sábado, 31 de enero de 2015

OTRA DE DICK

Amazon ha serializado una novela de Philip Kindred Dick (a partir de ahora, PKD). El piloto en HD es accesible gratuitamente aquí, si es que viven en EE.UU., Canadá o Japón, ya que hay limitación territorial, y también se podía ver en YouTube en calidad High Shit en el resto del mundo. Ya no. Han cancelado la cuenta asociada.
Ha sido producida por Ridley Scott, el director que antaño entregaba maravillas de celuloide a un mundo agradecido, y que ahora defeca zurullos de celuloide en un váter atascado, por lo que todos podemos olerlos. El piloto lo ha dirigido uno de los encargados de la serie Héroes, así que seguro que está bien, porque la serie Héroes es muy buena. O eso dice nuestro vecino del cuarto, que tiene doce años. Con estos mimbres es imposible que sea mala.

La novela es, obviamente, The man in the High Castle, el libro de 1962 en el que PKD amablemente deja un poco aparcadas gran parte de sus alegres paranoias producto de las anfetaminas y cuenta cómo sería el mundo si el Eje hubiera o hubiese ganado la Segunda Guerra Mundial. Estamos ante una de las más famosas ucronías de la historia de la ciencia ficción, en la que hay ucronías a cascoporro. Decíamos que no es una novela muy dickiana, aunque hemos de decir también que se emplea el Libro de los Cambios (o I Ching) para embarcarse en una curiosa indagación sobre el concepto de Realidad, y la trama de espionaje que desarrolla termina convirtiéndose en una alucinada sitcom en la que los personajes de pronto dejan de actuar como seres racionales y hacen y dicen cosas jodidamente raras. Algunos dicen que esta novela es la mejor creación de PKD; otros dicen que no hay que hacer caso a los que dicen eso, que la mejor obra de PKD es Ubik, y que al que diga lo contrario hay que darle una colleja. Pero una colleja de las que pican. De las que dejan la nuca enrojecida. De esas collejas que suenan. Como nosotros no hemos leído ninguna novela de PKD y hablamos de oídas como es habitual, no sabríamos decir cuál es la mejor.
En la novela los nazis son presentados bajo un prisma mucho más oscuro que el de los japoneses. De hecho uno de los protagonistas es un japonés de lo más majo. Eso no importa si se lee a lo loco, suponemos, pero cualquiera que sepa algo sobre la masacre de Nankín, por ejemplo, o sobre el Laboratorio de Investigación y Prevención Epidémica del Ministerio Político Kempeitai, o sobre los desmanes del Ejército Imperial en el Pacífico, podría no estar del todo de acuerdo. Porque si se conoce aunque sea de refilón toda la mierda japonesa  de las décadas de 1930 y 1940, puede sobrevenir la sensación de que PKD no conocía estos hechos lamentables, o que no le importaban. Como PKD nos cae bien nos inclinamos a pensar que no los conocía en detalle. Es sabido que se documentó exhaustivamente sobre la Alemania nazi para escribir su magnum opus, pero quizá no escarbara tanto en la historia del Japón Sowa. Y el horror nazi, al ser europeo, pretendidamente culto y de lo nuestro, a lo mejor deja más huella en las mentes atribuladas de Occidente que el horror japonés.
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En la ucronía de PKD, pues, el punto de divergencia parece consistir en que Roosevelt la espicha antes de Pearl Harbour. El Eje gana la guerra y ocupa zonas de los Estados Unidos.  Los nazis han instalado campos de concentración y cámaras de gas en Nueva Jersey (ellos ocupan la costa este de los Estados Unidos) y han colonizado la Luna y hay una bandera con la esvástica plantada en Marte. Y los blancos con estatus de San Francisco se hacen llamar pinocs y se broncean artificialmente para parecer japoneses (que ocupan la costa oeste de los Estados Unidos). Entre ambas colonias, hay un territorio no ocupado que hace de tampón y al que llaman el Ucrónico Estado de las Montañas Rocosas o algo así. En la novela África ha sufrido un genocidio ucrónico espantoso al que se alude tenebrosamente pero que no se explica en detalle, y los nazis desecan el Mediterráneo con bombas de hidrógeno para plantar nabos. También se describe un floreciente mercado de antigüedades norteamericanas certificadas (relojes de Mickey Mouse, entradas para un espectáculo de Broadway de los años veinte, revólveres de la Guerra Civil) que los japoneses coleccionan con fervor y ucrónicamente. Otro aspecto curioso y ciertamente ucrónico (que por lo visto no ha sido adaptado para la serie de Amazon) es que la esclavitud de los negros ha vuelto a instaurarse en territorio norteamericano. Pero lo mejor de todo es que en el universo ucrónico de la novela existe un autor de bolsilibros cutres (nos tememos que un trasunto del propio PKD) que ha escrito La langosta se ha posado, una novela prohibida por los ocupantes en la que las cosas suceden como en nuestro mundo. Es decir, los Aliados ganan la Segunda Guerra Mundial. Es este juego de espejos, la novela barata dentro de una novela barata, lo que otorga a El hombre en el castillo la categoría de genialidad gafapástica. Aunque sea genialidad gafapástica barata. Y sí. Nos encanta la palabra "ucronía" y la usamos siempre que tenemos oportunidad.
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PKD puso de moda un poquillo (en el campo de la literatura fantástica de ciencia ficción, que es un campo bastante feo y artísticamente desagradecido, lleno de cagadas de vaca y matorrales mustios, un campo en el que pacen y berrean los consumidores infantiles de basura que no han llegado a apreciar por falta de madurez y perspectiva la Verdadera Literatura) las historias con nazis triunfantes. Suya es también la norma de estilo no escrita de las ucronías nazis que consiste en que, si habla un nazi, lo hace en una extraña jerga mixta en la que se mezclan palabras normales y palabras nazis, como por ejemplo:

- Pepe, ¿dónde has dejado el Edelweiss de corcho que te regalé para celebrar el trigésimo quinto aniversario del Partei?
- Pues no lo recuerdo, meine fraülein.
- Ostras, esta casa necesita más lebensraum

, y cosas así. El objetivo es dejarle claro al lector que los personajes que así hablan son nazis. El caso es que las novelas de nazis triunfantes suelen ser best-sellers, y es que mucha gente disfruta leyendo las narraciones de nazis alzándose con la victoria. Quizá sea porque esos capullos del paso de la oca y el Führer bohemio y la maquinaria de guerra y los uniformes negros de Hugo Boss siguen fascinando a los buenos pequeñoburgueses temerosos de Dios.








Pero parece que la serie de aleja de los preceptos de PKD y toma otros derroteros. La mayoría de las críticas están siendo positivas, incluso entusiastas, pero los hay que echan de menos el sabor dickiano, como hacen aquí. Por otra parte, viendo lo que se puede ver, se comprueba que la sombra de la HBO es alargada. Eso sí, mezclar la bandera de las barras y estrellas con la cruz gamada es todo un puntazo. 


martes, 27 de enero de 2015

ENCIENDE UNA VELA, O ENCIENDE MIL

Micrografía electrónica de una célula de adenocarcinoma replicándose.
Obtenida por investigadores de Eli Lilly, encontrada aquí.
 
Acabo de leer en un libro titulado Sonríe o muere que una mujer con cáncer de mama en fase IV (no hay fase V, amiguitos), al enterarse de que el Cangrejo había alcanzado sus huesos, escribió al sanador cuántico y gurú de la meditación y negacionista del sida Deepak Chopra lo siguiente:
 
A pesar de que sigo los tratamientos, de que he trabajado mucho para librarme de todos los sentimientos tóxicos, he perdonado a todo el mundo, he cambiado de hábitos y he empezado a meditar, a rezar, a comer bien, a hacer ejercicios y a tomar suplementos, el cáncer vuelve una y otra vez. ¿Se me está pasando por alto alguna lección que debería extraer del hecho de que continúen las recidivas? Estoy segura de que al final ganaré, pero cada vez que me dan un diagnóstico me cuesta más mantener una actitud positiva.
 
Y Deepak Chopra, en vez de callarse la puta boca, o decir algo estúpido pero inane, por que qué se le puede decir a esta mujer que no sea estúpido e inane, le responde:
 
Según mi opinión, estás haciendo todo lo que está en tu mano para curarte. Solo tienes que seguir así hasta que el cáncer se vaya de una vez por todas. Ya sé que resulta muy decepcionante el ir haciendo tantos progresos y ver que vuelve, pero a veces el cáncer es verdaderamente pernicioso, y exige la mayor diligencia y la mayor determinación para que llegue el momento en que lo superes.
 
OK. De acuerdo. Es una respuesta optimista y respetuosa. Pero hay algo que me huele mal, muy mal, y lo siento si ofendo a algún creyente en el poder curativo del buen rollo, pero así es. Porque da la sensación de que la mujer con cáncer de mama en fase IV (no hay fase V) tiene que ser positiva. Es decir, además de padecer los efectos tóxicos de la quimio o radioterapia, sufrir dolor y sentir como algo indescriptible se la está comiendo por dentro, tiene que meditar y rezar y perdonar a todos y poner buena cara y comunicar sus fallos de actitud al maestro zensuni de turno. No lo entiendo. No entiendo por qué no es suficiente con lo que tiene, no sé por qué cojones tiene que ser positiva. Como si el hecho de que acabara perdiendo la vida fuera resultado directo de la actitud: como si el hecho de no mantener una actitud sobrehumana de alegría loca y optimismo la condenara a muerte. Creo que es una locura. Creo que quien afirma, directa o sutilmente, que una persona con Cangrejo muere porque se dejó morir no tiene entrañas.
 
Maldito seas, Deepak Chopra.
 
Esa es mi opinión. No sé si les ofenderé. En ese caso, lo siento mucho. Pensemos, si es posible, en el cáncer de mama. El cáncer de mama no es otra cosa sino un puto monstruo. En los viejos tiempos, en el Egipto antiguo o en la época de Galeno, solamente había un pronóstico para el cáncer de mama: no hay cura. Con el progreso de la cirugía, surgió la mastectomía. Amputar el tejido del pecho afectado por el mal. Dicha técnica conoció un gran avance con la figura del cirujano norteamericano de apellido Halsted. Halsted, un  genio del bisturí cocainómano, inventó la mastectomía radical. Consistía en amputar todo el pecho encangrejado. Y los tejidos linfáticos subyacentes (muy radical). Y quizá parte de la pleura pulmonar (la hostia de radical). Y quién sabe, a lo mejor era necesario cortar un puñado de nervios asociados al sitio (ultra radical, sin duda). Lo que podría provocar, además de la mutilación, la pérdida de la capacidad de movimiento en un lado del cuerpo. Pero la cosa no quedaba ahí. A veces, para asegurarse, decían Halsted y sus entusiastas discípulos, podría ser necesario retirar una o varias putas costillas. El no va más de la radicalidad. ¿Por qué ese horror? Halsted y sus amigos eran médicos, no asesinos, pero se las veían con uno de los asesinos más despiadados de la humanidad. Debían ser duros: no podía temblarles el pulso. A veces sus mastectomías tenían éxito y las desfiguradas pacientes vivían. Pero a veces, de hecho muchas, demasiadas veces, y pese a haber recurrido a la más radical y sangrienta de las mastectomías, el mal volvía. En ocasiones en el otro pecho, en ocasiones en un lugar muy alejado y escogido como por azar. Y la paciente moría. Por segunda vez. ¿Halsted era bueno, malo, regular? Ni puta idea.
 
Este estado de cosas persistió hasta que se descubrió que la radiación y los venenos celulares eran capaces de masacrar al Cangrejo y las pacientes protestaron e hicieron valer sus derechos. Y a veces los cirujanos, fieles al juramento hipocrático, realizaban la mastectomía inmediatamente después de la biopsia, con la paciente anestesiada, sin haber solicitado su consentimiento. "He salvado otra vida", pensaba el cirujano. Y cruzaba los dedos.
 
Pero atención. La quimioterapia y la radioterapia tampoco son una cura del cáncer de mama. Ambos procesos (inyectar productos citotóxicos en el torrente sanguíneo o irradiar el tejido neoplásico quemando células), como ya saben, no discriminan entre células malignas en replicación y células normales en replicación. Ambos procesos destruyen por igual lo que está sano y lo que está enfermo. Es como matar moscas a cañonazos, o como me dijo una vez un médico: como matar una cucaracha echando abajo las malditas paredes. Y esos procesos no son definitivos, no son como el salvarsán que aniquila de una vez y para siempre jamás el bacilo de la sífilis. Pueden prolongar la vida de las víctimas del monstruo, pero no la curan. El monstruo puede volver. O no. Y no son tratamientos gentiles. Joder, no lo son en absoluto. ¿Conocen un compuesto químico llamado cisplatino? Las enfermeras solían referirse a este compuesto con el simpático nombre de "cisvomitino". Provoca de media veinte vómitos al día, la gente vomita tanto y con tanta fuerza que le acaban estallando los vasos sanguíneos de los ojos, ¡y les meten microgramos de esa mierda en las venas y lo llaman cura! He tenido el dudoso gusto de ver el cisplatino en acción, aunque no lo he sentido en mis carnes, y eso por un lado me hace sentir alivio, lo que es espantoso pero cierto, y por otro lado me hace gritar de rabia. Como dijo no sé quién, cuando se lucha con el Cangrejo (porque se trata de una maldita guerra) seguimos anclados en la barbarie: el Cangrejo se corta, se quema o se envenena. No hay alta tecnología médica aquí. Se siguen practicando muchas mastectomías. No hay balas mágicas.
 
Tampoco se conoce demasiado la etiología de la enfermedad y no hay una lista completa de factores de riesgo. Demasiados factores, abrumadora complejidad. El hecho puro y duro es que una mala jugada de cartas genética (oncogenes que se expresan cuando no deben y genes supresores de la proliferación celular irrestricta que no se activan cuando deben), unido a la edad y factores ambientales conocidos algunos, desconocidos otros, que pueden prevenirse relativamente (las mamografías son eficaces con mujeres que han superado la menopausia, mucho menos con mujeres que no), todo ello con múltiples variables de incidencia que no se conocen muy bien, hace que, a veces, en ciertas mujeres y no en otras, las células de los diversos tejidos de sus pechos decidan proliferar. Y proliferar. Y proliferar. Y etcétera. No les cuento nada nuevo. Es que estoy obsesionado con la idea. Lo siento.
 
Y algo parecido sucede con prácticamente todos los tejidos de los órganos del cuerpo de una persona, porque los órganos de la gente están hechos de células, maldita sea. Y el problema está en las células, en nuestras células de nuestros órganos, aunque a veces intervengan agentes externos como malos hábitos, virus o bacterias. Es un puto lío de mierda. Hay que saber más. Investigar más. Se pueden encender todas las velas rosas que se quieran; se pueden vender todos los putos ositos de peluche con lacito rosa que existen bajo el arcoíris; se pueden llenar las paredes de las salas de espera de oncología de los hospitales con pósteres chulos con lemas bonitos (A VECES NO PUEDES QUEDARTE QUIETO PARA COGER EL TREN DE LA VIDA, SINO QUE DEBES CORRER HACIA ÉL) hasta que ya no se vea la pintura de colores tranquilizadores de los azulejos; los psicólogos pueden dar todas las pautas de comportamiento ante el desafío del cáncer que aparezcan en sus libracos; se puede rezar a Dios, a los santos o a los cristales de energía. Supongo que nada de eso es malo. No hace ningún daño. Pero hay que saber más, joder.
 
Debemos conocer al enemigo.
 
Creo que no es de extrañar que la gente tenga miedo del monstruo, de que un buen día un señor o señora con bata blanca le diga que tiene esa cosa cuyo nombre no debe ser pronunciado en público. El Cangrejo, la grave dolencia, la terrible C. Y por eso necesitamos negar la maldita realidad. Les dirán, oirán y leerán muchas cosas al respecto. Que no mata el cáncer, sino la quimioterapia. Que una buena dieta, follar mucho, creer en el unicornio rosa invisible, tener una alta autoestima o evitar el estrés hace que te libres de contraer el cáncer. Que desde hace décadas existe la cura definitiva, y que dicha cura no se ofrece a la humanidad doliente por causa de la nefasta influencia del dólar y los tenebrosos manejos de Big Pharma. Que la mente controla el cuerpo, que la consciencia universal cuántica configura la realidad, y que si lo deseas, si lo deseas mucho, si lo deseas de verdad, de alguna forma lograrás que una célula maligna de tus pulmones opte por no proliferar. Es probable que alguien les diga, muy serio, que la negatividad produce cáncer de escroto. Sí, escucharán que la gente que vive en contacto con su yo interior, o en contacto con la naturaleza, o con Manitú, jamás conocerá a nuestro viejo amigo el Cangrejo. Leerán incluso que el puto monstruo es un "don", una "oportunidad" que se nos ofrece para conocer "el verdadero significado de la vida", algo que nos permitirá ser "mejores personas". Por lo tanto: si te toca, a poner buena cara y a dar gracias por la maravillosa oportunidad. Es una enseñanza que te da la vida. A no ser que, hostia puta, te mueras.
 
Todo esto me pone malo. Lo siento. Así es.
 
Porque pude observar detenidamente cómo una buena persona, una persona mucho mejor que yo, una persona a la que amaba, se iba al otro barrio hasta arriba de neomorfina. Escupiendo sangre negra, al final. Lo siento. Fue una observación empírica. Encendí velas y todo, ¿saben? Pero.
 
Enciende una vela, enciende mil. Al Cangrejo le importa un carajo.
 
 
 
 

sábado, 10 de enero de 2015

FALSEFLAGGERS

Caricatura de David Pope en alusión al atentado del 7 de enero.
Vía La Vanguardia Liberal
 
El miércoles 7 de enero de 2015, como ustedes saben, doce personas fueron asesinadas por otras personas mediante disparos de Automat Kaláshnikova en París. La violencia mediada por AKs y otras armas de fuego ha continuado en Francia hasta hace nada. Ahora, con su permiso, nos disponemos a hacer un test. Si la pregunta es: ¿quién o qué cree usted que ha sido el responsable de estas muertes?, las opciones disponibles son:
 
1. Los asesinatos fueron perpetrados por personas identificadas por la policía francesa y que por lo visto se adherían al movimiento islamista político en su vertiente más fanática (quizá en comandita con los deseos de esa panda tan maja que conocemos como Estado Islámico o con los de Al Qaeda en Yemen). Ellos mataron a varios caricaturistas y a dos de los policías que tenían asignada su protección, ya que los caricaturistas estaban amenazados de muerte, por el hecho de hacer mofa del islam y del profeta Mahoma, el cual es irrepresentable e inmofable para los musulmanes, por lo visto. Luego la responsabilidad de esas muertes recae sobre ellos y por extensión quizá sobre las ideas que les impulsaron. Si esas ideas eran de tipo religioso, político, político-religioso o incluso ideas de mierda producto de la maldad humana sin más, sería cosa para discutirla. Esta es, pensamos, la versión de los hechos más conocida, ya que es la adoptada por los medios de comunicación serios. Obviamente, "serio" es un concepto discutible en este caso: somos conscientes de que hay quien piensa que los medios de comunicación serios están en manos de no-se-sabe-muy-bien-quién con intenciones de lavado de cerebro no demasiado claras pero bien siniestras. Hay otras maneras de enfocar el asunto. Luego iremos con ellas. En fin, esta manera de presentar los hechos viene a considerar el atentado como la acción irracional de un par de homicidas encapuchados, y tiende a no cortapegar discursos de odio hacia la comunidad musulmana de Europa y el mundo... y advierte de que una probable consecuencia de todo lo que ha pasado es que aumente lo que se ha dado en llamar islamofobia entre nosotros, los europeos occidentales.
 
2. Los asesinatos han consistido en una operación de falsa bandera orquestada por el Mossad, que busca que la opinión pública francesa desista en su apoyo a los palestinos y se vuelva hacia las políticas del estado de Israel. Por ejemplo, un periódico de la India insinuó algo por el estilo pero hace poco se han desdicho y lo que aparece ahora en la página es una disculpa. De todas formas, no deja de tener pegada esta opción, aquí tienen otro ejemplo entre muchos. Si es que ya se sabe, esos judíos son unos cabrones arteros, no se andan con chiquitas para conseguir sus objetivos, etcétera. Los judíos son lo peor. Y a los falseflaggers no les engaña nadie. 
 
3. Los asesinatos han sido consecuencia, directa o indirecta, del flirteo y los paños calientes del presidente de los Estados Unidos Barack Obama para con el islamismo político extremista. En otras palabras, Barack no ha sido lo suficientemente duro con lo que ha dado en llamarse La Barbarie. O por lo menos eso es lo que Rush Limbaugh, locutor de radio norteamericano de talante conservador, parece insinuar. Y es que Barack Obamathep es lo peor, aparte de una nenaza.
 
4. Los asesinatos han consistido en una operación de falsa bandera orquestada por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de Cthulamérica. Eso opina, por lo menos, el Analista Político Aléxei Martinov en su Análisis Político del atentado hecho para el sitio web de noticias ruso Lifenews. Por si no son cirílicohablantes, digamos que Aléxei basa su pálpito en que Cthulamérica, por lo que sea, odia a muerte a la Madre Rusia y que por ello manipula a los europeos mediante el miedo, y el terror, y la suelta esporádica de supuestos yihadistas extremistas asesinos. Convirtiéndose de esa forma en el protector de Europa. Alejando a los europeos del titán ortodoxo oriental. O algo así. Parece que esta interpretación de lo acaecido en París es la que impera en la maquinaria propagandística putinesco-goebbleliana entre muchos gerentes de noticias de la Federación Rusa. No somos Analistas Políticos, lo sentimos si la cosa no queda muy geopolíticamente clara. En todo caso, los Estados Unidos de Cthulamérica son lo peorcito.
 
5. Los asesinatos han consistido en una operación de falsa bandera orquestada por los servicios de inteligencia de la France. En esta versión pesa mucho la historia del reciente intervencionismo francés en ciertos países que todos ustedes conocen, y hasta la polémica de los burkas. Algo por el estilo sugirió  un periódico norteamericano online que no es que sea excesivamente conocido, cosa de la que se ha hecho eco el sitio web Voltairenet con la intención de que más gente pueda saber de las entretelas de este suceso. Y es que Voltairenet no se casa  con nadie y llama al pan, pan, y al vino, vino, y a las falsas banderas las llama falsas banderas, hostias ya. No les extrañe que semejante aldabonazo se haga viral en los días que siguen.  Porque es muy posible que los gabachos sean lo peor, amigos.
 
6. Los asesinatos han sido orquestados de alguna forma por el KGB (o el FSB o el SVR o el GRU u otro acrónimo con tres letras que se nos ocurra, joder) ruso, es decir, por Yog-Putinoth, para conseguir lo que desea en lo más profundo de su corazón el Analista Político mencionado en el punto 4, esto es, un estrechamiento en las relaciones entre Europa y Rusia. Relaciones que han sufrido un enfriamiento por lo que ocurre en Ucrania. Sí, parece todo lo contrario a lo que se dijo antes, pero en ciertos círculos y think tanks y sobremesas de bar se menciona a Le Pen hija (sieg heil) como una aliada, consciente o inconsciente, de estas maniobras del Gremlin. Dichas maniobras en la sombra consistirían en alejar a los europeos de los Estados Unidos y acercarlos al cálido y mullido regazo de mamá Rusia. Y en efecto, también se busca socavar la autoridad de la OTAN. La OTAN no podía faltar en este baile. Aquí explican toda esta movida mucho mejor. Hasta qué punto están implicados los rusos en esta mierda, y cuál es su negocio con el Frente Nacional gabacho, es algo que solamente pueden saber los que saben, pero joder, Rusia es lo peor y Putin más.
 
7. Los asesinatos han sido consecuencia, en última instancia, de la miopía buenrollista de los propios políticos franceses. Que han permitido que los asquerosos musulmanes extremistas yihadistas asesinos barbudos machistas patriarcales intolerantes cabronazos aniden en su república donde arteramente se dedican a socavar la democracia ¡y quieren follarse a la mismísima Ilustración para instaurar el Califato! Porque islam significa "sumisión", cielos, y si le abres la puerta a un delincuente medieval mugriento y le invitas a que se instale en el salón y le ofreces un Martini y un subsidio de desempleo la cosa solamente puede acabar de una forma: con tu cabeza por los suelos. Estos peligros de la multiculturalidad es lo que parece que denuncian aquí. Lo mejor de todo es que lo anterior se puede aplicar a los políticos de Europa occidental en pleno, excepto a los que son un poco, cómo decirlo, ¿nazis?¿Patriotas?  Los musulmanes son lo peor de lo peor.
 
8.  Los asesinatos son culpa de Occidente. Occidente oprime de mala manera a los pueblos pobres del tercermundo. Occidente mata todos los días en silencio. Occidente explota las riquezas del tercermundo y a cambio ofrece la globalización, que es un invento cruel de los demonios capitalistas. Occidente no es lo peor, es lo siguiente. Es por esto que a veces a los desgraciados tercermundistas oprimidos se les va la olla, no aguantan tanta opresión, y se lían a tiros o bombazos y montan un pifostio del copón. Y lo peor de todo es que cuando eso ocurre Occidente se las apaña para redoblar su opresión sobre los pobres del planeta. Así opina un número no sabemos si elevado o normal o reducido de occidentales. Y con respecto a los asesinatos de París, y en España, la persona que da voz a ese colectivo parece ser Willy Toledo. Sentimos ponernos tan localistas, pero han de saber que en España las palabras de Toledo han causado una gran polémica. Sobre todo en las redes sociales, que es el lugar (físicamente incorpóreo) en el que los españoles suelen dirimir los asuntos que en ese momento lo están petando.  Para unos es Saurón, para otros, Gandalf. Y en las últimas horas, para echar más leña al fuego como si dijéramos, Toledo ha llegado a afirmar que el video grabado con móvil en el que se puede ver cómo uno de los asesinos/luchadores oprimidos por Occidente/musulmanes integristas intolerantes malvados/peones del Mossad/operativos encubiertos de la CIA/agentes del GRU/lepenistas encapuchados/marionetas de los Illuminati/lo que sean remata a un policía (musulmán) que está en el suelo mediante un disparo a bocajarro en la cabeza es un burdo montaje. Un fake. No es agradable hablar de estos temas, solamente piensen en la familia del agente al que han matado, pero la cuestión (para los que dudan de la veracidad de ese video) es que no se ven sangre y sesos volando, que es lo que se supone que debe ocurrir cuando metes una bala en la cabeza de alguien. O por lo menos eso es lo que pasa en las pelis de John Rambo o en el Call of Duty. Nosotros no lo entendemos muy bien: ¿y las otras once víctimas? ¿También son muertos de mentira? ¿Y el policía? ¿Es un actor o qué? ¿Sigue vivo? ¿Qué podemos saber, entonces? ¿Dónde está la verdad? El video de marras va camino de convertirse en la filmación Zapruder del siglo XXI (aunque sin sangre y trozos de cerebro), y sus aparentes inconsistencias han llamado la atención no solamente de Willy Toledo sino de otros abanderados del falsobanderismo ubicuo como por ejemplo David Icke. Que es el ex comentarista británico reconvertido en profeta y que ha denunciado por activa y por pasiva que nuestro mundo está gobernado por reptiles alienígenas interdimensionales que pueden cambiar de forma a voluntad y sacrifican bebés y nos controlan mediante microchips, vacunas y fumigaciones aéreas. Tenemos que un actor español tiende a pensar lo mismo que este último caballero acerca del video mentado. Los falseflaggers son un grupo heterogéneo de pensadores independientes, de eso no cabe duda.

 
9. Otro/s.
 
10. Dejadnos en paz y meteros vuestro tendencioso blog por el culo, mamones.

De modo que ¿cuál es la opción que eligen?