Europa, solicitan a las empresas farmaceúticas una serie de pruebas y ensayos clínicos en los que se demuestre que el nuevo producto a) no tiene efectos secundarios graves y b) es mejor para el tratamiento de la afección que un placebo (es decir, una sustancia neutra sin el principio activo que encierra nuestra molécula: generalmente es una pastilla de azúcar de colorines) o un medicamento que ya está en el mercado. Para ello hemos de gastar dinero (buf) en hacer esos ensayos clínicos. Pero no os preocupéis, hay muchas maneras de asegurarse de que un ensayo clínico sale según convenga a nuestros intereses. ¿Cuáles eran nuestros intereses? No, olvídense de los pacientes y de sus posibles sufrimientos. Nuestro interés es maximizar nuestros beneficios, no curar a nadie de nada. El que la gente se cure no es más que un agradable efecto secundario. No somos de piedra, claro que no. Pero si son de esa clase de individuos que se preocupan por el bien común y la salud de sus congéneres no sé por qué están leyendo esto, la verdad.
 
La filosofía de un ensayo clínico es bien sencilla. Se conoce desde los tiempos de la antigua Grecia y no tiene misterio. Simplemente se recluta a dos grupos de personas: a uno de los grupos se les suministra el medicamento que estamos probando y al otro no. Si el grupo que toma nuestro tratamiento muestra una mejoría con respecto al que no lo toma, entonces ¡bingo! En el caso de la humoína, si el grupo de personas que usa el compuesto químico tiene menos arritmias e infartos de miocardio que el grupo de control (el que no toma humoína) ya podemos sacar la botella de champán. Lo malo es que los ensayos clínicos deben de hacerse de acuerdo a una aburrida y cara metodología, con un montón de protocolos de seguridad, interpolaciones estadísticas y compromisos éticos. Y maldita sea, cuestan un montón de pasta. Veamos cómo podemos ahorrar costes y asegurar la aprobación de la venta de la humoína en una serie de fáciles pasos.
 
Lo primero es encargar a una empresa externa con la que tenemos un acuerdo de confidencialidad la tarea de realizar los ensayos clínicos en un país del llamado Tercer Mundo. Los partipantes serán gente de ese país, lo que nos viene muy bien porque nos salen mucho más baratos, y el aparato sanitario y de control del lugar seguramente sea mucho más flexible si metemos la pata (si muere gente durante el ensayo, por poner un ejemplo) que el de países de primera división. Cuando aprueben nuestro medicamento, podemos recompensar a estas buenas gentes vendiéndolo al mismo precio que en los países desarrollados, aunque su poder adquisitivo sea mucho menor. O inexistente. En la práctica eso significa que la mayoría de la gente en los países pobres no podrá pagarse el tratamiento con humoína pero, caramba, ya os hemos dicho que somos Pastillaka Sociedad Anónima, una de las compañías farmaceúticas punteras del sector. La calidad tiene un precio, ¿no?
 
Ahora vayamos a los resultados del ensayo. La regla de oro, repetimos, es que los ensayos deben demostrar que el producto es mejor que un placebo u otro medicamento para esa afección que ya esté en el mercado y que no tiene efectos secundarios graves. De acuerdo, pero en ningún sitio nos dicen que estos resultados tengan que basarse en la realidad. En lo que sigue vamos a comprobar lo fácil que es apañárselas para que nuestro compuesto, la humoína, se haga pasar por un medicamento ideal, efectivo y útil para la comunidad médica y los millones de personas en todo el mundo que tienen problemas cardiovasculares (y que constituyen, por supuesto, un mercado suculento), aunque (ups) realmente no sea así:
 
1. USEMOS EL TRATAMIENTO CON "PACIENTES IDEALES". En el mundo real de las consultas hospitalarias los pacientes son personas con muchos y muy complicados comportamientos, actitudes y reacciones frente a los compuestos químicos nuevos. Es muy posible que si les damos a pacientes reales nuestra humoína no se obtegan resultados claros, o que aparezcan efectos secundarios graves en ciertos parámetros. Por ello es conveniente usar "pacientes ideales": jóvenes, con buena salud en general y con un diagnóstico inequívoco. Esto nos asegura los resultados positivos. Que luego el producto realmente no funcione con pacientes de verdad no es asunto nuestro si hemos conseguido que las agencias reguladoras (basándose en nuestros datos) aprueben la venta de la humoína.
 
2. DEMOSTREMOS LA EFICACIA DE LA HUMOÍNA COMPARÁNDOLA CON MIERDA. Sí, amigos: este consejo es realmente muy útil. Supongamos que en el mercado existe otro medicamento, la baratoquinona, que tiene los mismos efectos que nuestra humoína o incluso mejores, y que además es genérico y por lo tanto está tirado de precio. En este caso, ¿por qué no comparar la humoína directamente con un placebo? Así es seguro que la humoína, por poco que haga, resultará mejor parada en el ensayo. Otras cosas que podemos hacer es comparar nuestro producto con otro que no tenga nada que ver con los problemas de arritmia cardíaca, con una pomada para contracturas por ejemplo; o compararlo con la baratoquinona, pero usando ésta en dosis grotescamente altas o bajas y evitando así que funcione en el grupo de control. ¿Que esto va en contra de la Declaración de Helsinki sobre buenas prácticas médicas? Anda, no nos vengan con chorradas, por favor.
 
3. HAGAMOS ENSAYOS BREVES. De esta manera ahorramos tiempo y dinero. Recordad que la humoína tiene que parecer buena:  no tiene por qué serlo realmente. Si luego la gente toma humoína y resulta que padece toda una gama de efectos secundarios a largo plazo no detectados en los ensayos, efectos que producen  un pequeño o gran sufrimiento o incluso la muerte, sería una putada; pero en esta vida, si quieres algo, te tienes que arriesgar. ¡Cruza los dedos y adelante!
 
4. CENTRÉMONOS EN LOS INDICADORES SECUNDARIOS. Esto es márketing puro. Imaginemos que la humoína no tiene ningún efecto en lo que realmente le interesa a los consumidores: no impide que se produzcan ataques cardíacos potencialmente mortales. Caramba, vaya chasco... pero eso no debería detenernos. Supongamos que los ensayos clínicos muestran que los análisis de sangre efectuados a las personas que han tomado humoína demuestran que ha bajado el porcentaje de colesterol en sangre. Esto es lo que se llama un indicador secundario: no hay manera de probar que la bajada de colesterol se relacione con el efecto principal (el descenso en la probabilidad de sufrir un infarto por arritmia), pero sigue siendo un dato positivo, sobre todo si exageramos esa relación con mucho arte. Hagámoslo y esperemos que la agencia reguladora se lo trague (suele hacerlo).
 
5. ATRIBUYAMOS LAS MEJORÍAS CAUSADAS POR LA VARIACIÓN AL AZAR DE LOS SÍNTOMAS A UN EFECTO PRODUCIDO POR NUESTRO AMIGUITO. La vida tiene sus putadas, pero también nos ofrece oportunidades. Los médicos saben que un paciente determinado sufrirá variaciones aleatorias de los síntomas: un día se encontrará mejor y otro peor, un día tendrá un cuadro de arritmia menos preocupante que a la semana o al mes siguiente. Esto es ruido estadístico y es propio de cualquier fenómeno complejo, como una enfermedad, que se prolongue en el tiempo. Y nos viene de perlas. En vez de introducir complicados protocolos para reducir el ruido estadístico y obtener evidencias firmes de los efectos positivos de la humoína, esperemos a que los pacientes muestren una mejoría por pequeña que sea y paremos el ensayo. No sabemos si la mejoría ha sido a resultas de la humoína o gracias a cualquier otra cosa, pero qué más da. Tenemos un resultado positivo, ¡viva y bravo! Y así sucesivamente.
 
6. MAQUILLEMOS LOS DATOS CON ALEGRÍA Y SAVOIR FAIRE. Muy bien, tenemos un  montón de resultados clínicos introducidos en una mega hoja de cálculo. ¿Qué hacemos, los presentamos tal cual? ¡No! Presentar los resultados en bruto asegura que los ojos escrutadores de las agencias reguladoras nos pongan todo tipo de pegas. Antes de presentar nuestros resultados conviene coger la crema antiarrugas, el pintalabios y la sombra de ojos para hacer que luzcan mucho más agradables a la vista. Hay muchas maneras de hacerlo. Una de las más sutiles es catalogar solamente el o los efectos secundarios más graves, ignorando el resto de efectos secundarios y volviendo sumamente nebulosa la seguridad del producto. O podemos sumar muchos resultados distintos, por ejemplo los de infarto y angina de pecho: si la humoína de nuestros amores tiene mejor resultado con la prevención de anginas de pecho (menos grave que el infarto) los resultados en el caso de infarto mejorarán también al combinarse con los de la angina de pecho. Otro comodín que tenemos a mano es el de los subgrupos: supongamos que una clase de personas, en verdad bastante reducida, como los varones nigerianos de entre 33 y 34 años, por decir algo, muestra algo parecido a una mejoría cuando se trata con humoína: pues es de cajón resaltar este subgrupo en detrimento de todos los demás (a los que la humoína no les hace nada de nada). Y nunca está de más jugar con los umbrales, haciendo que un beneficio modesto, digamos del 3 %, resulte espectacular, o centrándose en un segmento de datos donde se indica mejoría menospreciando el resto, o magnificando resultados poco reproducibles y en esencia aleatorios que indican éxito, o jugando con los gráficos... Las posibilidades son casi infinitas, y un buen maquillador de datos puede convertir una puta mierda de ensayo clínico en la cura definitiva contra todos los males de este mundo ingrato y cruel.
 
7. IGNOREMOS LOS PARTICIPANTES DEL ENSAYO QUE LO ABANDONAN ANTES DE QUE TERMINE. Los comités de ética siempre dan la murga con la idea de que en la información que se ofrece de un ensayo clínico ha de consignarse la cantidad de personas que lo han abandonado antes de su finalización, y el motivo por que lo hacen. Por lo visto, si se ignora esto se magnifican de forma irregular los beneficios del fármaco. Vale, de acuerdo: pero nadie tiene por qué enterarse de que el cuarenta por ciento de nuestros participantes en la toma de humoína se puso malita y mandó el ensayo a cascarla, ¿verdad? Que sea un secreto.
 
8. SI VEMOS QUE NUESTRO AMIGUITO FUNCIONA PARA OTRA COSA , CAMBIEMOS EL OBJETIVO DEL ENSAYO. Esto no es mentir, por supuesto que no. Veamos: la humoína no hace nada contra las arritmias pero resulta que sí tiene efectos beneficiosos para tratar la disfunción eréctil, de modo que centrémonos en la disfunción eréctil. ¿Se puede hacer eso? Sí. ¿Aunque en el protocolo del ensayo se haya reseñado explicítamente que el objetivo principal es reducir la arritmia cardíaca y los problemas cardiovasculares? Claro. Ya, pero si se aprueba el medicamento, ¿no se usará para el objetivo primario, la arritmia, y no para la disfunción eréctil? Oiga, nosotros no hacemos las reglas. (Nota: al margen de ironías, realmente sucedería así, dada la normativa actualmente existente sobre la aprobación de medicamentos para su venta. Y dado que los archivos de las agencias reguladoras suelen ser secretos o de acceso complicado, y no suelen estar por lo tanto disponibles para ser consultados por médicos y pacientes, en el prospecto de la humoína se indicará que ha sido aprobada para su uso contra la arritmia y el médico actuará en consecuencia. Parece absurdo, grotesco, irresponsable, y más. Pero es así). El resultado es que hemos colocado en el mercado un producto que no hace nada contra las arritmias, y ganamos dinero con ello. Choca esos cinco, colega.
 
En fin, con todo esto ya estamos en condiciones de vestir a la humoína con el mejor traje posible, y convertirlo en la novia que todo el mundo querría desposar. Y todo ello sin recurrir al fraude, que es de delincuentes y puede hacer que Pastillaka Sociedad Anónima se vea envuelta en caros procesos con la justicia y afectada por una nube pestilente de mala publicidad. Y éstas no son las únicas armas que tenemos en nuestra titánica lucha para conseguir un nuevo Mercedes y mudarnos a una casa más grande gracias a la venta de un medicamento que en el mejor de los casos no produce ningún beneficio evidente, y en el peor, mata gente. Por ejemplo, tenemos un departamento de márketing que se traga más de la mitad de nuestro presupuesto (Pastillakas, como la gran mayoría de las grandes farmaceúticas, destina la mayor parte de su presupuesto a pagar a publicistas y asesorías jurídicas; el dinero destinado a la investigación de base de nuevos productos ocupa, con suerte, el tercer lugar), el cual se encargará de propagar las bondades de la humoína (ahora conocida como Lapollatil, marca registrada) a bombo y platillo. Por ejemplo comprando espacio televisivo para bonitos anuncios donde un actor de prestigio de una serie de moda nos dirá, con la credibilidad que le otorga ser un actor que no entiende una mierda de arritmias, infartos, estadística y ensayos clínicos de doble ciego aleatorizados, lo cojonuda que es la humoína. También está en nuestra mano subvencionar programas formativos en las facultades de medicina, pagar viajes a "sesiones de información" (que casualmente tienen lugar en conocidos centros turísticos) y realizar directamente pagos en prenda a los médicos, y de esta forma asegurarnos de que los médicos bailen nuestra canción y den gracias. Lo mismo con los periodistas que trabajan en la información médica y los políticos elegidos por todos que se encargan de instaurar las medidas sanitarias. Y pagar a los directores y editores de prestigiosas publicaciones académicas para que cuelen artículos laudatorios sobre la humoína escritos por esos mismos especialistas a sueldo. Y decir a los colegas del departamento de redacción de información pública que pergeñen el prospecto de nuestra pastilla más parcial y confuso que sea posible sin violar ninguna ley. Y escudarse en pactos de no divulgación, posible pérdida de competitividad, derechos de patente y confidencialidad de los voluntarios que han participado en nuestros ensayos clínicos de chichinabo cuando ocurra algo malo y se nos pidan responsabilidades, aunque hayan vidas en juego. Ý desde luego, estaremos encantados de que los miembros de las agencias reguladoras de medicamentos tengan intereses creados con nuestra empresa y que, además, se vean obligados a acelerar los trámites de aprobación cuando suenan las alarmas sanitarias, alarmas que usualmente hemos creado nosotros sacándonos de la manga alguna horrible enfermedad pandémica apocalíptica que copa los telediarios.
 
Y desde luego, cuando termine nuestra licencia de explotación exclusiva de la humoína, cojamos la molécula, cambiémosla un poquito y saquémosla al mercado con otro nombre y otra ronda de ensayos clínicos de los que molan, y hala: a seguir ganando dinero como locos.
 
Si no sacas provecho de todo esto es que eres tonto. O algo mucho peor: honrado.
 
 
(Por supuesto, y por desgracia, esto no es más que una chorrada, pero basada en hechos jodidamente reales. Os recomiendo leer el libro Mala farma: cómo las empresas farmaceúticas engañan a los médicos y perjudican a los pacientes, del psiquiatra, divulgador científico y azote de farmaceúticas y curanderos por igual Ben Goldacre [Paidós Contextos]; todo lo que habéis leído entre bostezos aquí está infinitamente mejor explicado, y con ejemplos de verdad que ponen los pelos de punta, con sus correspondientes referencias. Lo considero especialmente valioso porque denuncia con claridad una situación muy, muy grave, propone soluciones razonables y no entra en el juego de la medicina "alternativa", que en mi opinión se vale de los desmanes de las grandes farmaceúticas para aumentar su cuota de mercado y no para hacer lo que debería hacer, que es curar a la gente enferma. Aquí tenéis una copia en pdf de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial por si os hace tilín ver cómo la práctica de las farmaceúticas se caga en cada uno de sus preceptos a diario. Desde luego, he cargado las tintas, ya que lo normal es que todas esas manipulaciones torticeras de los datos se hagan para obtener un beneficio y no para perjudicar a nadie a sabiendas. Todos somos humanos, y la gente de las farmacéuticas y las agencias reguladoras es tan humana como nosotros. Simplemente he expuesto el peor de los escenarios posibles, pero lo habitual es la desidia, la prisa, la burocracia excesiva y las normativas miopes).
 
 

miércoles, 15 de mayo de 2013

OPERACIÓN URGENT FURY O CUANDO LOS MILITARES DOMINARON LA TIERRA

- Nuestros días de debilidad han terminado. Nuestras fuerzas vuelven a estar de pie y erguidas.
RONALD REAGAN
 
- Pueden imaginarse lo estúpidos que nos sentimos al oír en la CNN que nuestro país estaba invadiendo a otro país.
UN CONGRESISTA DE LOS ESTADOS UNIDOS
 
- Soy el sargento de artillería Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos.
CLINT EASTWOOD EN EL SARGENTO DE HIERRO
 
 
 
La isla de Granada: un paraíso caribeño, cerca de Trinidad y Tobago y Venezuela, donde se incubaba la serpiente marxista-leninista. Ronald Reagan: el presidente-actor de poder omnímodo, con una mano en el botón del apocalipsis nuclear y la otra rellenando horóscopos junto con Nancy, su esposa. Fidel Castro: un tipo con barba que desde Cuba emitía oleadas de mal rollo para el sistema capitalista internacional. Los soviéticos: ateos rojos con ansias de dominación global, aviones a reacción y misiles balísticos. Un ejército de colegas con la cara pintada de camuflaje ansiosos por probar sus juguetes. Nuez moscada. Una pista de aterrizaje. Esos son los elementos de la Operación Furia Urgente, uno de los más exitosos (según unos) o más carnavalescos (según otros) episodios de la guerra entre seres humanos. Hay opiniones para todos los gustos: algunos creen que todo fue una farsa imperialista, otros piensan que fue un triunfo militar y político y que además quedó muy bien en la tele.
La isla de la disputa
Fuente: wikipedia
 
¿Qué ocurrió? Bien, Granada, como todas las islas de la zona, tenía una bonita historia de esclavismo y desmanes coloniales. Es decir: una vez fueron aniquilados los indígenas caribes (los cuales habían aniquilado a los indígenas anteriores) sobre la mitad del siglo XVII, los franceses se aposentaron en el lugar e importaron africanos en cantidad para cultivar la caña de azúcar y así obtener jugosos beneficios para la civilización occidental. Así siguió la cosa, con unas cuantas rebeliones de esclavos, hasta que en 1833 se abolió la esclavitud. Tras eso hubo un período turbulento en el que poco a poco se fue asentando entre la población un sano deseo de independencia, cosa que se consiguió en 1974, pasando a formar parte de la Commonwealth. Continuó la inestabilidad bajo el mando muy laxo de sucesivos supervisores ingleses, a cada cual más paranoico, hasta que un golpe de estado curioso por lo incruento puso al Movimiento New Jewel y a su líder, Maurice Bishop, en el poder. Maurice era rojillo: de hecho, todo lo que tenía de carismático y de culto (se educó en el Reino Unido) lo tenía también de revolucionario barbado. Muy pronto empezó a poner en práctica políticas sociales de izquierdas y también a declarar su cariño hacia Castro y Brezhnev.
 
Como pueden imaginarse, eso no gustaba a los Estados Unidos de América, tradicionales defensores de la libertad (de mercado) en el mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial. No les gustaba, por el motivo que fuera, tener a un negro comunista tan cerca de sus costas, y empezaron una campaña mediática audaz en su contra. Y esta campaña de desprestigio afectó al gobierno chachi piruleta de Bishop, el cual empezó a ser visto por sus camaradas del New Jewel como demasiado blando. ¿Por qué? No tengo ni idea, pero lo cierto es que en octubre de 1983 su mano derecha, un tipo llamado Bernard Coard, cogió a un puñado de efectivos del muy popular Ejército Popular de la República Popular de Granada, y arrestó a Bishop y a sus familiares. Luego los ejecutó en unas instalaciones militares populares. ¿Saturno merendándose a sus propios hijos y todo eso? ¿Estuvo implicada la CIA u otra agencia secreta norteamericana? ¿Hay algún gobierno comunista que no haya pegado tiros contra su propia gente? Preguntas sin respuesta, amiguitos.
 
Maurice y Fidel, amigos para siempre
Fuente: El Eco de los Pasos
 
Visto lo visto, Reagan y sus asesores del Pentágono pensaron: "¡Ajá! Ya tenemos suficiente para montar un casus belli y enviar a nuestros chicos allá". De cara a la galería mostraron los siguientes hechos impepinables para justificar sus planes de invasión armada de un gobierno (golpista) extranjero:
  • Los granadinos extremistas habían pedido asesoría militar a la Cuba de Castro, y éste había enviado a la isla a unos mil soldados cubanos. Estos soldados, para no levantar sospechas, se hacían pasar por trabajadores de la construcción. Pero según el Pentágono no estaban construyendo cosas buenas, como hospitales, escuelas y campos de minigolf, sino un aeropuerto, silos de misiles y arsenales de armas subterráneos. Estaba claro: Castro se proponía conquistar Granada, levantar en su extremo oriental una pista de aterrizaje para cazas supersónicos Mig soviéticos y convertir al primer productor de nuez moscada mundial en una colonia comunista cuyo pérfido objetivo sería socavar la democracia donde quiera que estuviera. ¡Horror!
  • Los granadinos extremistas habían secuestrado al gobernador general británico sir Paul Scoon y lo tenían en la cárcel. ¡Serán cabrones!
  • En la isla había unos mil estadounidenses, principalmente estudiantes de medicina, y corrían peligro de ser encarcelados por los granadinos extremistas. ¡Hay que proteger a nuestros chavales!
  • Los granadinos extremistas contaban con material militar soviético, incluyendo doscientos (200) cazas supersónicos, cincuenta (50) helicópteros artillados y un número indeterminado, pero importante, de lanchas de combate. ¡Yuyu!
     
La suerte estaba echada: a las 05.00 horas del 23 de octubre comenzó la Operación Urgent Fury. Un mogollón de barcos de guerra, aviación, marines y demás mandanga invadió la isla de Granada (podéis ver un informe de la operación aquí). También se desplazaron al lugar multitud de equipos de televisión para ofrecer a los que estaban en casa una espectacular película de guerra con todos los extras: paracaidistas, bombardeos, miembros de las fuerzas especiales de la Marina haciendo posturitas, etcétera. El contingente de la libertad se enfrentaba al demoníaco Ejército Popular de Granada y a los albañiles-soldados cubanos. Hay que decir que la actuación de las tropas estadounidenses fue épica. Juzgadlo vosotros. Por ejemplo, cuatro paracaidistas murieron al ser lanzados sobre el mar y ahogarse debido al peso del equipo. Y la mayoría de las bajas militares lo fueron por agotamiento debido al peso de los equipos (los marines transportaban 55 kilos de todo tipo de mierdas bélicas) e incidentes de fuego amigo. Asimismo, se desembarcaron veintisiete (27) misiles antiaéreos Stinger pese a que no había rastro de aviación cubana, granadina, soviética ni marxista en general. Item más, los mandos operaban con mapas comprados en la gasolinera. Fijaos: los soldados encargados de liberar al gobernador general y a los estudiantes tardaron en hacerlo unas 33 horas (Granada es más pequeña que Andorra), y lo lograron porque fueron pidiendo direcciones a los divertidos lugareños. Otra curiosidad: en un lugar llamado Port Salines, donde se daba la mayor concentración de tropas enemigas, se lanzaron 600 paracaidistas durante hora y media, todo ello grabado por diversos equipos de televisión, y todo ello mientras los cubanos-granadinos observaban el espectáculo sin hacer nada. Ya que tenían órdenes de no iniciar tiroteos y permenecer a la espera. Y el último ejemplo: un destructor estadounidense bombardeó desde la costa un manicomio, acabando con la vida de 21 internos.
Marines en Granada
Fuente: El Gran Capitán
 
Épico.
 
Al final la Operación Furia Urgente fue un gran éxito. Fidel Castro retiró sus tropas de ocupación y la isla de Granada se volvió democrática (y regida por la su Majestad la reina Isabel de Inglaterra). ¿Importa que ninguna de las afirmaciones de Reagan, quien por cierto no informó al Congreso de los planes de invasión, tuviera una base real? Y es que ni los estudiantes estadounidenses corrían peligro, ni el gobernador general inglés fue secuestrado. Y el aeropuerto militar era realmente un aeropuerto de uso civil construido por cubanos que recibían el dinero de diversas contratas europeas. Los cubanos fueron armados con unos cuantos AKM y granadas una vez comenzó la invasión, supuestamente para defender sus vidas, y lo cierto es que el Ejército Popular de Granada, que no tenía ni aviones ni helicópteros ni lanchas ni nada, plantó cara a los invasores yanquis, hasta el punto de que éstos hubieron de solicitar refuerzos.
 
Pero eso son minucias. Y que bombardearan una casa de locos es un daño colateral. Cuando montas una guerra a veces pasa. No se puede cortar el árbol sin que salten astillas. Tras el fiasco de Vietnam, el público estadounidense volvió a recuperar la fe en la victoria de la democracia, y el resto del mundo dijo vale, de acuerdo, ya nos reiremos por la bajinis si eso.
 
¿Qué opináis vosotros? ¿Quién fue el feo, quién el malo, quién el bueno?

martes, 14 de mayo de 2013

FUSAKO SHIGENOBU: ROJA COMO LA SANGRE

En una entrada anterior de esta mierda de blog hablamos de uno de los elementos más destacados del panorama estrafalario del Japón, rama de la derecha: el gran Yukio Mishima. Pero la raza Yamato ha dado al mundo ejemplos preclaros de que la rama de la izquierda de la locura ideológica también cuenta con insignes representantes. Conocidos por estar como cabras, claro. Y para que no se nos acuse de machismo, centrémonos en la líder de un grupo terrorista infame por su brutalidad y que hoy está, más que olvidado, borrado casi de los anales históricos. Hablemos de Fusako Shigenobu y de sus cuates del Ejército Rojo Japonés.
 
No sé por qué, pero cuando un occidental piensa en el concepto mujer japonesa le vienen a la cabeza como por arte de magia los siguientes estereotipos:
  • La geisha: kimono, peinado raro, labios de fresa, complaciente y misteriosa, a veces tocando una guitarra rara, a veces (en realidad, siempre) conocedora de los secretos del arte amoroso oriental. Sui expresión moderna es la actriz pornográfica japonesa, infinitamente más terrenal, y por eso sin ningún misterio.
  • La chica anime: con esos característicos ojazos. Puede ser Heidi, puede ser la protagonista de un corto hentai asediada por pulpos demoníacos alienígenas, puede ser una guerrera samurái que decapita robots, no importa: siempre tiene una voz dulce y suave, y casi siempre unos pechos físicamente imposibles.
  • La ejecutiva gélida: mujer que ha vendido su alma a una macrocorporación cualesquiera.
  • La Yoko Ono: artista comprometida con Gaia y con los más abstrusos y delirantes orbes de la expresión personal.
Pues bien, Fusako Shigenobu (aunque sería más correcto decir Shigenobu Fusako, ya que los japoneses anteponen el apellido) es un escupitajo a la cara de todas esas concepciones prejuiciosas. Hace bueno el lema "el ser humano es extraordinario" de aquel anuncio de refrescos, pero en este caso, por desgracia, lo extraordinario procede de su villanía, salvajismo y crueldad. La señora Shigenobu era de lo peor, motivada como estaba por una de las digievoluciones más sanguinarias del marxismo cagadas por el Gran Satán, y todo ello bajo esta angelical, limpia, inocente apariencia:
 
Shigenobu Fusako, "la Reine Rouge"
Fuente: Total Manga
¿Qué carajos era el Ejército Rojo Japonés? Como otros grupos terroristas de izquierdas (sí, de izquierdas) que proliferaron aquí y allá en la década de 1970 (en Europa tenemos la Rote Arme Fraktion alemana y las Brigate Rosse en Italia) el ERJ tiene su origen en el huevo alucinatorio que la doctrina marxista deposita en las mentes de algunas personas proclives, generalmente de la clase media y media-alta. No estamos hablando de obreros con mono y un martillo en la mano a la puerta de la fábrica, sino de escritores, funcionarios, artistas, médicos, carteros, vedettes, directores de cine social-realista, etcétera. La mayoría de los afectados por esta variedad del izquierdismo revolucionario no van más allá de formar un club de camaradas del Che Guevara que se reúne para discutir sobre el alzamiento de las clases proletarias los sábados por la tarde. Pero el ERJ estaba formado por asesinos cuyos objetivos (la revolución mundial, el progreso e independencia de los pueblos oprimidos, la destrucción de la superestructura económica del capitalismo y demás tópicos) debían conseguirse por medio de la violencia. Esta gente no se andaba con chiquitas. Para un miembro del ERJ era más probable morir a manos de sus propios camaradas o en el transcurso de una operación suicida contra objetivos civiles que ser detenido por la policía. Lo suyo era matar. Sin más historias.
 
Fuente: terrorismorojo
El ERJ comenzó como un movimiento maoísta que buscaba implantar el comunismo en Japón y tras implantarlo en Japón, hacerlo en el mundo entero. Su líder primigenio pronto acabó sus días tirado en un descampado con la yugular cortada y el puesto pasó a manos de Shigenobu, la cual pronto depuró los cuadros de militantes hasta reducirlos a cien miembros más o menos, todos ellos dispuestos a dar su vida por la causa. La historia del grupo de camaradas bajo el mando de Shigenobu es un pelín complicada, e intentaremos resumirla en lo que sigue:
  • Su primera hazaña fue el secuestro de un avión de transporte de pasajeros de la Japan Airlines (JAL) y obligar al piloto a llevar a tres miembros del ERJ a Corea del Norte. Así es: a Pyongyang nada menos. Cosa que consiguieron. Si un tío loco que te apunta a la cabeza con un fusil ametrallador te dice que vueles a Pyongyang, vuelas a Pyongyang. Cuba hubiera sido mejor, con sus playas y su agradable temperatura tropical, pero es lo que hay.
  • Muy pronto, el ERJ tuvo tratos con el FPLP (el Frente Popular por la Liberación de Palestina). ¿Y eso cómo se come? Bien, los del FPLP veían con muy buenos ojos la disposición de los asiáticos a hacer burradas sin que les temblara el pulso, por no hablar de las armas de las Fuerzas de Autodefensa que los japos rojos robaban con suma facilidad. Ah, y Fusako se había enrollado con el jefe del FPLP. Amor y trabajo en armonioso tándem.
  • El primer golpe conjunto ERJ-FPLP fue el secuestro de otro avión de la JAL que volaba sobre Francia. Desviaron el avión a Libia, hicieron bajar a la tripulación y a los pasajeros a punta de pistola, y leyeron un manifiesto mientras hacían explotar el avión. Tres cosas pueden señalarse aquí: a) La seguridad en los aviones en los años setenta era de traca. b) Los manifiestos de los terroristas eran más largos que un día sin pan. c) En la explosión murió una militante del ERJ, por motivos sin aclarar. A lo mejor se quedó sobada.
  • En 1972 tuvo lugar el golpe maestro, el acto de terror nihilista y demente que puso al ERJ en la primera plana. También en colaboración con los muchachos del FPLP, aunque en este caso ningún miembro de la banda palestina intervino físicamente. El caso es que tres miembros del ERJ, vestidos como el típico salariiman nipón, con traje, corbata y actitud sumisa, descendieron de un avión en el aeropuerto de Lod, Israel. ¿Qué tiene que ver Israel con el comunismo mundial? ¿Por qué esos hombrecillos llevaban fundas de violín? La primera pregunta ni el diablo puede responderla, pero las fundas de violín servían para esconder las metralletas y las granadas. El caso es los tres luchadores por la revolución mundial llegaron a la terminal, abrieron las fundas de los violines y empezaron a disparar a la gente. Así fue. Cuando uno de ellos se quedó sin balas, los otros dos le mataron a tiros. Otro decidió reventarse a sí mismo con una granada, como si estuviera en Iwo Jima. Pero el tercero intentó huir. Un oriental corriendo entre el humo, el caos y los gritos de la terminal, con su traje de oficinista lleno de sangre y un subfusil en un mano: no debió ser muy difícil atraparle. Este hombre demostró ser un mal integrante del ERJ, pues no se suicidó ni intentó matar a nadie, sino que cantó de cabo a rabo toda la historia de la colaboración entre su grupo de locos y el FPLP. No mucho después, la mayoría de los jefes del FPLP aparecieron muertos. Cosa del Mosad. A todo esto, en este homicidio múltiple (no tiene otro nombre) murieron veintiséis viajeros inocentes, incluyendo dieciséis cristianos puertorriqueños que acudían a peregrinar a Jerusalén, por si les interesa el dato.
  • En 1975, Fusako decidió que había que dar un castigo ejemplar a Turquía. Por mucho que pienso, no acabo entender la línea de pensamiento de Fusako en este asunto, pero también es verdad que hay que estar como una cabra para hacerlo. Una vez más, un aeropuerto, en este caso el de Estambul, y dos pistoleros. Once muertos.
  • Viendo que los del FPLP estaban un poquillo ocupados escapando de los batallones de castigo del Mosad, a finales de los setenta Shigenobu y su panda decidieron centrarse en el mercado local. En parte, su objetivo era conseguir la liberación de miembros del ERJ presos en la patria a cambio de las vidas de la pobre gente que secuestraban en Malasia o Hong Kong. Para que veáis lo chunga que era esta peña, consiguieron liberar a once camaradas por esta vía: las autoridades niponas no dudaron en hacer el intercambio. Esos cabrones no se andaban con remilgos.
  • También fueron responsables de la toma de la embajada francesa en La Haya en 1974. Para hacerlo contaron con las armas y el asoramiento experto del terrorista frelance conocido como Carlos el Chacal. Aparte de herir a dos policías con disparos de armas de fuego de pequeño calibre y mantener secuestrados a once diplomáticos durante varios días, consiguieron que tres de sus compañeros presos fueran extraditados a Siria. Como podéis ver, las autoridades no usaban con los miembros del ERJ el lema "no cedemos ante terroristas", y por algo sería.
 
     
    Las fundas de instrumentos en el aeropuerto de Lod, Israel
    Fuente: noticel
     
 
Pero tras el ascenso viene la caída. El ERJ prontó entró en una espiral de vendettas internas, todas generadas por la paranoia delirante de su augusta líder la señorita Fusako. El más sonado fue el ahorcamiento de catorce miembros del ERJ en un retiro de montaña por órdenes de Fusako y llevado a cabo personalmente por su mano derecha. Que era otra moza de armas tomar, llamada Hiroko Nagata. Por lo visto, la dirección del ERJ opinaba que esos catorce afiliados eran demasiado blandengues como para ayudar en el mesiánico objetivo de la organización. Fuera cual fuera éste.
 
La policía japonesa decidió por fin actuar de manera contundente, y atacó ese mismo refugio en 1980 con tropas armadas hasta los dientes, helicópteros y vehículos blindados. En el tiroteo murieron dos policías y se consiguió el arresto de gran parte de los miembros del ERJ, aunque la cúpula o escapó o no estaba presente.
 
Los últimos actos de importancia llevados a cabo por este pequeño grupo de amiguetes fue un atentado con bomba en Nápoles en 1988, en el que perecieron cinco personas, y la detención de un miembro de la pandilla de sesenta y cuatro años (tócate los huevos) en una carretera de Nueva Jersey al año siguiente. El prejubilado se llamaba Yu Kikumura y en su baúl transportaba la suficiente cantidad de explosivos como para abrir un cráter de considerables dimensiones en Nueva Jersey. TÓCATE LOS HUEVOS, MALDITA SEA. En fin, tras mucho jugar al gato y al ratón, la policía detuvo a la ideóloga, jefa y alma del ERJ en una estación de esquí de Osaka en el año 2000. La señora Fusako ya era la abuela Fusako y apareció en su juicio de 2006 con gafas oscuras a lo Yoko Ono y una sorprendente declaración: se postuló a sí misma como candidata a la presidencia de la Dieta japonesa. Oye, me he quedado sin palabras. Simplemente no sé qué escribir, bueno, sí: fue condenada a 20 años de prisión.
 
Pero no quiero acabar sin una nota positiva. Por lo visto, como resultado del idilio entre Fusako y (probablemente) George Habash, un pez gordo del FPLP, nació una niña, de nombre Mei (Mayo). Si encontráis las fotos, se trata de una bella mujer, con una atractiva y estilosa mezcla de rasgos, y por lo visto trabaja en una cadena de televisión de los Emiratos Árabes. Es de esperar que no tenga los genes de sus rabiosos papás. No tiene culpa de nada la pobrecita.
 
Fusako y Mei
Fuente: planetasimio
Eso sí, dice que lo su madre hay que entenderlo en el contexto de la época. Y tal.
 
 
 
 
 
 
 


lunes, 13 de mayo de 2013

A LA MEGAFAUNA AUSTRALIANA NO NOS LA CARGAMOS NOSOTROS

Estaba casi orgulloso. Y es que hasta ahora se creía que las bestias que bramaban, barritaban, mordían y saltaban en el continente-isla australiano desaparecieron de la faz de la Tierra gracias a los esfuerzos de los pueblos melanesios (los ahora llamados aborígenes) que llegaron allí hace 45.000-50.000 años. Considerando el tipo de criaturas que supuestamente se encontraron, esto no es moco de pavo. En tiempos antigos Australia era similar a las actuales sabanas africanas a juzgar por la cantidad de animales de gran tamaño que albergaba, aunque desde luego los equivalentes de las antípodas de leones, rinocerontes y gacelas eran harto extraños. Por ejemplo, lagartos del tamaño de cocodrilos que dejan en mantillas a los actuales dragones de Komodo y que, como ellos, tenían una mordedura venenosa. O canguros carnívoros dos veces más altos que un hombre y cara aplastada, tan grandes que posiblemente no saltaran. O el llamado "león marsupial" (Thylacoleo carnifex), un extraño depredador que descendía de animales herbívoros, algo nunca visto entre los mamíferos. O los enormes Diprotodon, los sosias de los elefantes en el ecosistema australiano, pero con un aspecto peculiar, entre un adorable oso de peluche y un no menos adorable koala.  En fin, podemos contar hasta con 90 especies animales de gran tamaño que fueron extinguiéndose en la lejana y exótica Australia por aquellas fechas.
Megalania priscus, el varano más grande que ha reptado jamás: 5 escamosos metros de longitud y 600 kilos
Fuente: Museo Melbourne
 
La teoría de que los humanos habían acabado con toda esta exhuberancia se basa en que el tramo temporal en que la megafauna desaparece y el tramo que contempla la llegada de los hombres y las mujeres a Australia parecía coincidir. Si partimos de ahí, no cuesta nada especular con que fue la caza y el uso del fuego para despejar terreno lo que causó la extinción. Sin embargo, un reciente metaestudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences lo desmiente. Este estudio, llevado a cabo por geólogos, paleontólogos y paleoclimatólogos de Australia y Estados Unidos, examina el registro fósil de la zona del Sahul (que comprende Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Tasmania), así como todo tipo de indicadores climáticos,  y llega a varias conclusiones bastante tajantes. En primer lugar, cuando los seres humanos llegaron a Australia la mayor parte de los de los grandes animales ya había desaparecido. En segundo lugar, no hay ninguna evidencia firme que apoye la teoría antropogénica de la extinción (por ejemplo, no se han encontrado vertederos de huesos cerca de antiguos asentamientos aborígenes) y, de hecho, es dudoso incluso que los colonizadores contaran con las herramientas necesarias para abatir animales grandes. El estudio indica que la costumbre de arrasar con fuego amplias extensiones pudo contribuir en algo, pero desde luego no explica el declive de la fauna holocénica australiana. O sea que no: fue otra cosa.
 
La culpa no fue del bumerán.
Fuente: Abadía Aljarafe
 
Entonces, ¿quién se cargó a la megafauna? Bien, según el estudio el culpable es el cambio climático. Para afirmar eso los científicos recurren como es habitual al análisis de los núcleos de hielo antárticos. Encerrados en el hielo de hasta 130.000 años existen datos que ayudan a los que saben a elucidar cosas como los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, la presencia de impurezas químicas procedentes de grandes episodios de vulcanismo, la temperatura media de la atmósfera y muchísimas cosas más. Otra fuente de información, en el caso particular de Australia, es el estudio de los cambios de nivel de los lagos centrales.
 
Todo ello ha llevado a los científicos a concluir que, antes de que llegaran los aboríges al lugar, el clima australiano ya se había deteriorado hasta el punto de que vastas extensiones del Sahul se habían vuelto demasiado áridas para sustentar a animales grandes. Por lo tanto, no nos podemos llevar el mérito de haber llevado a los diprotodones a la extinción: se murieron porque se quedaron sin comida al convertirse las zonas templadas de vegetación abundante donde hacían su vida en desiertos poblados de malas hierbas resecas y venenosas. En otras palabras, la famosa megafauna ya había tenido su oportunidad en este mundo errático y cruel, y estaba sentenciada muchos miles, o incluso cientos de miles, de años antes de que llegara una de las mejores máquinas de matar diseñadas por mamá Naturaleza: un tipo con un palo.
 
O qué cojones, que no se diga: la mejor.

sábado, 11 de mayo de 2013

JERÓNIMO VAN AKEN, AKA EL BOSCO. PARTE UNO DE MUCHAS


En el Museo del Prado de Madrid existe o existía (galería online aquí) una sala dedicada a los pintores neerlandeses del siglo XV. Se puede afirmar sin demasiado margen de error que la cantidad de personas que conocen al menos parte de ese campo del saber que son los pintores neerlandeses del siglo XV es menor (puede que mucho menor) que la cantidad de gente que es capaz de tararear una canción de David Bisbal. Esto no es malo, ni mucho menos: es normal. No pasa nada; cuadros como Los desposorios de la Virgen (Roger Campin) o El Descendimiento de la Cruz (Rogerio van der Weyden) ni son famosos ni tendrían por qué serlo. Pintura sacra. Nada más y nada menos. Pero existe otro tipo de pintura sacra en esa sala, amigos míos.
El jardín de las delicias, tríptico derecho (detalle)
Fuente: El Arte de Maite
 
La imagen anterior corresponde a un detalle de una intrincada obra maestra medieval, El jardín de las Delicias, producto de la mente de un hombre del que poco se sabe con seguridad, y al que se encuadra entre los Pintores Neerlandeses del Siglo XV por una mera cuestión de ajuste espacio temporal. Esta pintura es única. El cerebro que la creó es único. El cerebro pertenece a Jerónimo van Aken, aka el Bosco.
Vida
El tipo que pintó el pájaro diablo cagón nació no se sabe cuándo (no existe o se ha perdido cualquier registro sobre su nacimiento) en probablemente la ciudad de Hertogenbosch, quizá en torno a la década de 1450. Esa ciudad, de la cual el pintor toma su apelativo, era en la época una tranquila pero sin embargo bastante grande y activa ciudad holandesa, muy cerca de la frontera belga (lo que hoy es Bélgica). Estaba pues bastante alejada de los otros centros urbanos de lo que se denominaba el Ducado de Brabante: Bruselas, Amberes y Lovaina. Hertogenbosch era un lugar no sólo muy comprometido con el comercio interno y externo (y por lo tanto un burgo opulento) sino que también estaba henchido de religiosidad. Como toda Europa en esos tiempos. La primera mención de Jerónimo en un papel oficial la tenemos en 1474: en un censo de la ciudad aparece nuestro artista con la profesión de “pintor”. También se consigna en este documento que pertenece, junto con sus hermanos, a la Hermandad de Nuestra Señora. Esta Hermandad era una de tantas que rendían un culto especial a Santa María Madre de Dios, y su devoción se concretaba en una imagen en especial de la misma conocida (en holandés medieval) como Zoete Lieve Vrouw, y sabemos que existía una copia de dicha imagen que los devotos de Hertogenbosch veneraban en una capilla de la iglesia de San Juan. Toda la familia de Jerónimo aparece asociada una y otra vez con esa iglesia: es posible que muchos Boscos guardaran una relación digamos artística con la capilla. Doraban las imágenes de madera, policromaban los motivos de las procesiones y cosas así. El propio padre de Jerónimo, Antonio, aparece mencionado como “consejero en artes” de la iglesia en los archivos de la Hermandad, lo cual puede significar cualquier actividad, desde que pintar retablos hasta arreglar el tejado. Posiblemente un poco de todo. Se supone que su hijo siguió sus pasos. Existe cierta evidencia de que viajó a Utrecht y Flandes (y quizá a Italia) pero no todos los expertos en el Bosco la aceptan. Quizá pasó toda su vida en la tranquila Hertogenbosch. Una vida que no ha trascendido, claro está, porque lo que realmente trasciende está dentro de su cabeza. Por cierto, se sabe que se casó ya un poco mayor con una viuda de diplomático con muchos posibles o pobre como una rata, o a lo mejor con la hija menor de un molinero. Un registro de la propia Hermandad fecha su muerte en 1516.

Y eso es todo sobre la vida de El Bosco.
¿Era un drogota?
La extrañeza que las pinturas de Jerónimo producen en un observador moderno conduce a interpretaciones raras de su obra. Por ejemplo, en algunos de sus monstruos quiméricos e imágenes ajenas algunos han querido ver una especie de  surrealismo medieval, o incluso las raíces profundamente enterradas del surrealismo. Como si Salvador Dalí hubiera visitado el Ducado de Brabante con su máquina del tiempo fundida. Tal cosa es improbable.
Otras hipótesis retuercen aún más los hechos. Un erudito llamado Wilhelm Fraenger, en su (conocidísima) obra Hieronymus Bosch. Das Tausendjährige Reich. Grundzüge einer Auslegung (Coburgo, 1947) se inclina a considerar a Jerónimo como un miembro secreto de la Hermandad del Espíritu Libre (a partir de ahora, HEL). La HEL fue un grupo de herejes (lo que hoy llamaríamos una secta) que se extendió por algunos puntos de Europa durante el siglo XIII. Fue denunciada por la Iglesia y extirpada del seno de la Fe, pero algunos datos parecen indicar que sobrevivió a la persecución religiosa y perduró en las sombras varios siglos más. Entre la escasa y contradictoria información que existe sobre la HEL, destacan veladas menciones de perseguidores contemporáneos a la promiscuidad sexual de sus miembros. Dichos miembros enfocaban el asunto religioso como una forma de sexualidad, ya que los hermanos del espíritu libre querían recrear la inocencia humana. Y la inocencia humana fundamental, la inocencia primera y perfecta, era la de Adán y Eva antes de la Caída (por eso a la HEL también se la denomina Herejía Adamita). Resumiendo: practicaban alguna forma sacramental de nudismo. Fraenger ve en los motivos del cuadro central de El jardín de las delicias no una condena puritana de los placeres de la carne sino una exaltación de ellos. Como veremos más adelante, la verdad es que la interpretación de Fraenger, aunque muy atractiva para nosotros, liberados habitantes del siglo XXI, parece pecar de anacrónica.
El jardín de las delicias, tríptico central (detalle)
Fuente: Por Amor al Arte
Por otro lado, ya hemos visto que Jerónimo perteneció realmente a la muy discreta y apacible Hermandad de Nuestra Señora, cuya veneración de la Virgen parece lo opuesto a las correrías en cueros de la HEL(L). Además, las trazas de la secta herética desaparecen de los Países Bajos como muy tarde en la década de 1410. El Bosco cumplió encargos artísticos para varias personalidades de la jerarquía eclesial; así pues, si de alguna forma los Adamitas hubieran conseguido sobrevivir en la clandestinidad hasta mediados del siglo quince, ¿cómo se explica que las obras del Bosco, llenas de supuesta exaltación hereje de la lujuria, pasaran con tanta facilidad la censura eclesiástica y cosecharan alabanzas por parte de verdaderos campeones de la ortodoxia como Felipe II de España? ¿Cómo arriesgarse de esa forma en una época donde las hogueras y los autos de fe cobraban nuevo impulso en una Europa marcada por las luchas religiosas? Es decir: Fraenger mea muy lejos del tiesto.
Otros autores no mean tan lejos, pero tampoco parecen acertar. Ven en la obra de El Bosco sutiles pistas, trazas, alusiones crípticas a las artes esotéricas y a la alquimia. Imaginan a Jerónimo como un avezado practicante de dichas artes, que introducía símbolos herméticos a cascoporro en sus pinturas para deleite de los que saben y entienden. Quizá hubiera algo de eso, pero resulta mucho más natural pensar que tomara dicha simbología de un acervo común de sabiduría popular, reminiscencias paganas por lo demás inocentes de los no tan beatos vecinos de Hertogenbosch.
Javier Sierra nos explica las claves ocultas de lo que se tercie
Fuente: foros
Además, una plaga moderna de estafadores (también conocidos como psicoanalistas) ha metido sus narices en las asombrosas pinturas del artista y se han llenado la boca (y garrapateado gran cantidad de opúsculos) con “explicaciones” magistrales donde resuenan como campanazos términos tales como inconsciente, proyección, escena primordial y etcétera. Cometen un error del que nadie se libra, cual es proyectar (precisamente) concepciones modernas a algo que no lo es. Hablamos de la Edad Media. A un clérigo de Hertogenbosch cosas como el Ello le sonarían a chino mandarín. A cualquier mujer u hombre temeroso de Dios (y en esa época había razones de peso para temerLe) el Principio del Placer encarna un pecado, y de los gordos.
Y no faltan los entusiastas de la marihuana que afirman con gran seriedad que, dado que las pinturas de Jerónimo presentan en ocasiones un aspecto febril, extravagante y alucinado, el propio Jerónimo alucinaba. Pintan al artista como un hippie medieval que, tras comerse alguna seta o lamer las espaldas de algún sapo, entraba en trance psicotrópico y agarraba una tabla y empezaba a pintar poseído por súper poderes lisérgicos. A la mayoría de los fans de El Bosco les parece una teoría un poco cogida por los pelos. Por no decir una chorrada.
Y si esto les ha parecido un sopor, no se preocupen, aún nos queda mucho...