martes, 25 de marzo de 2014

SOBRE EL ORIGEN DE LAS GUERRAS: PAJAS MENTALES VARIAS

Vilmente copipasteado
 
Nos lo expliquen, por favor
 
1. Hipótesis de la guerra como construcción social. En estado libre, dejado a su propio instinto natural, el ser humano no hace la guerra contra otros seres humanos. Las guerras son consecuencia de un condicionamiento cultural aprendido: no estallan porque la gente tiene demasiados bebés, o porque los XY son natural born killers, y desde luego no porque el Homo sapiens padezca el estigma de una irreprimible naturaleza esencialmente agresiva. Tal y como la sociedad patriarcal enseña a los niños a jugar con panzers de juguete, así la sociedad patriarcal les enseña luego a conducir panzers y reventar a la peña a cañonazos. Margaret Mead, la antropóloga hippie, sostenía esta hipótesis. Lo bueno de esta manera de pensar en la guerra es que, si nos lo proponemos todos juntos, ¡podemos! Es decir, podemos desaprender la guerra. Aleluya.
 
Give peace a chance
 
 
2. Hipótesis del impulso agresivo humano, demasiado humano. Las bestias (los animales irracionales) no hacen la guerra: todo lo más se pelean entre ellos hasta que uno se rinde y agacha la cerviz en señal de sumisión, o se tira por el suelo enseñando el bajo vientre. No, la guerra, el acto de matar a miembros de la propia especie con un palo o con morteros, tanto da, es un rasgo distintivamente humano. Mediante  la guerra defendemos nuestra identidad al precio convertirnos en asesinos. Ergo los animales molan por su pacifismo ecológico, los humanos estamos condenados a los ojos del Buen Dios. Ver Konrad Lorenz o esta explicación para ver por dónde van los tiros.
 

El lobo es bueno porque es hijo de Natura, pero
Homo homini lupus
(En realidad es un coyote)
 
 
3. Hipótesis del XY guerrero: los XY evolucionaron para ser agresivos y poseen el cuasi instinto de recurrir a la violencia intraespecie para asegurarse recursos, primordialmente XX (con perdón). O: cuando una horda de XY hace la guerra por los recursos, su propósito en última instancia es la seguridad de que podrán mantener a su pareja sexual y a sus hijos. Esta es la causa final de todo tipo de conflictos, desde las guerras de los jíbaros reductores de cabezas a la crisis de Crimea. A los sociobiólogos y psicólogos evolutivos les encanta esta paja mental en particular.

La Convención de Princesas Leia de Los Ángeles de 2010,
todo un casus belli

 
 4. Hipótesis del XY demoníaco, relacionada con la anterior. Procedemos de homínidos que se hacían la "guerra" unos a otros, o que por lo menos emprendían expediciones en busca de homínidos no emparentados para comer su carne y beber su sangre (ver los chimpancés actuales; pero ver también los bonobos actuales). Escrito en los genes de los XY está el instinto ancestral de matar a otros XY, y de violar, saquear  y quemar chozas con napalm.
 
La teoría de la evolución por hostiazo en la cabeza

Comando Spetsnaz de Intervención Rápida
de las Fuerzas Armadas Simias

 

 
5. Hipótesis de la guerra como depredación ritualizada. Paja mental desarrollada por la señora Barbara Ehrenreinch, la cual pensaba que las hipótesis 3 y 4, aunque contienen algo de verdad, no explican toda la movida. Sobre todo el hecho de que para la mayoría de la gente, XY sedientos de sangre incluidos, la guerra resulte algo que repugna su instinto de autoconservación. Ehrenreich opta por lo siguiente. Nuestros ancestros temían a los depredadores que se los comían. Una vez logramos imaginar estrategias y desarrollar herramientas para matarlos, gracias a la maravillosa magia de nuestros cerebros marca ACME, celebramos la nueva era de seguridad con sangrientos rituales de sacrificio de índole protoreligiosa. Estos rituales eran en origen ritos de caza, que con el tiempo se transformaron en la caza del hombre, cuando las tribus optaron por ofrecer en sacrificio a la presa más peligrosa: a los miembros de otra tribu. ¿Por qué la guerra no nos parece natural? Porque es necesario una suerte de adoctrinamiento ritual para pasar a modo depredador, bien sea la misa de un papa prometiendo indulgencia a los cruzados si se van a Tierra Santa a despachar infieles, bien sea el entrenamiento de un infante de marina del ejército de los Estados Unidos antes de marcharse a Vietnam.

Aquí mi fusil, aquí mi pistola,
un mantra propio de los rituales predatorios
 
 
6. Hipótesis del gavilán persuasivo. Desarrollada por el economista Daniel Kahneman y el politólogo Jonathan Renshon, se basa en lo que según ellos es una característica psicológica que comparte (casi) la entera humanidad: la idea de que somos lo más grande, y que como somos lo más grande, vamos a ganar sí o sí. No importa que sea una idea completamente irracional, tenemos ese defecto de fábrica, básico por otra parte para hacernos felices y mantener nuestra autoestima en un crudo universo lleno de incomprensibles eventos aleatorios. Es por eso que a los gavilanes (las personas favorables a responder de forma agresiva a una agresión, real o imaginada, o a emprender una acción agresiva) se les escucha más que a las palomas (las personas favorables a tomar el té con el enemigo y bajarse los pantalones negociar con los agresores) siempre que se entabla un debate entre estos dos pájaros. Aquí el artículo original de la hipótesis del gavilán persuasivo.


Para muchos, sir Neville Chamberlain es un
ejemplo histórico de paloma.
Un jiñao, vaya
 
7. Hipótesis del Rubicón. Cuando Cayo Julio César cruzó el Rubicón diciendo alea jacta est, ya no pudo echarse atrás. Todos conocemos esta historieta. Pues bien, según esta hipótesis tendemos a no desdecirnos una vez cruzado algún Rubicón psicológico, especialmente cuando hemos declarado nuestra intención de soltar a los perros de la guerra en presencia de terceros. Aquí lo explican mucho mejor.

Si nos echamos atrás ahora quedaremos como unos capullos

 
 
8. ¡MALTHUS! La guerra es el resultado previsible de unir estas dos circunstancias: población que aumenta de forma exponencial y recursos que aumentan (si lo hacen) de forma aritmética. Cuando hay mucha gente y poca mandanga la gente se da de hostias para obtener la mandanga. Y punto. Columpio de Malthus: políticas racionales entre comillas de control de natalidad y aprovechamiento eficiente de los recursos suelen desembocar en un optimismo loco por el que las personas hacen el amor a cascoporro y tienen camadas de bebés que se triscan todos los recursos disponibles. Y de ahí se sigue la guerra, el hambre, la peste y la muerte. La población se reduce. Y vuelta a empezar.

 

 
 9. Hipótesis de los jóvenes ociosos. Aquí lo que tenemos es que cuando un  montón de chavales no dispone de trabajos pacíficos con los que ganarse la vida, tenderán a meterse en follones. Cuando esa rebeldía juvenil se viste de uniforme y los follones se convierten en guerras, oiga, no es tan malo: las guerras reducen la población (¡Malthus!) y aumentan la disponibilidad de trabajos pacíficos. Ver esto para una sesuda explicación del tópico. Pensar en la república de Weimar para dar con un ejemplo práctico.

Unos mozalbetes considerando la opción de alistarse
 
 
10. Hipótesis de Nosotros contra Ellos aka Hipótesis del comité demoníaco. Cuando nos sentimos amenazados, solemos incurrir en un tipo de comportamiento basado en el lema de que Nosotros hemos de defendernos contra Ellos, dado que Nosotros somos Buenos y Ellos son Malos; lo que, unido a un mundo en el que las decisiones suelen tomarse por grupos más o menos grandes -comités- que, no importa lo majos, listos y sensibles que sean los integrantes de dichos grupos, en conjunto se comportan de forma irracional, incluso criminalmente irracional,  nos lleva a que las crisis suelen desembocar en aquello que se pretende evitar: ¡la guerra!. Es sabido que los comités, ante una amenaza a la seguridad colectiva real o percibida como real, anulan cualquier disensión, no importa lo racional o humanitaria que sea, y sacrifican todo asomo de blandura en su afán por diseñar una "hoja de ruta". Bueno, a veces así ocurre, como por ejemplo en la segunda guerra de Irak. O eso dicen.

Pues parece que, si estás en un comité, lo eres
 
 
11. Hipótesis de la guerra como negociación con rifles y cañones. Según los que postulan esta hipótesis, elegante a la par que optimista y tan proactiva como razonable, la guerra es un modelo de negociación de un tipo un poco especial que surgió no a causa de un deseo de matar grabado en los genes de los hombres-mono, sino porque se trata de una herramienta relacional entre grupos en conflicto que surgió con los albores de las sociedades civilizadas. Es una hipótesis optimista porque implica que la guerra siempre terminará con algún tipo de acuerdo. Es razonable porque para alcanzar el acuerdo se precisa llenar cementerios enteros con fragmentos corporales de personas. Aquí hablan de ello.

Negociando que es gerundio
 
 
12. Hipótesis de la gestión del miedo a la muerte y a la intrascendencia como detonante. ¿Puede nuestro terror a la Parca y la angustia que nos produce nuestra pequeñez llevarnos a librar guerras de exterminio contra otra gente, y de ese modo hacer que la Parca baile de alegría regocijada con tanta destrucción? Es posible. Esta hipótesis dice que todos tenemos miedo a morir. Por eso construimos clubes de filatelia, sistemas de creencias, tribus, sociedades, naciones soberanas y civilizaciones enteras que amortiguan, subliman o ahuyentan ese terror por medio de todo tipo de probadas artimañas psicológicas. Es en esos tinglados más-grandes-que-uno-mismo donde depositamos nuestras esperanzas de ser algo más que un trozo de carne con ojos que vino del polvo y volverá al polvo: aunque muramos, los logros de nuestra asociación de bailes de salón (o la civilización occidental o el modo de vida noruego o las enseñanzas del sagrado profeta o lo que cojones sea) nos sobrevivirán y todo ese rollo. Cuando se produce un desencuentro con otro tinglado más-grande-que-uno-mismo al que no estamos suscritos, somos proclives a emplear una inaudita cantidad de violencia para mantener íntegro nuestro propio tinglado. El tinglado que da sentido a nuestras putas vidas miserables. Porque si no matamos a esos infieles, o a esos herejes, o a esos negros de mierda, o esos blancos racistas, o esos comunistas, o a esos capitalistas-imperialistas, o a esos mutantes, o a esos alienígenas... ¿para qué estamos en este mundo?

El Pulpo Rojo nos amenaza con sus tentáculos.
Hay que matar al Pulpo Rojo
 
 
Fin del rollo. ¿Con cuál se quedan?



 

lunes, 24 de marzo de 2014

CÓMO SABER SI ESTÁN VIENDO UNA PELÍCULA DE NAZIS DE LAS ANTIGUAS

Bienvenidos al restaurante III Reich.
¿Tomarán entrantes o les sirvo directamente la Weltanschauung?
 
Para saber si están viendo una película de las antiguas en que aparecen nazis chungos, aquí van unas útiles pistas:
 
1. Los nazis llevan uniformes de Hugo Boss, los altos mandos con zamarras guapas de cuero negro y unas gorras con calaveras realmente acojonantes, y la clase de tropa cosas grises y marrones. Muy típicas las botas de caña alta impolutas aunque vayan pisando cagadas de perro. Algunos llevan una fusta. En películas muy antiguas suelen tirar de monóculo. Si el personaje ostenta un brazalete con una cruz gamada que destaca como una mierda en la nieve es que es un pedazo de nazi, un nazi particularmente nazi y orgulloso de su nazismo. Una variedad a tener en cuenta son los agentes de la Geheime Staats Polizei, que visten chaquetas de cuero que se quitan cuando van a torturar a alguien en un sótano, aunque el resto de su ropa es como de oficinista.
 
2. Son por lo general tontos del culo. En la vida real hicieron falta varios años para matarlos a todos, pero en las películas de nazis antiguas son una panda de gilipuertas tal que puede derrotarlos un crío un tirachinas. Por ejemplo, 236 nazis armados con subfusiles MP-40, ametralladoras MG42, panzers Tiger y cazas Messerchmidt 109 rodean a un solitario miembro de la Resistánce. ¿Y qué ocurre? Pues no se sabe muy bien cómo pero el de la Resistánce saca una pistola y se los carga a todos, cazas de combate incluidos. A lo sumo al de la Resistánce lo pueden malherir, pero aun le dará tiempo a largar un emocionante discurso sobre la libertad, la necesidad de luchar contra la tiranía y mandar un cariñoso recuerdo a su novia Marianne antes de expirar melodramáticamente.
 
3. Son malos. Malos-malos. ¿Por qué cuando no estamos de acuerdo con alguien decimos que es un puto nazi? Claro, los nazis de carne y hueso eran malos, pero los de las películas antiguas son malos con saña: no los soporta ni su madre.
 
4. Los nazis estos hablan un idioma especial, similar al alemán pero no exactamente alemán, llamado Alemán Simplificado Nazi-Glótico (ASNG). Se trata de unos chillidos como cuando matan a un gorrino, proferidos con el rostro encarnado, y que condensan en un extraordinariamente parco vocabulario todos los matices de la sensibilidad humana. Fascinante, aunque hay que recordar que la sensibilidad nazi es de por sí muy reducida: Wagner, fustas, desfiles, cruces de miradas viriles y poco más.
 
A continuación, el diccionario ASNG-español:
 
a) AJJJJTUNG!!! (¡atención!)
b) JANDE JOOCH!!! (¡arriba las manos!)
c) JAAAAALTTTTT!!! (¡alto!, o ¡deténgase usted, por favor!)
d) JABOOOLLL!!!! (¡a la orden!)
e) MAAAINNN FUGGERRR!!! (¡mi caudillo!: refiriéndose siempre al jefazo nazi principal, conocido como el cabo, el muerde-alfombras, el Adolfo o el camarero del Ritz)
f) ESSSCHEISSE!!! (¡mierda!: la única palabra malsonante que un nazi emplea y que utiliza en múltiples aspectos de su quehacer diario)
g) RAUUSSSS!!! (¡fuera!, ¡largo!, ¡humo!, ¡a tomar por saco de aquí, hostias!, etcétera)
h) KKOMMMANDANTTT!!! (¡comandante!: los grados militares de los nazis se han fusionado en uno solo, el de comandante. Esto es muy útil)
i) AAALLLARMMMMM!!! (¡alarma!: exclamación que aúllan los nazis cuando por ejemplo ven que alguien ha puesto dinamita en la vía férrea por donde va a pasar su tren, y que es pronunciada por ellos segundos antes de saltar por los aires)
j) MAINN GOTTTT INNN HIMMMEELLLL!!!!!! (¡Dios de los cielos!: los nazis expresan de esta forma su sorpresa al verse en una emboscada de comandos británicos o darse un martillazo en un dedo)
k) SIGGG JAILLLL!!!! (¡viva la victoria!: expresión cordial de saludo. Cuando dos nazis se encuentran por ejemplo en la cola del pan se quedan rígidos uno frente al otro, entrechocan violentamente los talones haciendo ruido, levantan el brazo derecho con la mano extendida y dicen esto. A veces optan por decir JAILLLL GITTLEERRR!!!)
l) ACH! (no tiene traducción, es una onomatopeya multipropósito que el nazi suele enunciar antes de decir cualquier cosa. Equivalente al ¡mosquis! de Homer Simpson)
 
 
- Jaaill Gittleerrr!!!
- Ach!



 
Esperamos que esta breve guía les sea de utilidad en algún momento de sus vidas. Buenas noches, o como diría un nazi, AAALLLAAAAARMMMMM!!!!!!

viernes, 21 de marzo de 2014

GTC: GRAN TOSTÓN CUÁNTICO

Como saben, en 1935 Erwin Schrödinger , que estaba hasta la polla de las chorradas que decían sus colegas sobre el espinoso asunto del colapso de la función de onda de las partículas, imaginó un Gedankenexperiment (1) para mostrar lo absurdo que era todo.
 
El Gedankenexperiment tiene que ver con un gato metido en una caja, y ha pasado a la posteridad con el nombre de
 
 
EL PUTO GATO DE SCHRÖDINGER
 
 
¡Me cago en vuestros muertos!





Tenemos un gato metido en una caja, y en la caja hay un frasco de veneno, y el frasco de veneno está unido a un martillo, y el martillo está conectado a un vial, y el vial está conectado a un recipiente con un material radiactivo.
 
¿Cómo se llama el gato? Eso no lo sabemos: pongamos que se llama Señor Bigotes.
 
El material radiactivo está compuesto por átomos radiactivos. Los átomos radiactivos suelen mostrar una actividad llamada decaimiento radiactivo, que consiste en que de vez en cuando un átomo del material emite neutrones y va y se desintegra, convirtiéndose en un átomo distinto. Así es.
 
Como quiera que los átomos son cosas pequeñas, y dado que las cosas pequeñas siguen las leyes abracadabrantes de la física de cuantos, el hecho de que un átomo radiactivo decaiga es arbitrario.
 
Bien: Erwin, para hacer su argumento más escueto y comprensible, adujo que el material radiactivo de la caja tiene una tasa de decaimiento de un átomo por hora. Esto significa que en el trascurso de una hora un átomo de la caja emitirá neutrones y decaerá, o no. Recordemos que el hecho de que se produzca el decaimiento depende del azar:
 
a) Si decae, los neutrones emitidos activan un sistema que hace que el martillo se mueva; el martillo golpea el frasco de veneno, el frasco de veneno se rompe, el veneno se libera, el Señor Bigotes muere.
 
b) Si no decae, no se mueve el martillo, y el Señor Bigotes dice miau.
 
Ahora Erwin se imagina a sí mismo fuera de la caja cerrada con el Señor Bigotes dentro de ella, observando la caja con gran interés. Por lo que yo sé -dice Erwin-, el gato de esta caja puede estar vivo o muerto. De hecho -continúa- según las matemáticas empleadas en la descripción del decaimiento, desarrolladas por mí mismo y por mis colegas, que son gente por lo general con caras muy peculiares y delgados de complexión, el sistema debe describirse como una superposición de estados: el estado en el que decae un átomo, <, y el estado en que no se produce decaimiento, >: < + >. Este estado superpuesto de posibilidades se puede describir efectivamente como una larga ecuación con operadores hamiltonianos y otras idas de olla esotéricas, ecuación que se conoce como función de onda. Y dado que la función de onda está conectada de una manera muy literal con el destino del Señor Bigotes, el estado del Señor Bigotes dentro de la caja también se puede describir con toda formalidad como una superposición de estados: muerto (M) y vivo (V), M+V.
 
Si se produce < tenemos M, si se produce > tenemos V.
 
Entonces, dice Erwin Schrödinger (que era un excelente alpinista y sabía tocar muy bien el violín), para saber realmente si el Señor Bigotes está M o V, tengo que hacer una medida. Por medida, en este caso, se entiende abrir la caja y mirar en su interior. Esto es analogía de lo que se conoce como "medida" en la mecánica cuántica: emplear la observación para "colapsar" el grado de superposición de un estado cuántico equivale a mirar dentro de la caja para "colapsar" el estado del gato en su interior: "colapso de la función de onda". Piensen en un electrón partícula ondeando en un átomo: hasta que no lo observamos, su estado es una etérea nube de probabilidad que viene dada por su función de onda. Cuando lo medimos, decimos: ajá, el puto electrón está aquí.
 
Para Erwin, el hecho de que no haya forma de saber si el Señor Bigotes está vivo o muerto hasta que no se abra la puta caja, y su corolario, el hecho de que hasta que no se abra la puta caja el estado de salud y el alma del Señor Bigotes se defina como la superposición del Señor Bigotes vivo + el Señor Bigotes muerto, conduce a una reducción al absurdo: maldita sea, en el mundo real, macroscópico, fijo y newtoniano, siempre sabemos si un gato está vivo o muerto. Hostia puta ya. De modo que todo el asunto del colapso de la función de onda le huele a chamusquina a nuestro Erwin. En otras palabras, Erwin se encontraba incómodo con el tema de que las partículas subatómicas existieran de alguna forma como entidades probabilistas puras hasta el momento en que alguien o algo las observa (lo que constituye el núcleo teórico de una de las escuelas de la mecánica cuántica llamada Interpretación de Copenhague).
 
Hubo gente que propuso alternativas a la Interpretación de Copenhague. Si hay algo en esta historia son alternativas. Un tipo llamado Hugh Everett, III, por ejemplo, lanzó la idea (en su tesis doctoral) de que en realidad, cada vez que se realiza una medida, el universo se escinde en dos universos diferentes por lo menos. En uno de ellos se produce un resultado, y en el otro, el otro resultado. Esta Interpretación de los Muchos Universos aplicada al dilema de la caja gatuna nos diría que cuando se abre la caja el universo se divide en dos universos, el universo 1 y el universo 2. En el universo 1 Erwin 1 abre la caja y se encuentra al Señor Bigotes 1 vivo, por ejemplo. Y en el universo 2, naturalmente, Erwin 2 abre la caja y ve que el pobre Señor Bigotes 2 está fiambre. Pensando de esta forma se consigue algo que complace a los físicos: se conserva el determinismo. El azar queda abolido. Todos los resultados se producen, por lo que en el fondo no hay aleatoriedad. Lo malo de esta escuela de pensamiento cuántico es que es bastante jodido demostrar toda esa mierda de universos múltiples experimentalmente. Por no decir que es imposible sin un portal transdimensional de Yog Sothoth.
 
¿Con cuál interpretación se quedan? ¿Qué escuela les atrae más? Se la trae floja todo esto, ¿verdad?
 
Por cierto, un tipo gracioso llamado Eugene Wigner propuso una adenda al Gedankenexperiment de la caja. Con esto acabamos.
 
Wigner dijo: supongamos que en vez de ser Erwin el que se encarga de abrir la caja lo hago yo, Eugene Wigner. Soy un tipo al que le gustan mucho los gatos. De modo que si abro la caja y encuentro al Señor Bigotes vivo, me alegraré mucho. Pero si lo hallo envenenado e inerte, oh, qué triste me pondré. Y supongamos que Erwin está mirándome por la ventana del laboratorio, tomando notas.
 
Todo esto puede describirse en términos de superposición de estados, por supuesto. Si A es alegre y T es triste, el sistema es tal que así (siempre y cuando no se haya abierto la caja):
 
a) Para el material radiactivo: < + >
b) Para el Señor Bigotes: M + V
c) Para Eugene Wigner: A + T
 
Por lo tanto, para Erwin, mientras no se realice una medida, el Señor Bigotes está muerto y vivo a la vez y Eugene Wigner está triste y contento al mismo tiempo. Dado que sentirse alegre o triste son, cuando menos, estados absolutos macroscópicos, el absurdo cabalga al absurdo. Y puede ampliarse la absurdez hasta donde queramos: Wigner tendrá arañazos en los ojos y no tendrá arañazos en los ojos al mismo tiempo, Wigner y Schrödinger se irán de copas y no se irán de copas a la vez, etcétera. Ante semejantes boludeces el sentido común se sonroja.
 
Lo mejor de toda esta puta mierda es que el mundo recuerda el experimento del gato en caja como una especie de ilustración Disney de las rarezas de la mecánica cuántica, cuando lo que en realidad quería decir Schrödinger es que hay algo que falla en los mismos cimientos de la interpretación de Copenhague. Es un poco como lo que pasó a sir Fred Hoyle: fue el tipo que se inventó el término Big Bang para ridiculizar la idea de que el universo tuvo un comienzo en el tiempo a partir de un huevo cósmico diminuto... y vio cómo su chiste se convertía en el nombre oficial de la teoría que detestaba. El mundo de la ciencia está lleno de tonterías de este estilo. Por otra parte, el mundo de los taxistas y el de los notarios también, y ellos no meten gatitos en cajas.
 
¡GTC!
 
 
 
 
 
 

 

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 (1) "Experimento mental" en orco.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 


UNA HISTORIA DE AMOR INTERRUMPIDA

CARTA PERSONAL DE NIKOLÁI IVANOVICH BUJARIN A IÓSIV VISSARIONÓVICH DZHUGASHVILI

FUENTE: Centro Ruso de Conservación y Estudio de Documentos de la Historia Reciente del Servicio de Archivos de la Federación (RTsKhIDNI).

NOTA: Hemos usado el traductor de Google intentando que la cosa suene vagamente a castellano. Dado que Nikolái era bastante grafómano, se ha purgado recortado muchísimo la extensión del documento original, conservando aquellos fragmentos más relevantes a nuestro parecer.

DESCARGO: Aún así se trata de una mierda muy larga.

La carta comienza así:
ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL
PERSONAL
SE SOLICITA QUE NADIE PUEDA LEER ESTE DOCUMENTO SIN EL PERMISO EXPRESO DE I. V. STALIN
DESTINATARIO: I. V. STALIN
CONTENIDO: 7 PÁGINAS + 7 PÁGINAS DE MEMORANDOS
10 de diciembre de 1937
Iósiv Vissarionóvich:
Es posible que esta sea la última carta que te escribo antes de mi muerte. Por lo tanto, aunque esté preso, te pido que me dejes hacerlo sin caer en la jerga burocrática, sobre todo considerando que te la escribo únicamente a ti [sigue algo que no podemos traducir]
He llegado a la última página del drama y es posible que de mi vida. Me ha costado mucho la decisión de tomar el lápiz y el papel. Al escribir esto, el miedo y muchísimas emociones que giran dentro de mí me estremecen y apenas puedo controlarme. Pero, porque me queda tan poco tiempo, quiero despedirme de ti con antelación, antes de que sea tarde, antes de que mi mano ya no escriba, antes de que mis ojos se cierren, mientras mi cerebro todavía funciona.

Para evitar malentendidos, te diré desde el principio que [sigue algo que no pillamos] No puedo dejar este mundo sin escribirte estas últimas líneas porque estoy atormentado de tal manera que debo comunicártelo.

1) [no lo pillamos] te doy mi palabra de honor de que soy inocente de los delitos que admití en la investigación [o en el juicio, no está claro].

2) [un largo tocho en el que Bujarin describe el pleno de Comité Central del Partido en el que se produjo su caída definitiva, lo más importante es esto] También fui culpable de [¿doblez? ¿duplicidad?] en 1932 en mis relaciones con mis "acompañantes", porque creía que así los RECUPERARÍA PARA EL PARTIDO. Eso es todo. Al decir esto MI CONCIENCIA QUEDA COMPLETAMENTE LIMPIA. EL RESTO NO OCURRIÓ O, SI OCURRIÓ, NO TENGO LA MENOR NOTICIA DE ELLO.

De modo que en el pleno dije la verdad y NADA MÁS QUE LA VERDAD pero nadie me CREYÓ. Y aquí te estoy diciendo la verdad: todos estos años he seguido las directrices del Partido y he aprendido a respetarte y amarte sabiamente.

3) [no sabemos qué dice Bujarin aquí, quizá admite que en su juicio admitió los pecados que se le atribuían porque es un buen bolchevique y el Partido nunca se equivoca]
4) [?, y luego dice ] Hay algo de GRANDEZA Y DE ATREVIMIENTO EN LA IDEA POLÍTICA DE UNA PURGA GENERAL. Se relaciona con a) el estado prebélico y 2) la llegada de la democracia. La purga ha de incluir a 1) los culpables, 2) las personas sospechosas y 3) las personas de las que podría sospecharse. He sido un factor clave en la administración de todo esto. [tocho de Bujarin] Por favor, no creas que te echo la culpa de nada. No nací ayer. [...] sería miserable poner mi propia situación personal al mismo nivel que las GRANDIOSAS TAREAS que descansan ante todo sobre tus hombros. [...]
5) [...] Mi corazón no encuentra descanso al pensar que puedas considerarme culpable de todos estos [¿espantos? ¿horrores?] ¿Qué significa eso? Resultaría que he estado privando al Partido de mucha gente (empezando por mí mismo) o sea, que me he comportado malignamente de forma deliberada. [un largo tocho de conmiseración hacia sí mismo, dudas, confusión y termina] ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo hacer?
6) No deseo ningún mal a nadie ni tengo resentimiento. No soy cristiano, pero tengo mis excentricidades. Considero que esto es un castigo por los años en los que hice campaña. Y, si tengo que decirlo todo, me tiene obsesionado un hecho, que quizá hayas olvidado: en una ocasión, quizá en el verano de 1928, estaba en tu casa y me dijiste: "¿Sabes por qué te considero mi amigo? Porque eres incapaz de urdir conjuras, ¿verdad?" Por aquellos tiempos andaba con Kámenev [ejecutado el 25 de agosto de 1936]. Te lo creas o no, no puedo olvidarme de eso. ¡Dios mío, que niño he sido! ¡Qué cretino! Y ahora lo pago con mi honor y con mi vida. Perdóname, Koba. Lloro mientras escribo. [sigue en esa vena varios párrafos más]
7) En mis visiones de enfermo, te he visto varias veces, y una vez vi a Nadezdha Sergeevna [Alilúyeva, la segunda esposa de I. V. Stalin]. Se acercó y me dijo: "¿Qué te han hecho, Nikolái Ivanóvich? Le diré a Iósiv que te ayude". ¡Era tan real que estuve a punto de pegar un salto y escribirte una carta... para que me ayudaras! Confundía la verdad y la mentira en mi cabeza enferma. [sigue un largo pasaje en tono melodramático en el que Bujarin recuerda su amistad de muchos años con "Koba", las aventuras que han vivido juntos (como por ejemplo la guerra civil y la deskulakización, cosas ambas capaces de crear un fuerte vínculo entre dos camaradas) y vuelve a la idea de lo muy grande, sabio y bueno que es I. V. Stalin]
8) Permíteme, por último, expresar mis peticiones de importancia menor.
a) Me es más fácil MORIR que enfrentarme  a un juicio: no sé si podría controlarme. [sigue un párrafo donde expresa su temor a cagarla durante el juicio, haciendo o diciendo algo que avergonzara al Comité Central del Partido y/o a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas] Te pido pues que me dejes morir antes del juicio. Sé que tratas estas cosas de forma muy severa, por supuesto.
b) Si soy condenado a pena capital, te imploro que no sea muerte por fusilamiento. Deja que tome veneno en mi celda, déjame tomar morfina para quedarme dormido para siempre. Esto es de gran importancia para mí. No sé cómo expresarme para rogarte que tengas un acto de caridad. Después de todo, nadie se enteraría y no es una cuestión política. ¡Por favor, apiádate de mí! [sigue en esa vena y termina] TE LO RUEGO...
c) Deja que me despida de mi mujer y de mi hijo [siguen varias líneas donde Bujarin habla de que su mujer sin duda se suicidaría si se enterase de las cosas horribles de las que acusan, así que pide al gran Stalin que su mujer no sea informada del contenido de las mismas; también dice que su padre está mal de salud y que el trastorno de un gran juicio podría afectarle; etcétera]
d) Si no soy condenado a muerte, me gustaría solicitar, previa consulta con mi mujer, lo siguiente [creemos que en este punto pide que o bien que le deporten a Estados Unidos o bien que le envíen a un gulag para poder fundar una academia de ciencia y filosofía. Caramba]
¡Iósiv Vissaronióvich! [un poco más de cháchara y finalmente]: Me estoy preparando mentalmente para marcharme de este mundo y siento por todos vosotros, el Partido y la causa, un amor ilimitado. Te he escrito. He dejado todo claro. [...]
A pesar de todo, a pesar del dolor y de las lágrimas, estoy escribiendo. He limpiado mi conciencia ante ti, Koba. Te pido perdón una última vez, perdón de corazón. Y te abrazo en mi mente. Adiós para siempre y recuerda con benevolencia a tu desgraciado
N. Bujarin