domingo, 15 de junio de 2014

COSAS QUE HACER EN UCRANIA

Como saben, algo está ocurriendo en Ucrania. Hace poco un cacho de dicha nación, la península de Crimea, pasó a manos de la Federación Rusa. Y ahora, por lo visto, grupos de personas tirotean a otros grupos de personas en otras zonas del país, y todas estas personas visten variantes más o menos estándar de un uniforme militar, con o sin pasamontañas, con o sin distintivo de rango, con o sin bandera, pero siempre con un Kalashnikov. Sabemos que uno de los grupos lo forma el ZSU -las fuerzas armadas ucranianas- leal al gobierno de Kiev, apoyado en su labor por una lista heterodoxa de elementos paramilitares que pueden ser patriotas o SS redivivos, según la fuente de rumores interesados información a la que presten oídos; y que el otro grupo lo integran los así llamados insurgentes, o fuerzas prorrusas, o separatistas, o ratas rabiosas, depende de a quien le pregunten o qué agencia de propaganda noticias online sea su preferida, y que incluyen bandas de moteros y todo. Dichos grupos se están disparando entre sí ,y cosas peores, en el este de Ucrania, sobre todo en el óblast de Donetsk: allí los "prorrusos" han proclamado una República Independiente de mi Casa.

Tipo encapuchado regordete con AK. Y guantes rojos.
Diario de las Américas
 
 No sabemos cómo definir esta situación: ¿qué etiqueta le va mejor? ¿Guerra civil larvada? ¿Conflicto separatista? ¿Lucha del legítimo gobierno de Kiev contra elementos insurgentes-terroristas patrocinados por Rusia? ¿O coacción militar del gobierno nazifascista de Kiev contra buenas gentes que únicamente piden la autodeterminación? ¿La OTAN versus el Kremlin? ¿El mundo libre contra el Oso autócrata ruso? ¿La Tercera Guerra Mundial? ¿Hostias en vinagre? Es un asunto complejo. Está muy lejos de nuestra escasa capacidad de comprensión. De guerra moderna sabemos lo que nos enseñaron en los Call of Duty para la Xbox 360 y un par de koans de Rambo. De modo que no vamos a analizar aquí la situación ucraniana. Ni vamos a indagar en la cronología de este caos. Tampoco vamos a repasar los factores geopolíticos, demográficos, logísticos, militares, gasísticos e históricos que a lo mejor encierran las claves de la crisis. Y ni mucho menos vamos a considerar las recientes investigaciones que apuntan a la posibilidad de que el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Vladimiróvich Putin, sea en realidad el Anticristo. Estas cosas se las dejamos a foros y agencias serios que buscan la verdad objetiva, como RT.
 
No, esto es una mierda de blog que habla de chorradas. Por lo tanto, hablemos de Igor Strelkov. ¿Y quién es ese señor? Lo cierto es que hay muchas formas de contestar a esa pregunta, y que muy posiblemente no tenga respuesta. Adentrémonos sin miedo en las tinieblas, bostezando por el camino.
 
Se podría empezar a contestar diciendo que Strelkov es el líder de facto de la insurgencia prorrusa en la región de Donetsk. Strelkov, un señor de la guerra del siglo veintiuno, la era de los drones y las gafas de realidad aumentada. Strelkov, al que sus huestes de la Milicia del Donbás apodan "Strelok", El Tirador. Sí, Igor es nada más y nada menos que el comandante militar de la autoproclamada República Popular de Donetsk, y está haciendo méritos el colega. No solamente admite estar recibiendo material bélico de manos del Kremlin, sino que cuando toca se arremanga y actúa. Por ejemplo, hace unos pocos días un tipo armado con un fusil automático arrestó al alcalde de Slavyansk, un caballero llamado Vyacheslav Ponomarev: supuestamente le apuntó con su arma, le obligó a entrar en un coche y luego lo condujo a un destino desconocido. Muchos medios que siguen el tema afirman que quien dio la orden de cesar en sus funciones y arrestar a Ponomarev fue el susodicho Strelkov, en un intento ciertamente tierno de consolidar su posición de preeminencia en el agitado mundillo de la insurgencia prorrusa del sureste de Ucrania. Tierno porque tanto Ponomarev como Strelkov pertenecen al movimiento separatista: ¡todo queda entre amigos!


Igor está a la izquierda.
Kyiv Post
 
 
Y aquí llegamos a la siguiente faceta de ese críptico poliedro humano llamado Strelkov: la de adicto a las redes sociales y  attentionwhore de manual. Igor es un usuario compulsivo y vicioso de Facebook y VKontakte, siendo esta última la red social más usada en Europa tras el artilugio de Mark Zuckerberg, orientada a clientes de habla eslava y procedencia euroasiática como rusos/as, ucranianos/as o turkmenistanos/as. Strelkov es de esa clase de tíos que no hacen más que postear pendejadas a cada hora expresando su opinión sobre lo divino y lo humano. Fue precisamente en Facebook donde colgó un actualización de estado en la que explicaba con su ampuloso estilo, que combina la jerga institucional con un subtexto de amenaza mafiosa, la detención de Ponomarev. Ponomarev fue arrestado por llevar a cabo actividades incompatibles con las metas de la administración civil, escribió. Y también le gusta conceder entrevistas, a quien sea (exceptuando agencias ucranianas de noticias, obviamente). Entrevistas donde se explaya en su visión del gobierno de Kiev como una junta tiránica formada por corruptos, oligarcas, antisemitas y serial killers. No le falta verbo para vender la moto. Ni se puede negar que le gusta figurar.
 
Sigamos indagando. Si uno curiosea en las cuentas que Igor tiene abiertas en el  piélago de las redes sociales en cirílico observará dos cosas: la primera, que nuestro hombre no es que sea prorruso, sino directamente ruso y del mismo Moscú; y la segunda, que a nuestro hombre le flipa la guerra. Más concretamente, le entusiasma salir en fotos vestido con uniformes periclitados muy chulos y recreando momentos estelares de la larga y muy amena historia de los conflictos violentos entre seres humanos. Esto no es tan extraño como suena. De la misma forma que el fanático de los tebeos va a convenciones vestido como Iron Man, Spiderman o la Linterna Verde, los fanáticos de la guerra como Strelkov disfrutan dedicando su tiempo de ocio a enfundarse en disfraces menos vistosos pero más aguerridos simulando participar en batallas. Algunos tienen querencia a la época napoleónica, y se pirran por un atuendo de húsar; otros se decantan por lo medieval, y ahí los tenemos, dando la barrila mientras se hacen pasar por caballeros teutónicos o almogávares. En el caso de Igor, parece que tiene una esfera de intereses bélicos de lo más amplia, pues van desde la gloriosa época de la lucha de su patria contra el fascismo

Con gran realismo de armas y bagajes.
War is Boring
 
 , hasta otros períodos igualmente fundamentales de la historia moderna de Rusia como puede ser el de la Guerra Civil, 1917-1923 d.C

Igor de Guardia Blanco en una tachanka, pasándoselo de puta madre.
glovalvoicesonline.org

 , pasando por el fascinante mundo de las legiones romanas durante la época de los césares, los gladiadores y los acueductos:


Strelkovius Maximus
War is Boring
 
Si a esto añadimos que dicho friqui de la guerra se dedicaba a asesorar sobre temas militares a tabloides moscovitas antes de coger el macuto e irse a Donetsk a liarla parda, nos empezamos a hacer una composición de lugar de lo más chunga. Un escalofriante maridaje de hobby y trabajo; un matrimonio terrorífico entre deseos y realidades. Es como si a un entusiasta de las motos se le da la oportunidad de echarle una carrera a Valentino Rossi. Como si a un amante del jazz se le apareciera Charlie Parker en el recibidor rodeado de relámpagos. ¡Como si a un consumidor pertinaz de pelis porno le ofrecieran participar en una orgía de una semana con sus actores/actrices preferidas! Tenemos a un tipo que ama la guerra, que sueña con la guerra, a quien la guerra le pone palote, y que, por un milagro de la política internacional, tiene la oportunidad de poner en práctica sus fantasías... ¿Un nerd tímido y obsesionado con la historia militar que de repente se convierte en lo que siempre, en el fondo de su corazón, ha soñado ser? Bien, cuando los de la agencia de noticias ucraniana TSN hicieron una visita al antiguo piso de Moscú de Strelkov entrevistaron a sus vecinos, y estos describieron a un hombre "educado" y de "modales encantadores". Tócate los huevos, con las dos manos. Los vecinos no conocían a la bestia sedienta de sangre. De hecho, para sus vecinos Igor Strelkov era Igor Girkin. "Strelkov" significa "fusilero" en ruso: de lo que se puede deducir que Igor se rebautizó con un nickname acorde con su aventura extranjera.
 
Pero la cosa no es tan melodramática, y hay todavía más tela de cortar si queremos llegar al fondo del Asunto Strelkov. Dado que Igor es un enemigo declarado de la nación ucraniana, una persona incapaz de darle un Me Gusta a una foto de Yulia Timoshenko subida al Facebook, el SBU (los servicios de inteligencia del estado ucraniano) se dedicó a investigar concienzudamente a El Tirador. Lo que encontraron apunta a posibilidades aún más sombrías. Girkin/Strelkov forma parte de la reserva del ejército de la Federación Rusa, con el grado de teniente, y estuvo destinado en  Bosnia a finales de la década de los noventa, y también estuvo al parecer en Transinistria y participó supuestamente en las dos guerras chechenas. El propio Igor ha hablado de sus experiencias  en una especie de viril autobiografía titulada, con cierta lógica, Bosnia Diary, y subtitulada "Un paracaidista ruso", de la que se han publicado fragmentos en la madre Rusia bajo el pseudónimo de Igor G. El problema es que uno no puede fiarse de Igor. Como todo varón romántico que glorifica la fuerza bruta y la mística de las armas, es muy posible que haya inflado sus hazañas. Chulería spetsnaz. Sin embargo, hay voces dentro del SBU que aseguran que Igor Strelkov/Igor Girkin no es un puto turista de la guerra probablemente ido del bolo, sino que trabaja para el GRU (el servicio de inteligencia militar del ejército ruso) y que tiene contactos con el FSB (la agencia que ha sustituido al KGB en la Rusia dictatorial federal-democrática-paternalista actual). Lo que significa que hay mogollón de siglas en el mundo de los servicios de inteligencia eslavos, y que quizá Igor esté obedeciendo órdenes de este señor:


 
 
Por lo tanto, ¿quién es Igor Strelkov quizá Girkin? En pocas palabras: ni pajolera idea. Su auténtica naturaleza queda velada por una niebla de apariencias: Igor se nos presenta ora como un señor de la guerra ataviado con uniforme de camuflaje que arresta a sus propios camaradas, ora como un obseso de las redes sociales con un simpático bigote; a veces parece un sabihondo obsesionado con la historia o un soñador que quiere probarse a sí mismo, pero podría ser un elemento del neo KGB enviado a Donetsk para desestabilizar el Euromaidán... Humo y espejos. La verdad es difícil de ver, como una cucaracha ahogada en un tintero.
 
Terminemos este ladrillo con una nota positiva. He aquí a una amorosa pareja formada por un ruso y una ucraniana. Miren esta fotografía y alimenten la esperanza, como nosotros, de que el Amor  terminará venciendo a la Guerra.

Principia Marsupia
 

Lástima que exista gente como Igor, El Tirador.
 
 
 
 

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