viernes, 27 de diciembre de 2013

¡RESEÑAS! ¡RESEÑAS! ¡RESEÑAS!

GEOFFREY PARKER, El siglo maldito. Clima, guerra y catástrofe en el siglo XVII. Editorial Planeta, 2013, 1485 págs.
 
 
 
Género: historietas.
 
El siglo diecisiete fue muy malo porque hizo mucho frío, los veranos eran cortos, llovía de más y eso. Debido a que el clima era muy malo, la gente lo pasaba muy mal. Por ejemplo, se moría de hambre porque las cosechas se retrasaban o se malograban. Y también hubo muchas epidemias, guerras, revueltas, cismas y actividad preocupante de manchas solares. Salen chinos y japoneses e indios pequot e ingleses y portugueses. Se hace corto. Cuatrocientas páginas de Notas. Uno de los índices de materias más extensos jamás recopilados. Referencias a cascoporro. Si lanzas este libro a la cabeza de alguien puedes producirle un traumatismo craneoencefálico.
 
Puntuación: seis copos de nieve.
 
JAMES GRAHAM BALLARD, Cuentos completos. Editorial RBA, 2013, 1275 págs.
 
 
 
Género: nueva ola.
 
Recopilación de todos los cuentos que escribió el tal Ballard. Se hace largo. En su mayoría son cuentos fantásticos (vg. una enfermedad extraña que vuelve las cosas de cristal en la selva amazónica) con referencias al Espacio Interior y a la Guerra del Pacífico. Un montón de analogías ballardianas para llevarse a la boca. Incluye sexo y mujeres misteriosas y obras de arte hechas con hierro que crecen y emiten sonidos y monolitos alienígenas y accidentes de coche y otras cosas raras.
 
Puntuación: cuatro rascacielos.
 
A. G. CAIRNS-SMITH, Siete pistas sobre el origen de la vida. Una historia científica en clave detectivesca. Alianza Editorial, 2013, 247 páginas.
 
 
 
Género: ateo materialista mecanicista.
 
Una historia de enorme aburrimiento erudición bioquímica en la que un científico con nombre de marqués nos intenta convencer ALERTA SPOILER de que la Vida en la Tierra surgió de moléculas químicas de nombres largos apilándose en arcillas. O algo así, lo cierto es que no lo sigo. Por otra parte, todos saben que la Vida en la Tierra fue originada ALERTA SPOILER gracias a los experimentos genético-recreativos de los Primordiales de cabeza de crinoideo de la Antártida. ¿De qué cojones vas, Cairns-Smith?
 
Puntuación: tres ribosomas.
 
DAVID ICKE, Hijos de Matrix. Cómo una raza interdimensional controla el mundo desde hace miles de años. Ediciones Obelisco, 2010, 658 páginas.
 
 
 
Género: no ficción.
 
Aquí un comentarista deportivo que tuvo una revelación y sabe muy bien de lo que habla nos muestra la cara oculta de la realidad, y la cara oculta de la realidad tiene escamas. Los lagartos de la dimensión inferior se cruzaron con los habitantes de la Atlántida creando un linaje híbrido que domina el mundo en nuestros días. Y también: lemurianos, el culto a la serpiente, muchos pedófilos, bases subterráneas de lagartos intedimensionales, ojos dentro de triángulos, ojos dentro de triángulos en billetes, ojos dentro de triángulos en logos corporativos, pirámides, judíos, judíos con ojos triangulares, etcétera. El libro que debería sustituir a la Biblia en las mesillas de noche de todos los hogares libres.
 
Puntuación: diez ojos dentro de triángulos.
 
JOTA ERRE ERRE TOLKIEN, El Hobbit, Editorial Minotauro, 1993, 310 págs.
 
 
 
Género: erótica.
 
Sinopsis: Bilbo Bolsón, un hombrecillo enano con los pies peludos y habitante de la Comarca, que es como Inglaterra pero con más árboles y sin cabezas rapadas, conoce a un misterioso y atractivo hombre maduro de larga barba blanca con cuya guía se internará en el territorio prohibido y excitante del sexo homosexual BDSM. Poco a poco, el hombre maduro y sus díscolos acompañantes enanos le mostrarán la delicia secreta que esconde se embarca en una aventura trepidante para recuperar el tesoro de los enanos de la Tierra Media, ahora en posesión de un dragón que habla. Con poemas y arañas y elfos y poemas élficos y teriántropos. Violencia extrema, no se recomienda su lectura a menores y lectores de Dostoievski.
 

Puntuación: cuatro anillos y 1/2.

DONNA ALWARD, Inesperada luna de miel, Editorial Harlequín, Colección Jazmín, Línea Orquídea, Serie Crisantemo, 2012, 287 págs.



Género: realismo social.

¿Quién le iba a decir a Nathalia Penbroke, una exitosa abogada especializada en patentes de aparatos de ortodoncia, que iba a irrumpir en su vida el multimillonario Graham Masterson III, junior, misterioso multimillonario tratante de caballos de pura raza de fascinadores ojos verdigrises (los ojos de él, no los de los caballos), pectorales impactantes, deltoides sobresalientes, camisas de cuadros luminosas, sombrero vaquero ladeado, labios plenos, pómulos afilados, un hombre que muestra al exterior un comportamiento duro y paranoico, pero que esconde en su corazón una sensibilidad capaz de hacer llorar a las Harpías y cuyo pasado esconde un terrible secreto que nadie jamás ha conocido? ¿Quién? Pero el caso es que ha ocurrido, y pese a que en los primeros cuatro párrafos Nathalia Penbroke está convencida de que Graham Masterson III, junior, es un asqueroso e insoportable hijo de la gran puta, de pronto surge la chispa entre ambos y estalla el amor. ¿Terminarán Nathalia y Graham follando como chinches? ¿Se casarán? ¿Lleva sombreros raros el Papa? Obra maestra de la literatura de todos los tiempos con caballos (animales nobles y bellos), amplias extensiones de bosque (porque la naturaleza es nuestra hermosa Madre), amigas dicharacheras y un profundo trasfondo social trostkista.

Puntuación: setenta y ocho corazones palpitantes.
 
 


miércoles, 25 de diciembre de 2013

EL AMANECER DE LOS ZOMBIS FILOSÓFICOS

Por una vez, una entrada corta.
 
Hay dos maneras básicas de enfrentarse al problema de la Mente y el Cuerpo. Mírense: sin duda se refieren a sí mismos como seres que constan, por un lado, de un cuerpo (con sus células, sus piernas, sus brazos y sus dedos de los pies y pelusilla en el ombligo); y por otro lado observan que poseen una especie de instancia interna, no física ni celular ni atómica, a la que llaman Mente, o Alma, o Espíritu, o Voluntad, o Ego, o Esa Cosa. En ese caso, son ustedes dualistas: conciben esa instancia interior como algo separado del cuerpo físico.
 
O quizá piensen en ustedes mismos como máquinas que actúan según un programa o plantilla. Incluso es posible que sean de esa clase de gafapastas sofisticados que opinan que cosas como el libre albedrío, la consciencia o los qualia son efectos materiales producidos por la estructura y las actividad eléctrica de sus neuronas en sus cerebros. Si piensan así, son ustedes materialistas. Si son ustedes de esta cuerda, no existe nada más que la materia y la energía; la mente es una manifestación más de la materia y la energía, no un vapor irreductible y misterioso.
 
Es probable que si son materialistas sean agnósticos e incluso ateos. Es muy posible que, en el caso de que sean dualistas, crean en algo superior a ustedes, hecho de algo que no se puede reducir a átomos, algo que bien podría ser Dios o Durga.
 
La doctrina del zombi filosófico fue inventada por René Descartes en la era mesozoica de la filosofía, aunque por supuesto René no hizo referencia alguna a vudú o cadáveres ambulantes comedores de sesos en sus diversos escritos. Simplemente hizo una serie de analogías de un ser humano con las máquinas para llegar a la conclusión de que los seres humanos no son máquinas, sino algo más. También dijo que el alma reside en la glándula pineal, lo que es raro ya que actualmente sabemos que la glándula pineal se encarga de la economía de la melatonina y de regular la actividad sexual y que a veces se calcifica y deja de ser operativa, pero, hey, eso Descartes no lo sabía.
 
Descartes quería demostrar que, si bien las ranas, los paramecios e incluso los cuerpos de los seres humanos funcionan como si fueran mecanismos, la mente de los seres humanos no. La mente, la consciencia humana, está aparte. Es otro tipo de cosa, una cosa bastante maravillosa. Si hablamos en términos de película de serie B, imaginen un mundo en el que existieran zombis exactamente como nosotros pero con la particularidad de que tales zombis carecen de consciencia de sí mismos. Es decir, actúan como si la tuvieran, pero no la tienen: son meras máquinas. He aquí a los zombis filosóficos. Bien, si podemos concebir tales zombis, nosotros poseemos esa capacidad, tenemos consciencia, y por lo tanto no podemos acudir al materialismo para explicarlo. Por lo tanto, el dualismo es cierto. Ergo existe una sustancia que no es materia ni energía y por lo tanto esos materialistas de mierda ya se pueden ir a tomar por culo.
 
Ya se habrán dado cuenta de que el argumento no se sostiene porque contiene una petición de principio: todo el tinglado no tiene sentido a no ser que aceptemos el dualismo en primer lugar. Además, el hecho de que podamos imaginar cosas no tiene por qué significar que esas cosas deban existir (existirán si quieren, caramba). Puedo imaginar que hay pepinos parlantes en la  Luna o que el tres es en realidad el cuatro, y me quedo igual, porque no hay pepinos parlantes en la Luna y el tres es el tres y no el cuatro, por mucho que me empeñe. Y una cosa que todo el mundo sabe es que ninguna experiencia mental tiene lugar sin cerebro, hasta donde sabemos, de forma que, ¿qué es lo más jodidamente probable, amigos? (Piénselo: usted quiere tomarse un destornillador, y su sustancia mental o consciencia o alma de alguna forma se las apaña para que su cuerpo mecánico vaya al mueble bar y coja el vodka y el zumo de naranja. De golpe y porrazo esa instancia suya que no es materia ni energía se ha manifestado en el bajo mundo de los vasos y las botellas de alcohol, en el mundo aburrido de la materia y la energía).
 
Nosotros los dualistas lo tenemos cada vez más difícil: ni siquiera los zombis nos pueden ayudar ya.

¡REGALOS PANDÉMICOS DE PAPÁ NOEL PARA EL DOS MIL CATORCE!

1. VIRUS DE LA INFLUENZA/GRIPE AVIAR H5N1. Una aclaración pedante se impone acerca de la nomenclatura de estos virus, pertenecientes a la amplia familia Orthomyxoviridae o en otras palabras Virus de Influenza tipo A: son cápsulas más o menos redondas que contienen hebras de ADN en su interior, y tienen dos proteínas en la cápside o membrana exterior que se llaman hemaglutinina (H) y neuroamidasa (N). Estas dos proteínas, además de ser las que permiten al virus romper la membrana de las células del anfitrión para permitir que el ADN vírico se cuele, son las dos principales dianas de la respuesta inmune. Dado que las H se presentan en catorce variedades conocidas y las N en nueve, es útil nombrar cada tipo según qué clase de H y N presenten en los tests de antígenos. Aclarada esta importantísima cuestión, digamos que todos los virus de influenza tipo A suelen infectar pajarillos, pájaros y pajarracos, aunque no se les da mal infectar también mamíferos: lo que pasa es que las aves son los reservorios originales. En concreto, el H5N1 es propio de aves salvajes (se cree que patos, chochas de agua y similares) de la parte del mundo donde vive gente amarilla y de ojos pequeñitos. De vez en cuando, el virus pasa de aves libres como el viento a aves estabuladas (sobre todo pollos), y en el transcurso de ese salto la patogenicidad del virus aumenta. ¿Por qué aumenta? Bueno, se piensa que porque los virus de influenza A son muy proclives a la mutación, y cuando pasan de una especie animal a otra captan nuevos elementos de ADN con suma facilidad (elementos que recoge de otros virus de la misma especie que ya infectan al huésped que ahora infectan ellos), lo que a menudo se traduce en una aumento de la letalidad del virus, alabado sea el Señor. El problema con nuestro H5N1 es que este aumento de letalidad es preocupante: no hay muchos datos claros, pero la OMS dice que en los últimos brotes de aves de jaula la mortalidad ha sido del sesenta por ciento. Caramba, estamos hablando todo el rato de pollos, entonces ¿por qué preocuparse? La cosa es que en varias ocasiones el virus ha saltado a mamíferos, incluyendo zorros, gatos, perros, hombres y en una ocasión un tigre de un zoo de Hong Kong también pilló la gripe de los pájaros: y en estos casos siempre cabe la posibilidad de que el maldito cabrón adquiera la capacidad de transmitirse horizontalmente. ¿Transmitirse horizontalmente? Sí: estamos hablando de que una mutación podría conseguir que el pequeño cabrón pasara de persona a persona, de zorro a zorro, de tigre a tigre, etcétera.  Por lo que sabemos, con el H5N1 no ha ocurrido o ha ocurrido en poquísimos casos (documentados): en la mayoría de las transmisiones verticales (esto es, cuando el pequeño cabrón pasa de un ser emplumado a un ser peludo) el virus no se adapta bien al huésped peludo y se debilita o se muere. Pero eso no pasa siempre: ¿os acordáis de la gripe A? Vale, en realidad todo el asunto de la gripe A (o virus de la influenza A H1N1) no fue para tanto. Pero este H5N1 es i) más letal ii) más proclive a dar saltos entre especies iii) más susceptible de transmitirse horizontalmente en mamíferos y iv) más feo y malo. ¿Nos tenemos que preocupar o no? Expertos de la OMS o del Centro de Control de Enfermedades de EEUU están preocupados, muy preocupados, cagados de miedo, próximos a la histeria, rezando a dioses en los que no creen, pero eso no significa que todo esto no sea una excusa para gastar dinero en vacunas y luego vender vacunas y ganar dinero a puñados. ¿Verdad?
2. VIRUS DE LA INFLUENZA/GRIPE AVIAR H7N9. Al contrario que el H5N1, este virus es nuevo, nuevo como el Samsung Galaxy S4: los primeros brotes datan de mediados de 2013, también en Asia (concretamente, Shanghái), también procede de aves salvajes, también infecta pollos, también causa un cuadro de neumonía severa, también puede matar humanos, pero hay diferencias. La más importante es que no es tan mortal como el H7N9. Lo que ocurre es que se sabe relativamente poco de este nuevo invitado al baile de las pandemias probables apocalípticas, y que durante el brote de Sanghái sí que se produjeron transmisiones horizontales en humanos. Además, y esto va para todos los putos virus de la gripe que proceden de aves salvajes, el gran problema es que muy difícil seguirles la pista. Piensen que los patos y las chochas de agua asiáticas son una población de organismos muy extendida geográficamente, que cuenta con un gran número de individuos y que posee una alta movilidad (ostras, van volando por ahí, ¿saben?). En otras palabras, no hay quien los controle, y solamente sabemos de estos virus cuando hacen presa en pollos estabulados. Entonces, se queman los pollos y se reza para que los virus no hayan mutado y sean capaces de infectar a personas humanas, porque aunque estemos en China no es correcto quemar personas humanas. Otro aspecto que nos debería provocar un repeluzno es que encontrar una vacuna cien por cien efectiva contra los ortomyxovirus es una empresa tan vana como intentar vaciar el Atlántico con cucharillas para el café: mutan demasiado rápido. Si tenemos la vacuna para el HxNy voilá, de repente aparece el HyNx y se nos jode el tinglado. ¡Muchas gracias, Papá Peste!
 

3. VIRUS NIPAH. Palabras mayores, amigos. El Nipah pertenece al selecto grupo de los henipavirus (familia Paramyxoviridae, orden Mononegavirales), que junto a otros muchachos tan majos como el Hendra y el Cedar vive de forma natural en esos maravillosas criaturas (jodidas ratas voladoras) llamadas murciélagos. Otros virus extremadamente letales como el Ébola y el Marburg también son transmitidos por murciélagos: ¿qué les hemos hecho a esos hijoputas? Bueno:  como los mencionados virus aviares, también hace de las suyas en la parte amarilla del globo terráqueo, aunque su mecanismo de transmisión, aun siendo también una zoonosis, es bastante diferente. Se trata de que un murciélago (por lo general el Zorro Volador de la Fruta o pterópido, que es su reservorio preferido) lama y llene de babas un fruto o bien se mee en él (lo siento, pero los hechos de la naturaleza a veces son desagradables) y entonces hace falta que un cerdito se coma ese fruto lleno de putos virus. Es el cerdo, nuestro amigable y aprovechable primo rosado, el que se encarga de transmitir el Nipah a los humanos. El Nipah es el henipavirus más versátil: puede mutar con cierta rapidez, y si bien comienza provocando una encefalitis no transmisible, puede acabar convirtiéndose en causante de un  cuadro respiratorio que sí puede contagiar a otros humanos desprevenidos. Dos cosas: durante el brote de 1999 en Malasia el Nipah mostró una mortalidad del ¡noventa por ciento! y provocó la muerte de veintiséis niños y diverso personal hospitalario (y obligó a las autoridades malayas a pegar fuego a un millón de cerdos); y últimamente la OMS viene advirtiendo de que ya no es necesario que los cerdos intervengan en la cadena infecciosa. Si esto es así, preparen las fosas comunes por si aca.
 

4. VIRUS CAUSANTE DEL SÍNDROME RESPIRATORIO SEVERO DEL ORIENTE MEDIO. Se trata, como ya saben, de un coronavirus estrechamente relacionado con el que en 2002-2003 originó el Síndrome Respiratorio Agudo Severo en China y otras localidades (vg. Toronto, Canadá), afección que provocó abundante pánico y un aumento significativo en la venta de mascarillas respiratorias. Los coronavirus se especializan en provocar el mal funcionamiento de nuestras vías respiratorias (y sí, pueden matar y matan), y éste del que hablamos empezó su andadura en un puñado de países de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudita; saltó a los medios debido a que infectó a algunos turistas europeos; y por lo que se sabe, también en este caso el bicho duerme en los murciélagos. Aunque en las postrimerías de este año que ahora agoniza saltó la noticia de que probablemente los camellos eran reservorios temporales del virus, lo que la convierte en una zoonosis con un claro sabor navideño. Sí, los camellos de los Reyes Magos acuden infectados con mierda vírica letal. De todas formas, dado que el coronavirus de Oriente Medio ha llegado a Europa y que ya hay casos de transmisión horizontal, la designación de "virus de Oriente Medio" se ha quedado un poco anticuada. Es posible que sea la hora de llamarlo Puta Amenaza Global a la Salud y si no han sonado las sirenas de alarma es porque todavía no ha matado a mucha gente. ¡Ojalá siga siendo igual de tímido!
 
 5. CEPAS DE BACTERIAS RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS. Hablamos ahora de un dramatis personae un tanto alejado del mundo de los virus. Desde que se inventaron (o se descubrieron por pura chiripa, tanto monta, monta tanto) los antibióticos, los seres humanos nos hemos vuelto comodones. Ya que teníamos la capacidad de aniquilar con relativa facilidad cualquier amenaza bacteriana a nuestra salud, siempre que hablemos de bacterias infecciosas corrientes y molientes. Pero esta situación edénica tiene visos de acabar, porque nuestra desidia e irracionalidad, combinada con la presión de la selección natural de la que hablaba el abuelo Darwin (ese capullo), ha conseguido que bacterias que hasta ahora podíamos doblegar con la punta del cipote se hayan vuelto malas. Malísimas. En el fondo, es simple: dada una población de bacterias en constante variación por causa de mutaciones, siempre existirá un pequeño número de individuos capaz de resistirse a la acción bactericida de los antibióticos. Como esa resistencia otorga una ventaja reproductiva, esos individuos se reproducirán más abundantemente que los no resistentes. Si eliminamos a los no resistentes a base de una lluvia de antibióticos, tanto mejor para las cepas mutantes que pueden resistir. Y dado que tragamos antibióticos a mansalva, muchas veces incluso cuando no son necesarios, las bacterias en su conjunto han padecido una presión selectiva brutal en lo que se refiere a resistirse a los antibióticos. Y debido a todo esto ahora resulta, por ejemplo, que el estafilococo aúreo, que antes era una mierdecilla de bacteria usualmente benigna y ocasionalmente un poco molesta, ha desarrollado cepas capaces de resistir la acción de un antibiótico tan potente como la meticilina; y ya hay casos documentados de bacterias que pueden hacer frente a cualquier antibiótico sintetizado por los seres humanos. Tanto el caso del estafilococo como muchos otros hacen que algunos toquen a rebato: puede que estemos entrando en la Era Postantibiótica. Y no parece una cosa agradable: imaginen un mundo en el que hacerse un piercing o dar a luz un bebé o herirse el codo con un clavo oxidado se convierta en una lucha a brazo partido con la infección, con el dolor, el sufrimiento y la muerte. Las bacterias están en todos lados, y en los hospitales abundan aunque no lo parezca o no nos apetezca pensar en ello. Y eso sin contar todo el microbioma que arrastramos con nosotros en nuestro deambular por el mundo: los estafilococos que hemos mencionado viven en nuestra piel y en nuestras narices, literalmente. Si estos amiguitos se vuelven malignos, apaga y vámonos. ¿Suena bien para una peli de terror? Pues claro que sí, siempre que sea una jodida película.
 
Arded, arded
 
 


martes, 3 de diciembre de 2013

HOMO PUERCO

Esta misma mañana he escuchado en un programa de radio lo siguiente: un genetista de la Universidad de Georgia ha propuesto que los seres humanos son el resultado de la hibridación entre un mono y un cerdo. Lo pongo en cursivas para que destaque como lo que es: una potencialmente revolucionaria nueva interpretación de la evolución de los seres humanos. Porque lo que propone el genetista de la Universidad de Georgia es lo siguiente: hace quizá siete millones de años o a lo mejor antes, o después, un primate desconocido y muy valiente se cepilló a un jabalí primitivo, o quizá fuera al revés, y de esa unión nació un híbrido mono-cerdo o cerdo-mono, híbrido del que venimos nosotros. Lo pongo en negrita para destaque.
 
El hombre-cerdo zombi del Minecraft:
posible cúspide la evolución.
 
 
1. Hay un montón de cosas a debatir aquí, pero empecemos por la más inmediata: ¿es una puta broma? La respuesta es no: realmente existe el genetista de la Universidad de Georgia, su nombre es Eugene McCarthy; y realmente ha propuesto que los seres humanos proceden de un híbrido entre un cerdo y un mono. De hecho, y para ser fieles a la verdad, ya lo propuso en julio de este año, a través de una página web que administra y que se llama macroevolution.net. ¿Y quién es él, a qué dedica el tiempo libre? No es un aficionado ni un loco ni un bromista: es BS (Bachelor of Science, un título de grado que se otorga en países anglosajones para carreras de tres o más años) en Matemáticas por la Universidad de Georgia, y PhD (o sea, que tiene el título de doctor) en Genética por la misma Universidad. Como es natural, es un experto en híbridos, y escribió un libro al respecto (aves híbridas para afinar) que fue publicado por la Oxford University Press. Por lo visto, a su libro sobre hibridación de aves debía seguirle un libro sobre hibridación de mamíferos, pero por lo visto ni la OUP ni ninguna otra editorial científica lo ha publicado. Quizá por eso montó su página web, que rula desde el año 2009.
 
2. Otra cuestión: si la hipótesis del mono-cerdo se propuso en julio, ¿por qué se habla de ello ahora? Pues porque un periódico británico, el Daily Mail, decidió tocar el tema hace tres días. ¿Y por qué? No tengo explicación para esto, pero quizá un titular del estilo LOS SERES HUMANOS VIENEN DEL CERDO POR PARTE DE PADRE llame la atención y consiga que más lectores curiosos se detengan a leer el Daily Mail en vez de hacer cualquier otra cosa.
 
3. Sigamos: ¿cuál ha sido la reacción de la comunidad científica a la hipótesis de McCarthy? Básicamente, de pitorreo infinito.
 
4. Pero, ¿qué es exactamente lo que propone McCarthy? Podemos resumir su argumento (que está muy bien expuesto en su página web) de la siguiente forma:
 
PREMISA 1: La evolución es saltacional: las nuevas especies se originan a partir de la hibridación de otras dos especies (o a consecuencia de una macromutación afortunada según las viejas versiones de ese mecanismo). La mezcla de componentes de ambas especies permite que el híbrido prospere al dotarle de características positivamente seleccionadas.
 
PREMISA 2: Los seres humanos son producto de la hibridación de otras dos especies.
 
PREMISA 3: Una de la especies que dio origen al híbrido humano ancestral es, obviamente, un primate.
 
PREMISA 4: Sin embargo, los seres humanos tienen una serie de características que no comparten con ninguna especie de primate. Hay muchas: los seres humanos tienen la piel desnuda y el resto de los primates no, por ejemplo. O los seres humanos no tienen un hueso en el pene, al contrario que los primates. Los humanos tenemos narices protuberantes y cartilaginosas, riñones multipiramidales y corazones con cuatro válvulas, y hacemos caca en privado y nos acurrucamos: los primates no. Lo cierto es que hay muchas de estas diferencias.
 
PREMISA 5: Las características no-primates de los seres humanos no pueden proceder de la hibridación entre dos especies de primates.
 
PREMISA 6: El ser humano comparte muchas de sus características no primates con otro animal: el gorrino. O cerdo. O puerco. O marrano. Los tocinos también tienen la piel desnuda y riñones multipiramidales y cagan en privado cuando están a su aire; no sé si se acurrucan, pero de todas formas las similitudes dérmicas, faciales, posturales y de comportamiento entre humanos y cerdos son abundantes y quieras que no dan que pensar.
 
PREMISA 7: Hay genes compartidos entre el genoma humano y el genoma puerco.
 
CONCLUSIÓN: El ser humano es el resultado de la hibridación entre un primate y un animal parecido al cerdo.
 
De todo ello McCarthy aventura la suposición de que en la selva africana una chimpancé tuvo relaciones sexuales con un jabalí, o mejor dicho, que una pequeña población de chimpancés hembras se encamó con jabalíes o elementos porcinos equivalentes; y que de estas uniones sexuales nacieron híbridos que fueron a su vez fértiles; y que estos híbridos, al cruzarse entre sí, dieron origen a una nueva especie; y que esa nueva especie evolucionó (quizá volviendo a hibridarse de vez en cuando con monos o con jabalíes, quién sabe) y acabó convirtiéndose en... nosotros.
 
 
En esta fotografía se aprecia la íntima semejanza
entre Charlton Heston y los puerquitos:
Observen la piel rosada y la nariz cartilaginosa.
 
 
5. ¿Por qué la comunidad científica no se ha tomado en serio la hipótesis del doctor en genética por la Universidad de Georgia McCarthy? Existen varias razones. Podemos empezar por la más evidente: es bastante complicado que de la unión entre un mono y un cerdo (o si nos ponemos a matizar, entre los cromosomas de uno y otro animal) salga algo que pueda no ya respirar, sino gestarse sin provocar un aborto espontáneo. Cerdos y monos son ambos mamíferos placentarios: pero los artiodáctilos (orden al que pertenece el cerdo) y los primates (orden al que pertenece el chimpancé) empezaron a divergir unos de otros hace unos 80 millones de años, según la evidencia fósil y genética de la que disponemos actualmente. Esto significa que monos y cerdos (o los antepasados de ambos) no se cruzaron en ningún momento desde que los dinosaurios todavía dominaban la Tierra hasta que, según McCarthy, un buen día se produjo el encuentro ardiente entre los dos órdenes. La idea de que algo así ocurriera es dudosa, por decirlo finamente.
 
El último ancestro común de artiodáctilos y primates,
señalado con una flecha. Hay mucho cacho, que no.
Fuente: Pharyangula
 
 
Por otro lado, el hecho de que existan tantas semejanzas entre humanos y cerdos es muy curioso, pero quizá no signifique que las características puercas de los humanos provengan necesaria y exclusivamente de los puercos. Desde que la biología evolutiva dio sus primeros pasos, ha sido habitual que semejanzas morfológicas se hayan tomado por relaciones de parentesco: pero aquí se esconde un peligro. Así, el hecho de que el ala de los murciélagos tenga una estructura ósea muy similar a la pata de un gran danés induce a pensar (correctamente) que murciélagos y grandes daneses comparten ascendencia. Pero del hecho de que los gorriones y los murciélagos tengan alas se puede deducir que ambos son pájaros, y esto sería una metida de pata de elefante. Es necesario ser cuidadoso con lo que se compara y acotar muy bien el alcance de la comparación. Y en el caso de una comparación cerdo-hombre, ¿cómo sabemos que la nariz cartilaginosa y los riñones multipiramidales y el acurrucamiento no son simples convergencias, como en el caso de las alas de los gorriones y las alas de los murciélagos?
 
¿Y qué pasa con los genes que comparten cerdos y humanos? Bueno, los humanos y los cerdos también comparten genes con los gusanos planos y con los hongos, pero nadie está dispuesto a sugerir que los cerdos o los humanos son el resultado de un cruce entre un gusano y un champiñón. El hecho es que un gen cualquiera raramente está presente en una única especie o grupo taxonómico superior: los genes puercos del genoma humano, ¿están presentes únicamente en los puercos y en los humanos? Parece ser que la respuesta es no. Por lo tanto, esos genes puercos pueden estar ahí, en nuestro genoma, por otra serie de caminos evolutivos.
 
En resumidas cuentas, por mucho que nos guste (o no) la idea de ser un todopoderoso híbrido de cerdo y mono capaz de construir catedrales y hacer volar artefactos metálicos gigantes, va a ser que no. 
 
O quizá sí, y Eugene McCarthy (que por lo visto la verdad es que no trabaja en la Universidad de Georgia) nos haya hecho ver nuestro cerdo interior, o nos esté tomando el pelo a todos.
 
¿Hacen falta más pruebas?
 
 
 
 
 

domingo, 24 de noviembre de 2013

NIHILISTAS RUSOS DE AYER Y SIEMPRE

A finales del siglo XIX, había en la Rusia de los zares un amplio movimiento cultural, social y político relacionado con las actividades de la intelligentsia de izquierdas. Dado este inicio, vamos a terminarlo con un sombrerero de San Petersburgo que es premiado con el derecho de beber hasta matarse. Caramba, ¿cómo se casa una cosa con otra? Si tienen altas dosis de paciencia y saben perdonar la verborrea excesiva y pedante y los rollazos sobrevenidos sin venir a qué, lo descubrirán al final de este post de mierda.

La intelligentsia es una palabra rusa que es más bien difícil de definir. Se podría decir que comprende a aquellos miembros de la aristocracia de grado medio-bajo que sienten un poco de vergüenza de dormir en un colchón blando mientras los buenos mujiks lo hacen en montones de paja infestados de piojos; estudiantes radicalizados de Moscú y San Petersburgo, adictos a los panfletos de Karl Marx y Alexander Herzen y Mijaíl Bakunin; a los miembros más liberales del generalato zarista, asombrados y horrorizados por el retraso congénito y abismal del inmenso ejército de campesinos analfabetos; a la emergente clase trabajadora industrial con ciertos estudios; a terroristas; a psicópatas; a pescadores en río revuelto, etcétera.

Lo que unía a esta intelligentsia era su oposición a la autocracia y el gusto por el populismo. Lo que la separaba era todo lo demás.

Sobre más o menos la década de 1860 nació un incipiente clamor de la intelligentsia de izquierdas contra el zar Alejandro II Romanov. Este señor había comenzado su reinado poniendo en práctica una serie de medidas cuasi democráticas, entre las que destaca la abolición de la servidumbre, la relajación de la censura, el aumento del cupo en las universidades y cosas guais por el estilo. Dichas medidas fueron después contrarrestadas por otro paquete de medidas de carácter opuesto, todo un alarde de esquizofrenia autocrática que consiguió dos cosas: en primer lugar, posibilitar la existencia de una postura opuesta a él mismo y a todo lo que representaba. Y en segundo lugar, cabrear a dicha oposición.

Con lo que nació el movimiento revolucionario nihilista ruso decimonónico.


 NIHILISMORL!!!!!


 Los más jóvenes de entre la intelligentsia del estrato más bajo (hijos de funcionarios empobrecidos y terratenientes arruinados por la abolición más que otra cosa), tanto hombres como mujeres, abrazaron este principio filosófico basado al parecer en la premisa de que la existencia carece de sentido, y que los principios morales y religiosos que sostienen lo contrario han de ser rechazados. El nihilismo es un poco un postureo rebelde adolescente, algo así como los quinceemistas de tuit de hoy en día, o bien lo propio de la gente que ha leído la contraportada de una novela de Camus o ha visto un video de youtube de Richard Dawkins y se ha sentido transformado en lo más hondo por la revelación de la contraportada o el video (o de la entrada de la Wikipedia ad hoc), tras lo cual no se cansa de explicar a sus amistades del Facebook el verdadero significado de la vida (y el significado de la vida es que no lo tiene, con lo que te quedas como un poco frío). En fin, dichos nihilistas rusos abrazaban amorosamente el materialismo, el ateísmo, el slogan de que el fin justifica los medios y un positivismo pseudo científico bastante molón en el que se mezclaban verbigracia Darwin y ciertos preceptos revolucionarios. Una especie de: “dado que el hombre viene del mono todos somos iguales” y non sequiturs análogos. Desde luego, todos los nihilistas estaban fuertemente en contra (eufemismo) de la figura del zar, de su corte, de sus ministros, de sus generales y de sus queridas: cosa que no dejaban de proclamar en los ambientes de la intelligentsia, muchas veces al alcance de los oídos de oficiales de la policía secreta que también frecuentaban esos ambientes.. Deseaban el gobierno del pueblo por el pueblo, la redistribución equitativa de la riqueza y el fin de las clases privilegiadas, el exilio/asesinato/sodomización del zar y de la gente opulenta y, por qué no decirlo, pensaban que esos objetivos solamente podían llegar de la mano de la violencia y el caos. En resumen, eran gente muy radical y comprometida con la libertad, igualdad y fraternidad entre los miembros de la especie humana. Y podían debatir sobre tales asuntos una noche entera en el bar o la dacha de fin de semana.

En el plano práctico, los nihilistas rusos se caracterizaban por a) ser groseros, zafios, vestir mal adrede, dejarse el pelo largo y portar armas blancas y conseguir gracias a eso el benevolente aplauso del resto de la intelligentsia, encantada con la “espontaneidad” de esos jóvenes tan “libres” y “conscientes“, y b) haberse leído el libro ¿Qué hacer? de Nikolai Chernishevski. Esta novela es el ABC del revolucionario nihilista ruso, su protagonista el Cristiano Ronaldo de los nihilistas, y su autor el nihilista ruso más distinguido e influyente.

1. El ABC del RNR: no hay otra cosa para ti, RNR, que la consecución de la revolución. Por lo tanto, has de ser implacable, despiadado si es necesario, y estar siempre alerta. No debes amar otra cosa que la revolución. La familia, los amigos, el amor romántico, las francachelas con vodka y acordeones en el antro de la esquina, las carreras de trineos, las dachas en propiedad, las leyes, las costumbres, los deseos, las risas, tu propio nombre: todo eso debe ser desechado, ignorado, vilipendiado, aplastado. ¿Por qué? Porque la revolución es el mayor bien al estar encaminada a hacer iguales a todos los hombres y terminar con la injusticia social. Maldita sea, RNR, ¿vas a dejar que ese filete en su punto te distraiga de la consecución del paraíso terrenal anarco socialista?


 2. El protagonista de ¿Qué hacer?, un tipo llamado Rajmetov, encarna el ideal de RNR al sacrificar su vida por la revolución (y por dormir sobre una tabla y abstenerse de tener relaciones sexuales con su novia por la revolución). Un verdadero ejemplo a seguir. Las ciudades rusas de pronto se llenaron de Rajmetovs y Rajmetovas. Por lo visto, no es que fueran el alma de las fiestas, ni vestían a la moda, pero lo sabían todo sobre la superestructura económica del capitalismo y la plusvalía.

 3. Nikolai Chernishevski escribió su opus magnum en la cárcel, mientras fantaseaba con un futuro en el que los seres humanos serían felices hormigas en el palacio de acero y cristal de la igualdad absoluta. Era colegui epistolar de Bakunin, siguió a Herzen durante un tiempo, hasta que lo encontró excesivamente blando, y también estuvo envuelto en un sin número de actos revolucionarios, incluido el de prender fuego a una barriada obrera de San Petersburgo (eso fue lo que le llevó a la cárcel). Un tipo que prende fuego a la mísera casa de una extensa y famélica familia no es a primera vista muy igualitario y fraternal y defensor de los pobres, pero hay que entender que la revolución es una cosa sangrienta, que cuanto peor mejor, y que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos. Ostras, si Vladimir (Lenin) y Nikolai se hubieran conocido habría sido amor a primera vista.

Chernishevski fundó junto con otros de su cuerda una organización clandestina contra la autocracia y por el levantamiento del pueblo en 1861. Llamaron a eso Tierra y Libertad. Sus miembros procedían de la clase estudiantil y lo que de verdad les sacaba de sus casillas era que el zar había paralizado muchas de las reformas universitarias que él mismo había formulado un poco antes, reformas que les beneficiaban enormemente en el prosaico aspecto de la promoción laboral. Hay que aclarar que Tierra y Libertad, tras un atento examen de las condiciones que imperaban en Rusia, llegó a la conclusión impepinable que un acto tan tajante como es el de asesinar al zar no tendría demasiado efecto: como dijo Chernishevski “un nuevo Romanov sustituirá al viejo Romanov”. No, era mucho mejor posibilitar la revolución llevando a cabo un ardua labor de seducción de las masas. En otras palabras, agitación y propaganda. Trabajo desde las bases. Iluminación de los obreros fabriles. Alfabetización de campesinos. Obras de teatro sarcásticas. Folletos mal imprimidos circulando por los bares. Manifestaciones vocingleras. Etcétera.

Pero cuando detuvieron a Chernishevski por conspiración, y Tierra y Libertad fue desmantelada por las “fuerzas de la reacción”, y casi todos sus cabecillas detenidos y enviados a Siberia o a la fortaleza de Pedro y Pablo o se achantaron y se escondieron, el núcleo duro de nihilistas se olvidó del agitprop y decidió mancharse las manos. En 1864 nació la Organización, formada por un reducido grupo de entusiastas de Tierra y Libertad que todavía estaban libres: su principal objetivo era utilizar todos los medios necesarios para liberar a sus camaradas detenidos, pero también emprendieron otro tipo de actividades, como por ejemplo el chantaje, las amenazas o el robo.

Ahora es cuando debemos considerar el factor biográfico, tan denostado por los historiadores marxistas, que piensan que los individuos y las individuas apenas tienen importancia dentro del complejo y hegeliano devenir de las grandes corrientes socioecónomicas que configuran el mundo. Pero es que los líderes de la Organización eran muy especiales: uno, Ivan Judiakov, era un tipo con una barba en la que se podía esconder un piano y de carácter depresivo y lánguido. De él se cuenta la siguiente anécdota: en cierta ocasión decidió suicidarse ahogándose en un lago helado, pero tuvo la mala (o buena) fortuna de ser rescatado por su perro. El otro, Nikolai Ishutin, era un auténtico truhán que siempre que podía se iba de casa (donde el tándem formado por su esposa y su suegra lo tenían acogotado) y rondaba por las tabernas reclutando almas afines a la causa nihilista. Ishutin era muy imaginativo y no tardó en dotar a la Organización de un talante que se podría definir de “terrorismo de boquilla”. Los miembros peroraban sobre lo que iban a hacer cuando tuvieran a tiro a un representante de la autocracia, estudiaban la fabricación de artefactos explosivos, ideaban formas para chantajear a los señores pudientes usando a los criados, y demás. Se dice que los miembros de la Organización llevaban en el bolsillo una ampolla de estricnina para quitarse la vida en caso de ser detenidos. A lo mejor es mentira. Ishutin en persona afirmaba que estaba dispuesto a desfigurarse la cara con ácido para no ser reconocido por la policía. Sí, claro que sí.

Eran Rajmetovs canis.

Todo era estupendo y emocionante. Pero de pronto a alguien se le ocurrió poner realmente en práctica las fantasías psicopático-revolucionarias del dúo Judiakov/Ishutin. Hablamos del primo Ishutin, un tal Dmitri Karakozov. Karakozov probablemente fuera un perturbado mental cuya asistencia a las reuniones de su querido primo le indujera a hacer lo que hizo. Que fue lo siguiente: el 4 de abril de 1866 paseaba por un parque de San Petersburgo con una pistola italiana de cinco tiros metida en un bolsillo del gabán. Lo normal en un nihilista. Hete aquí que el zar Alejandro II entró en el parque, dejando su escolta de cosacos y su carruaje en el portón de entrada (estamos hablando de un parque de estilo petrino, con un amplio portón rodeado de estatuas y con profusión de hierro y mármol). Karakozov lo vio y se dio cuenta de que era el zar al ver que todos los transeúntes del parque dejaban de pasear o de conversar normalmente y le hacían reverencias mientras gritaban “¡Viva el zar! ¡Vivan los Romanov!”. Dmitri lo vio clarísimo: sacó la pistola, apuntó y en el momento de apretar el gatillo un aprendiz de sombrerero que estaba como una cuba tropezó con él e hizo que el tiro se desviara. La bala impactó en el sombrero del zar, que en ese momento se había agachado para hacerle mimos a Mildred, su setter irlandés. ¡Ostras, por poco!

En fin: detuvieron en el acto a Karakozov y el zar se acercó a él con el sombrero agujereado en la mano para decirle cuatro cosas. Tiene lugar este diálogo, y les juro que lo he tomado de fuentes fidedignas (Ulam, 1998):
ZAR: ¿Quién eres?
NIHILISTA: Un ruso.
ZAR: ¿Qué pretendes con esto?
NIHILISTA: Nada, nada.

Ánimo: esto ya acaba. Al zumbado Karakozov lo sometieron a un juicio militar, cuando lo más adecuado hubiera sido, quizá, la camisa de fuerza. El zar puso en manos del conde Mijaíl Muraviev (al que llamaban El Verdugo por su supuesta crueldad, aunque más bien era oblomovista y rematadamente torpe) la investigación del intento de zaricidio. La Organización de Ishutin/Judiakov fue desmantelada tras una cómica serie de sinsentidos de una y otra parte. ¿Saben?: a Ishutin lo condenaron al exilio durante veinte años en una provincia siberiana, acompañado, para su desdicha, de su mujer y su suegra. ¡Eso es el karma!

Con respecto al aprendiz de sombrerero, su acción le valió un título nobiliario y el derecho de beber hasta matarse. Esta última recompensa consistía en que el buen hombre podía beber de gorra en cualquier establecimiento de la Rusia imperial gracias a un decreto firmado por el mismísimo zar. Ignoro qué uso hizo este héroe accidental de su título y de su prebenda. Espero que ahora sea feliz en el Cielo ortodoxo.

Y eso es todo. 

Fotografía de Dmitri Karakozov, cortesía de Wikipedia.


 
Nada, nada


Bibliografía: pues quién va a ser, Dostoievski.

miércoles, 2 de octubre de 2013

TODO LO QUE USTED NUNCA QUISO SABER DE LA MOSCA DE LA FRUTA

Aviso: imagen y texto pueden resultar desagradables. Además el texto es asaz largo y puede producir somnolencia/irritación/desapego emocional.

Se conocen dos tipos de selección sexual. Aquella a la que estamos acostumbrados es la que hace referencia a la competición entre machos por el favor de la hembra de una especie: selección sexual tal y como el ateo nihilista (victoriano misógino) Darwin la entendió. Pájaros compitiendo con su canto, ciervos embistiéndose con sus cuernos, casuarios haciendo gala de sus crestas, motardas practicando acrobacias en un polígono industrial en novelas de Federico Moccia y cosas así, mientras las hembras observan, toman medidas y eligen. Técnicamente esto se conoce ahora como Selección Precopulatoria.

Existe otro tipo de selección. O parece existir si hacemos caso de los balbuceos de los biólogos evolutivos, que como todo el mundo sabe son gente mala que niega la dimensión espiritual/religiosa del ser humano y se refocila en el materialismo más vil. Dicha selección es incluso más machista, ruin y desagradable que la anteriormente mencionada, y se denomina Selección Poscopulatoria. Cuidado ahora: el asunto se vuelve realmente sucio. (No esperen cosas románticas de los tipos que inventaron la eugenesia y le dieron argumentos a Adolf Hitler; y no se olviden de su machacona insistencia en la idea absurda de que provenimos del mono).

Las bestias de la Creación más inmundas, feas y reptantes (artrópodos, arácnidos, gasterópodos, crustáceos y demás, así como los vertebrados menos favorecidos por los dones de la belleza, la armonía holística y la comunión con Gaia como son los anfibios y los lagartos reptilianos de ojos fríos y escamosa piel) practican este tipo de selección. Dicha selección se produce después de la cópula y tiene lugar en el interior de la hembra que ha copulado con más de un macho. Y hace uso de un abanico de ardides que repugnarían hasta al marqués de Sade.

Estos ardides son básicamente dos: A) muchas hembras de los grupos de monstruos que hemos mencionado son capaces de almacenar el esperma de los diversos machos con los que han copulado y “escanear” el ADN del mismo, buscando los genes más apetecibles. De este modo maximizan las posibilidades de concebir unos hijitos con una buena dotación genética, o en otras palabras, eligen con mucho cuidado el fenotipo de sus hijos. A esto se llama en la literatura pornográfica Elección Críptica de la Hembra. B) Los machos, a su vez, suelen practicar la asquerosidad llamada Heteromorfismo Espermático. ¿En qué consiste esta aberración? Pues en que junto con esperma normal , producen otros espermatozoides dotados de venenos químicos, defensas físicas como púas o ganchos microscópicos y otras cosas cuya función es entorpecer y/o destruir los espermatozoides de los machos competidores. Un útero convertido en campo de batalla: ¿dónde está el amor? ¿Dónde la ternura? ¿Por qué os empeñáis en quitarle todo asomo de sentido y espiritualidad a mamá Naturaleza, biólogos reduccionistas hijos de puta?

Los biólogos evolucionistas soberbios y descreídos adoran la selección sexual poscopulatoria porque consideran que es un factor vital a la hora de explicar muchos fenómenos de especiación. Verán ustedes, ellos no creen que Dios diseñó bondadosa e inteligentemente las cosas vivas. Creen que éstas surgieron al buen tuntún de una especie de baba primordial (o de una fumarolas que lanzaban gases podridos hace eones o de cuencos de arcilla o de rayos que impactaban sobre burbujas de grasa: imaginación no les falta a estos descerebrados). Y también creen que las especies no son entidades inmutables, sino que cambian gradualmente durante millones de años formando otras especies como quien no quiere la cosa. Eso es la especiación. Dicen, por ejemplo (ja, ja, ja) que hace unos cuatro millones de años (¿y cómo saben qué fue hace cuatro y no dos o diez o ayer por la mañana?) hubo un simio peludo y estúpido que se bifurcó en dos ramas: una de las ramas acabó convirtiéndose en los divertidos y adorables chimpancés (que no son tan divertidos ni tan adorables) y la otra… ¿en nosotros! Increíble. Increíble y abyecto.

Bueno, la imagen de abajo se supone que ilustra la selección poscopulatoria en acción. Muestra dos tipos de esperma (uno de ellos marcado con una sustancia radiactiva para que brille y se pueda ver por el microscopio), pertenecientes a dos machos de dos especies próximas del morfotipo de la mosca de la fruta, en el canal genital de una mosca de la fruta hembra de una tercera especie. Las moscas de la fruta tienen mucha variabilidad: muchas especies fenotípicamente muy próximas entre sí. Según los obsesos enfermos de la Universidad de Syracuse (EEUU) que perdieron el tiempo y gastaron nuestro dinero en observar esta guarrada, luego se observó que la hembra expulsaba por el ano el esperma de uno de los machos, por lo visto tras hacer un poco de Elección Críptica de L’Oreal Porque Yo Lo Valgo. Los antes mencionados cabrones aducen que la hembra se encarga de seleccionar el fenotipo más compatible con su propia especie, para así aumentar las posibilidades de producir mosquitas de la fruta viables. Por supuesto, estas mosquitas muy bien podrían ser (si seguimos las elucubraciones del equipo de desalmados anglosajones protestantes hasta su tenebroso final) el germen de una nueva especie de mosca de la fruta.
 
 

¡PUAJ!

O al menos eso es lo que he entendido al leer por encima (tapándome la nariz y con posterior exorcismo) el impío artículo “científico” (sí, claro) titulado “La selección sexual poscopulatoria genera fenotipos de nuevas especies en Drosophila”. Si quieren conocerlo (honestamente no se lo aconsejo) lo encontrarán en http://www.cell.com/current-biology/abstract/S0960-9822(13)00975-5?switch=standard

¿Comprenden ahora hasta qué extremos con capaces de llegar estos energúmenos en sus intentos de asesinar nuestra alma?

La visceral cerdada que lamento obligarles a contemplar procede de io9.com

martes, 30 de julio de 2013

太平天國, PARTE II

Continuemos la tenebrosa historia de la Rebelión Taiping, que ahora entra en su fase letal. Dado que sucedieron todo de tipo de batallas, marchas, contramarchas, asedios, masacres, interludios tragicómicos y ejecuciones masivas, ha resultado complicado mostrar una línea narrativa que fuera más o menos comprensible. Aquello fue un caos donde intervinieron factores de todo tipo y lo único cierto es que murió gente a millones. No tenemos ni idea de qué fue exactamente lo que llevó a los chinos a matarse entre sí con tanta saña: eso se lo dejamos a los que saben.
 
Este mapa cutre muestra las áreas de gobierno taiping.
Fuente: Webring
 
En 1851, Hong Xiuquan, que se llamaba a sí mismo "Zhen" (significa "El Soberano" y resulta un apelativo muy modesto, no digan que no) y empezaba a reunir un harén de concubinas entre la población femenina de sus feudos, se encontró con el estadounidense Issachar Jacox Roberts. Roberts era uno de esos bienintencionados bárbaros extranjeros protestantes que estaban fascinados con la milenaria cultura china (aunque algunos aspectos de esa cultura, como el poder otorgado a los eunucos, les repugnaban) y que al mismo tiempo estaban molestos con los manchúes por lo que llamaban su "aislacionismo corrupto y xenófobo" (a nadie le gusta que le llamen Diablo Pálido del Otro Lado del Océano y cosas parecidas). Roberts y otros como él deseaban que el movimiento milenarista taiping triunfara: "He aquí la obra de Dios", escribió sobre la movida de Hong. "Alguien se ha sublevado entre los chinos y presenta al verdadero Dios para su adoración, expulsa a sus ídolos con mano firme y a él se están uniendo decenas de miles de personas". Roberts y otros misioneros no parecieron observar que los Qing estaban diciendo exactamente lo mismo de Hong, pero al revés, y no debemos olvidar a esa zorra llamada Realpolitik y que tanto juego da. A los extranjeros que se ocupaban de cuadrar las cuentas tratar con una China manchú y confuciana les resultaba desagradable: ¿no sería mucho mejor que el gobierno del inmenso país pasara a manos de un movimiento cristiano indígena, el cual sería mucho más, cómo decirlo, amigable para con los intereses extranjeros? Todos eran seguidores de Jesús Cristo, ¿verdad? Pero cuando el reverendo Roberts se encontró con Hong se horrorizó por lo que vio: he ahí un puto chino que afirmaba ser el hermano menor de Jesús, ¡y tenía concubinas! Ante tanta blasfemia, Roberts se negó a bautizar a Hong, y el movimiento taiping tuvo su primer revés en el frente de las relaciones públicas.
 
Volveremos a encontrarnos con el pobre reverendo un poco más más tarde.
 
5. 1851: la primera batalla.
Algunos la llaman la Batalla de la Montaña del Cardo y otros la Batalla de Jintian, por el pequeño pueblecito que había cerca de la montaña. Como sea, allí las tropas Qing superiores en número fueron derrotadas por los taiping y entonces a Hong se le fue la olla a Camboya. Tras hacer una ceremonia chunga en la que se proclamó nada más y nada menos que Mesías, empezó a distribuir cargos. De este modo, nombró ocho "reyes", que habían de ser sus comandantes de campo de batalla: el Rey del Norte, el Rey del Sur, el Rey del Oeste y el Rey del Este, a los que se sumó el Rey del Ala (?), un tal Shi Dakai que era un buen fichaje ya que su padre era un terrateniente ex-manchú podrido de dinero, y el del Escudo (el título varía según las traducciones), que cayó en manos de su primo, Hong Rengan. Rengan fue el segundo seguidor de Hong durante la formación de los Adoradores de Dios. Un poco más tarde, llegaron el Rey de la Paz y el Rey de la Bendición. Éstos últimos eran los hermanos mayores de Hong, que se habían subido al carro hacía poco.
 
Después, Hong empezó a tomarse en serio la lucha apocalíptica contra los demonios.
 
Prisioneras taiping esperando la ejecución, 1864.
Fuente: Executed Today
 
Tras la Montaña del Cardo, y ante el acoso de sucesivos destacamentos manchúes, los taiping se convirtieron en un enorme ejército de guerrillas que se movía por los campos y las montañas. Dado que los batallones Qing estaban formados por una mezcla militarmente absurda de campesinos reclutados a punta de pistola y mandos corruptos y cobardes, no es de extrañar que los manchúes perdieran batalla tras batalla y quedaran como unos inútiles de mierda. Cuando alcanzaban un núcleo poblado, los taiping por lo general no encontraban oposición y sus filas, formadas tanto por hombres como mujeres provistos de armas heterodoxas que iban desde fusiles de chispa a azadas, crecían en consecuencia. Cuando tomaron Yongan en 1851 eran sesenta mil. Cuando conquistaron Changsa en 1852 eran ciento veinte mil. A la hora de poner sitio a Wuchang en enero de 1853, eran más de medio millón. Y cuando superaron las líneas defensivas del ejército imperial que rodeaban Nankín (la "capital de China en el Sur") pocos meses después, ya eran dos millones de tarados repartidos por un territorio de millones de kilómetros cuadrados.
 
6. Qué divertido es ser un taiping.
A Hong Xiuquan, El Soberano, Padre Celestial y Rey del Cielo, entre otros títulos rimbombantes, no le gustaban las modas extranjeras como el opio y la homosexualidad. Así que prohibió el consumo de opio y condenó la homosexualidad. También prohibió la prostitución, el adulterio, las apuestas y el consumo de alcohol, bajo pena de muerte por decapitación. En contrapartida, se instauraron el comunismo campesino y otro tipo de jacarandosas diversiones: "Todos los muchachos deben asistir a la iglesia cada día, donde el sargento les enseñará a leer el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, así como el libro de las proclamaciones del Soberano ordenado [sí, el panfleto Recomendaciones para exhortación de la época]. Cada Sabbat los cabos conducirán a los hombres y mujeres a la iglesia, donde ambos se sentarán en filas separadas. Escucharán los sermones, cantarán alabanzas y ofrecerán sacrificios a nuestro Padre Celestial, Rey del Cielo". Sí, señor. El Paraíso en la tierra o poco menos.
 
En marzo de 1853 los taiping conquistaron Nankín. Los números exactos de la matanza subsiguiente de habitantes de la ciudad difieren mucho, aunque parece existir un consenso en torno a los treinta mil cadáveres. Treinta mil ciudadanos, hombres ancianos, mujeres y niños, no soldados, cuyas cifras de mortalidad van aparte. El hermano pequeño de Jesucristo entró en la ciudad subido a un palanquín hecho de oro, y seguido por sus treinta y dos concubinas preferidas provistas de parasoles amarillos, el color chino de la buena suerte. Hong declaró Nankín "Ciudad Celestial" y tras intentar la conquista de Pekín, que fue repelida con horribles pérdidas de vidas por ambos lados, se instaló en el mejor palacio. Como era un revolucionario, aplicó la Muerte por Mil Cortes a los antiguos eunucos de la corte manchú de Nankín y los sustituyó por 2000 (dos mil) mujeres. Eran oficialmente conocidas como las "cuñadas del Rey Celestial" y llevaban la administración del palacio: unas pocas elegidas tenían el honor de, como se decía eufemísticamente, "limpiar la zona en torno al ombligo del Soberano". Especular sobre la naturaleza de las cuñadas se penaba con la muerte; y si las cuñadas se peleaban entre sí, eran decapitadas. Todo muy cristiano, como se ve.
 
Una pintura Qing de una serie de diez paneles que muestra
un momento de la derrota taiping en Pekín, 1855.
Fuente: wikipedia
 
Pero algunos detalles se mantuvieron. Los ciudadanos supervivientes estaban obligados a sobornar a los funcionarios taiping, tal y como había sucedido antes con los funcionarios Qing, para poder hacer cualquier cosa. Si funciona, para qué romperlo.
 
El reverendo Roberts acudió a la corte de Hong en 1855, poco después de la aniquilación de las tropas taiping en el norte en torno a Pekín. Tras atravesar aldeas arrasadas, campos agostados, zanjas llenas de muertos y multitudes hambrientas, llegó a palacio. Allí le obligaron a arrodillarse ante el Rey Celestial, al que describió así: "tenía una apariencia mucho mejor de la que yo recordaba, grande, bien formado, con un buen aspecto y un fino bigote negro". Antes de dejar que se marchara, el Rey Celestial ofreció al misionero baptista tres de sus cuñadas para que pasara un buen rato. Y eso que el tipo no había querido bautizarle
 
Pese a los considerables esfuerzos del Rey del Escudo, Hong Rengan, por mejorar la imagen de la Rebelión Taiping en el extranjero, la cosa estaba mal. No es sólo que el Rey Celestial cada día era más paranoico y obsesivo, sino que hubo un conflicto interno entre los Reyes del Oeste, el Este y el Norte que se saldó con una masacre. El Rey del Ala renegó del movimiento y se convirtió en un señor de la guerra freelance, y la corrupción rampante, los listillos oportunistas y la violencia indiscriminada habían sustituido el auténtico fervor religioso de los primeros tiempos. Aún con todo, Rengan, un hombrecillo que no estaba ido del bolo, siendo así una excepción notoria en el movimiento, tenía gafas y hablaba muy bien el inglés, el francés y el alemán, lo intentó.
 
7. Traca final.
Como hemos visto, Occidente en principio vio con buenos ojos la Rebelión Taiping: los cristianos apoyaban un movimiento cristiano en China, y los que manejaban el cotarro atisbaban grandes posibilidades de expansión económica. Pero en 1856 estalló la Segunda Guerra del Opio y los occidentales consiguieron generosas concesiones por parte del gobierno Qing, incluyendo lucrativos contactos comerciales en Shangái, ciudad portuaria que se convirtió en una espeluznante mina de oro para los bárbaros extranjeros. Para 1860, el apoyo occidental se trasladó a los otrora inmanejables y horribles funcionarios de la dinastía manchú, y los taiping se convirtieron en el Coco. Por poner un ejemplo del cambio de mentalidad, Karl Marx, que no se perdía una, había pasado de ensalzar a los taipings en 1853 ("La revolución china encendería la mina de la mecha sobrecargada del actual sistema industrial y provocaría la explosión de la crisis tanto tiempo preparada") a llamarles de todo menos bonitos en 1862 ("[Los taiping] son para las masas del pueblo una abominación todavía mayor que los antiguos dirigentes"). Por ello empezaron a proveer a los Qing de armamento moderno, incluyendo ametralladoras y lanchas cañoneras y soltaron a una tropa de mercenarios mayoritariamente procedentes de las Filipinas bajo el mando del general de la Unión Frederick Ward para repartir un poco de estopa. Y lo que es más importante: se encargaron de adoctrinar al obsoleto ejército imperial en los arcanos de la guerra decimonónica.
 
Frederick Townsend Ward.
Además de general del ejército estadounidense, fue
filibustero, buscavidas y comerciante.
Su paso por la Rebelión Taiping sirvió
de inspiración para la película
El último samurái.
Claro que en la peli de Tom Cruise
se cambiaron varias cosas,
empezando por el puto país.
Fuente: Wikipedia
 
Sin embargo, los taipings no se habían enterado del cambio de tornas y en 1862 no se les ocurrió otra cosa que marchar sobre Shangái. Su objetivo era lograr la captura de un puerto y con ello meter la cabeza en el comercio transoceánico, ya que según Rengan eso era lo que esperaban sus presuntos amigos extranjeros. Ni siquiera cuando las tropas anglo-francesas que defendían el perímetro de la concesión comercial comenzaron a pegarles tiros se olieron la tostada. Luego hubo una tormenta de nieve, cosa rarísima en Shangái, y las tropas imperiales salieron a presentarles batalla. Fue una escabechina. La Rebelión Taiping murió en ese momento.
 
Pero los taipings no sabían que ya estaban muertos, y sus enemigos Qing no pensaban tomar prisioneros y llegar a un acuerdo de paz, con lo que la matanza se prolongó dos años más. El Rey Celestial, Hong Xiaquan, murió en mayo de 1864 en su palacio de Nankín. ¿De qué murió? Unos dicen que se suicidó, otros que lo envenenaron, otros que unos demonios lo agarraron y se lo llevaron al infierno. El caso es que poco después, en mayo, ochenta mil soldados imperiales a las órdenes del general inglés Charles Gordon, aka "El Chino",  tomaron Nankín tras un largo asedio y se dedicaron a ejecutar de forma creativa a los taipings que no se habían prendido fuego a sí mismos. Más o menos murieron unas cien mil personas en una orgía de insana locura que algunos comentaristas actuales comparan con la inmolación de los davinianos de Waco pero a lo grande. También mataron a todos los hijos e hijas engendrados por el Rey Celestial, excepto al heredero de catorce años, que logró huir y esconderse en el campo por algún tiempo, disfrazado de campesino.
 
Poco después lo capturaron y lo mataron haciéndolo trocitos.

¿Cuáles fueron los efectos, el legado de la olvidada Rebelión Taiping? Los historiadores todavía discuten sobre ello, pero parece claro que no fue buena para China y los chinos. Tras diez años y pico de rebelión, los campesinos volvieron a ser sojuzgados, pero las guerras y los levantamientos habían debilitado demasiado el poder de los manchúes. En adelante, el Reino Medio se convirtió en un país débil, atravesado por hambrunas (el valle fluvial del Yangtsé quedó tan devastado que no volvió a ser productivo y capaz de soportar vida humana hasta un siglo más tarde) y presa fácil para el intervencionismo extranjero, empezando por Japón. Algunos creen que el juego del mahjong se inventó durante este período. Y Mao debió de tener en mente los acontecimientos de la Rebelión Taiping cuando inició su propia marcha hasta el poder en el siglo XX. Que resultó incluso más terrible para los chinos que el siglo XIX.

Triunfar en un levantamiento campesino es fácil si sabes cómo.
 
 Y eso es todo.
 

domingo, 28 de julio de 2013

太平天國, PARTE I

Se llama Rebelión Taiping; ocurrió en el siglo XIX, en la China de los Qing o manchúes; se le denomina guerra civil, conflicto armado criptoreligioso, revuelta campesina masiva, o a veces el segundo conflicto más horrible de la Historia después de la Segunda Guerra Mundial. Fue una gran matanza. Algunos historiadores contabilizan veinte millones de muertos durante ese conflicto, otros treinta, otros cuarenta. No todo el mundo la conoce: yo no la conocía hasta hace poco. Es una historia terrible. Chapoteemos en la sangre. Va a ser largo.
 
1. La China manchú, los diablos extranjeros y el opio.
Pekín, 1830. La Dinastía Qing gobernaba el inmenso territorio chino desde hacía más de doscientos años. Las élites (llamados los mandarines) eran cultos y refinados: elegían un emperador de pacotilla y se encargaban de dirigir y controlar y asfixiar el país desde el Palacio Imperial gracias a una burocracia monstruosa como la Hidra y un funcionariado hinchado como Gargantúa. Mandaban sobre unos cuatrocientos millones de personas, principalmente campesinos. También había una enorme cantidad de drogadictos locos por consumir opio. Intentemos explicar lo del opio. En aquella época los bárbaros extranjeros (portugueses, holandeses, franceses e ingleses sobre todo) comerciaban con los representantes comerciales de los Qing en la ciudad abierta de Guangzhou; los bárbaros extranjeros estaban interesados en obtener té, seda y porcelana, y al principio pagaban con dinero. Al mismo tiempo, introducían (casi sin pretenderlo) en el país todo tipo de ideas, tecnologías y comportamientos alienígenas que los mandarines reprobaban pero aceptaban porque había pasta por el medio. Por unos años la cosa se mantuvo así.

China en .gif más o menos durante el apogeo de los Qing.
Cantón es Guangzhou, y no aparece Nankín, que está como al lado de Sanghái.
Fuente: Voyages Photos Manu
 
Pero había un problema: al pagar en metálico por el té, la seda y la porcelana (los chinos no eran como otros no europeos y no se conformaban con baratijas de mierda) los bárbaros extranjeros vieron que no hacían negocio (un economista diría que China estaba extrayendo demasiada moneda fuera de Europa, y eso no se puede consentir, ¡demonios!). Entonces a los ingleses se les ocurrió que podían pagar con opio en vez de con dinero. A muchos chinos les pirraba el opio. Los hijos de la Gran Bretaña tenían mucho opio producido en la India, así que no costaría mucho llevar barcos llenos de opio hasta Guangzhou, sobornar a las autoridades portuarias y al funcionario imperial encargado del comercio con los pálidos diablos extranjeros (en teoría el comercio de opio estaba estrictamente prohibido), y dar a las masas obreras de la ciudad y del resto del país una droga estupenda que hace que uno no tenga ganas de nada. Excepto de consumir más opio. Pronto hubo una verdadera epidemia de opiómanos. Muchos chinos se escandalizaron, pero otros chinos se hicieron ricos. Por unos meses la cosa se mantuvo así.
 
Chinos dándole al opio.
Fuente: Alejandro Morandini
 
Entonces llegó el año 1839 después de Cristo o el mes sexto del año 4353 y un tipo llamado Lin Zexu. Se trataba del nuevo funcionario imperial encargado del comercio con los bárbaros. Era un hombre íntegro, respetuoso de la ley e insobornable. Pero a veces son malos tiempos para ser un héroe. De inmediato Zexu dio muestras de su terrorífica honradez yendo a la zona de Guangzhou donde estaban las misiones comerciales europeas (llamada eufemísticamente el Asentamiento Especial) con un grupo de policías, asaltando los almacenes y quemando unos diez mil arcones de opio. Al ver cómo se quemaban toneladas y toneladas de su valioso opio los bárbaros extranjeros se enfadaron mucho. Y si bien los chinos habían inventado la pólvora, la imprenta y los viajes transoceánicos, ahora eran los putos bárbaros quienes tenían las mejores armas. Estalló la Primera Guerra del Opio. Los bárbaros anglo-franceses vencieron con la gorra: emplearon la nueva ametralladora Gatling con inmejorables resultados matando a muchos chinos, y también aniquilaron una flota china y bombardearon salvajemente varias villas desde la costa. En 1842 la Primera Guerra del Opio terminó y en el tratado de paz subsiguiente los chinos declararon legal el comercio del opio y se comprometieron formalmente a dejar de llamar bárbaros a los europeos. Qué ironías tiene la Historia, ¿verdad?
 
No lo llames imperialismo, sino protección del mercado.
Fuente: Biografía e Historia
 
2. Memes religiosos bullendo en el caldero de la bruja.
China era mayoritariamente devota de Confucio o del Tao en lo religioso: los Qing habían sido confucianistas desde el mismo principio de su reinado. También había mogollón de budistas. El cristianismo, en su avatar nestoriano, era conocido en el país desde hacía mucho por influencia de los persas, y en el siglo XVII los jesuitas portugueses intentaron insuflar en el alma de los chinos la llama del catolicismo. Ambas modalidades tuvieron un éxito limitado, y el cristianismo se convirtió en la fe ocasional de chinos rarunos. Del tipo de gente que considera cool convertirse a una religión extraña. El tipo de gente que hoy se haría budista en Calella de Mar, o adorador del poder de los cristales en el CERN.
 
3. Hong Huoxiu, el hermano pequeño de Jesucristo.
Hong era un chino hakka que en 1837 tuvo una fiebres. Mientras estaba en la cama, tuvo un sueño muy extraño, que su familia consideró producto de la enfermedad. Soñó lo siguiente: estaba rodeado de demonios que querían matarlo y llevárselo al infierno. Pero él escapaba y se subía a un lujoso palanquín que se elevaba por los aires, llevándole al cielo. Una vez allí, señores magníficos ataviados con togas espléndidas le abrían en canal, y empezaban a cambiar sus órganos internos por otros órganos internos más puros. En esto, se le acercaba un hombre ataviado con una túnica excepcional donde había bordado un dragón negro, tocado con un sombrero enorme y provisto de una esplendorosa barba del color del oro. Hong comprendía que ese señor de señores era su verdadero padre. Su verdadero padre, mirándole apenado, le cogía de la mano y le explicaba que había demonios por todas partes: hasta allí, en el trigésimo tercer nivel del cielo, había demonios acechando. Hong pedía a gritos una espada para matar a los demonios, pero su padre verdadero le decía (paráfrasis): "También hay demonios en la tierra, hijo mío, y tu deber es acuchillarlos a todos. Vuelve con los tuyos, y recuerda: ahora no te llamas Hong Huoxiu, sino Hong Xiuquan. Con este nombre vencerás en tu misión". Después de esto, Hong se despertó gritando cosas raras sobre demonios, para estupor de su familia.
 
¿Quién era Hong? Un joven precoz, inteligente y algo inestable, hijo de campesinos pobres pero ambiciosos,  que en 1836 estaba en Guangzhou, con la intención de presentarse al examen de funcionario imperial. En la China manchú se elegía a los funcionarios mediante un examen basado casi íntegramente en la doctrina de Confucio. Resulta que mientras caminaba cerca del Asentamiento Especial se le acercó un bárbaro extranjero que de forma misteriosa iba disfrazado de chino. El bárbaro le tendió un folleto escrito en un chino por un chino, titulado Recomendaciones para exhortación de la época. El bárbaro extranjero era posiblemente un misionero norteamericano llamado Edgar Stevens, a quien le gustaba disfrazarse de indígena para diseminar el credo protestante. Y el autor del panfleto, un predicador itinerante llamado Liang Afa, ofrecía una interpretación china de la Biblia, dando nombres chinos a los nombres bíblicos  y otorgando resonancias confucianas a la exhortaciones de los santos. Los misioneros extranjeros consideraban recomendable soslayar las diferencias doctrinales entre las diversas formas de protestantismo (había misioneros baptistas, misioneros anglicanos, misioneros metodistas, misioneros presbiterianos y más) y centrarse en lo básico, ya que en caso contrario el chino medio se hacía la picha un lío. Recomendaciones para exhortación de la época es un texto sincrético, el intento de combinar dos doctrinas religiosas y dos universos culturales a golpe de fe. Un popurrí. Un batiburrillo. Una mezcolanza.
 
Hong, por lo visto, cogió el panfleto que le tendía el misionero americano bárbaro por pura educación. Suspendió el examen. Cuando regresaba abatido a casa, le echó un vistazo al folleto. Pronto se topó con la palabra hong (¡su nombre!), que significa "inundación". Intrigado, siguió leyendo la historia: hablaba de un dios vengativo, llamado Ye-huo-hua, el cual había ordenado la inundación del mundo para castigar los pecados de sus hijos. Ante la nueva coincidencia (huo significa "fuego") Hong Huoxiu sacudió la cabeza y se guardó el folleto. Por unos meses la cosa quedó así.
 
Hasta las fiebres de 1837. Cuando despertó de su pesadilla, adoptó el nombre de Hong Xiuquan ("rey celestial") y declaró que su padre era el señor maravilloso que aparecía en su sueño y no el pobre hombre que le miraba angustiado en la habitación. También dijo que su madre no era su madre y que sus hermanos no eran sus hermanos. En ese momento y en los meses posteriores, Hong fue observado con atención por su familia, amigos y vecinos, no fuera que le diera por coger una espada para matar demonios. Pero Hong se limitó a exigir que le llamaran Rey Celestial y, tras describir por extenso su experiencia onírica/alucinación/revelación tanto en prosa como en recargados versos, siguió con su vida. Intentó aprobar por segunda vez el examen de funcionario imperial, sin éxito; empezó a trabajar como maestro rural, pobre pero digno; se casó; tuvo un hijo.
 
Hong, modo épico.
Fuente: wikipedia
 
Por unos años la cosa quedó así.
 
4. Epidemiología de la creencia.
1843: ha pasado un año desde el fin de la Primera Guerra del Opio y el gobierno de los mandarines sigue dando muestras de debilidad, de descomposición interna, de corrupción rampante, de cobardía ante los putos diablos extranjeros. Hay revueltas, caos en las provincias, inundaciones y hambrunas en las tierras amarillas.
 
Y en 1843 un amigo íntimo de Hong llamado Li Jingfang leyó Recomendaciones para exhortación de la época, que el segundo guardaba en su casa sin haberlo leído por completo. Cuando terminó de leerlo, acudió a ver a Hong muy nervioso y exaltado y le pidió que lo leyera con atención. Entonces Hong leyó el texto de cabo y rabo y terminó comprendiendo toda la verdad. Y la verdad es básicamente que Ye-huo-hua (Yavhé) es el único Dios verdadero; que tuvo un hijo, llamado Jesús Cristo; y que él, Hong Huoxiu, luego Hong Xiuquan aka Rey Celeste, es el hermano chino de Jesús Cristo. Tal y como indicaba su sueño, que no era un sueño, sino un mandamiento divino para combatir a los demonios.
 
Los demonios, como ya habrán adivinado, eran los seguidores de Buda y Confucio. Los demonios eran los Qing.
 
¿Fue un mandamiento de Dios o una alucinación? ¿Era Hong el tentáculo chino de Yavhé en el Oriente? ¿Nacía una nueva religión? ¿Estaba loco como una puta cabra? No lo sabemos. Sabemos que bautizó a su amigo Li Jingfang siguiendo las confusas instrucciones de Recomendaciones para exhortación de la época y luego fabricó dos espadas de hierro de un metro de largo, una para él y otra para Li, que usarían para matar demonios. Se llamaron a sí mismos los Adoradores de Dios y comenzaron a destilar un credo que mezclaba el Apocalipsis de San Juan, Confucio y las alucinaciones de Hong. Por una de esas cosas que tiene la vida, el potaje resultó atractivo a muchos chinos. Poco a poco, otros familiares y amigos suyos empezaron a unirse a su congregación, organización, culto, locura o como queramos denominarlo. En un par de años el virus ideológico había contagiado a muchos campesinos, sobre todo de la etnia hakka, de los alrededores, y la autoridades confucianas comenzaron a recelar. Sobre todo cuando el autodenominado Taiping Tianguo ,太平天國, el "Reino Celestial de la Gran Paz", que ya contaba con unos diez mil efectivos, se trasladó a la montañosa provincia sureña de Guangxi. En Guangxi había muchos hakka y mucho descontento con los manchúes. Allí, en un lugar donde predominaba la población hakka, los manchúes eran vistos poco menos que como opresores extranjeros. Incluso hablaban una lengua diferente, el mandarín, y por lo visto eran corruptos hasta un grado que convierte al PP español en un grupo de alegres boy scouts.  El mal rollo aumentaba día a día. Pronto multitudes de taipings comenzaron a molestar a funcionarios imperiales, cortándoles los copetes, y a montar algaradas en las puertas de los templos. Hong no paraba de predicar, y sus ideas, vistas hoy, no carecen de atractivo: únicamente la armonía y la paz podrían salvar a China; los hombres y las mujeres son iguales; todas las propiedades deben ponerse en común; los pajaritos cantan y el cielo es azul y todo es maravilloso.

Funcionario Qing con su copete y su riqueza.
A su lado, una concubina.
Detrás, un bárbaro extranjero con pajarita.
Fuente: Cuaderno de Retazos
 
Pero al mismo tiempo Hong empezó a hablar de sí mismo en tercera persona y sus agentes comenzaron a hacer acopio de pólvora (Guangxi estaba llena de minas, y en las minas había muchos mineros sojuzgados por el poder manchú lo bastante cabreados como para robar cargas de dinamita). El Reino Celestial de la Gran Paz se preparaba para la guerra.
 
Continuará...