miércoles, 25 de diciembre de 2013

¡REGALOS PANDÉMICOS DE PAPÁ NOEL PARA EL DOS MIL CATORCE!

1. VIRUS DE LA INFLUENZA/GRIPE AVIAR H5N1. Una aclaración pedante se impone acerca de la nomenclatura de estos virus, pertenecientes a la amplia familia Orthomyxoviridae o en otras palabras Virus de Influenza tipo A: son cápsulas más o menos redondas que contienen hebras de ADN en su interior, y tienen dos proteínas en la cápside o membrana exterior que se llaman hemaglutinina (H) y neuroamidasa (N). Estas dos proteínas, además de ser las que permiten al virus romper la membrana de las células del anfitrión para permitir que el ADN vírico se cuele, son las dos principales dianas de la respuesta inmune. Dado que las H se presentan en catorce variedades conocidas y las N en nueve, es útil nombrar cada tipo según qué clase de H y N presenten en los tests de antígenos. Aclarada esta importantísima cuestión, digamos que todos los virus de influenza tipo A suelen infectar pajarillos, pájaros y pajarracos, aunque no se les da mal infectar también mamíferos: lo que pasa es que las aves son los reservorios originales. En concreto, el H5N1 es propio de aves salvajes (se cree que patos, chochas de agua y similares) de la parte del mundo donde vive gente amarilla y de ojos pequeñitos. De vez en cuando, el virus pasa de aves libres como el viento a aves estabuladas (sobre todo pollos), y en el transcurso de ese salto la patogenicidad del virus aumenta. ¿Por qué aumenta? Bueno, se piensa que porque los virus de influenza A son muy proclives a la mutación, y cuando pasan de una especie animal a otra captan nuevos elementos de ADN con suma facilidad (elementos que recoge de otros virus de la misma especie que ya infectan al huésped que ahora infectan ellos), lo que a menudo se traduce en una aumento de la letalidad del virus, alabado sea el Señor. El problema con nuestro H5N1 es que este aumento de letalidad es preocupante: no hay muchos datos claros, pero la OMS dice que en los últimos brotes de aves de jaula la mortalidad ha sido del sesenta por ciento. Caramba, estamos hablando todo el rato de pollos, entonces ¿por qué preocuparse? La cosa es que en varias ocasiones el virus ha saltado a mamíferos, incluyendo zorros, gatos, perros, hombres y en una ocasión un tigre de un zoo de Hong Kong también pilló la gripe de los pájaros: y en estos casos siempre cabe la posibilidad de que el maldito cabrón adquiera la capacidad de transmitirse horizontalmente. ¿Transmitirse horizontalmente? Sí: estamos hablando de que una mutación podría conseguir que el pequeño cabrón pasara de persona a persona, de zorro a zorro, de tigre a tigre, etcétera.  Por lo que sabemos, con el H5N1 no ha ocurrido o ha ocurrido en poquísimos casos (documentados): en la mayoría de las transmisiones verticales (esto es, cuando el pequeño cabrón pasa de un ser emplumado a un ser peludo) el virus no se adapta bien al huésped peludo y se debilita o se muere. Pero eso no pasa siempre: ¿os acordáis de la gripe A? Vale, en realidad todo el asunto de la gripe A (o virus de la influenza A H1N1) no fue para tanto. Pero este H5N1 es i) más letal ii) más proclive a dar saltos entre especies iii) más susceptible de transmitirse horizontalmente en mamíferos y iv) más feo y malo. ¿Nos tenemos que preocupar o no? Expertos de la OMS o del Centro de Control de Enfermedades de EEUU están preocupados, muy preocupados, cagados de miedo, próximos a la histeria, rezando a dioses en los que no creen, pero eso no significa que todo esto no sea una excusa para gastar dinero en vacunas y luego vender vacunas y ganar dinero a puñados. ¿Verdad?
2. VIRUS DE LA INFLUENZA/GRIPE AVIAR H7N9. Al contrario que el H5N1, este virus es nuevo, nuevo como el Samsung Galaxy S4: los primeros brotes datan de mediados de 2013, también en Asia (concretamente, Shanghái), también procede de aves salvajes, también infecta pollos, también causa un cuadro de neumonía severa, también puede matar humanos, pero hay diferencias. La más importante es que no es tan mortal como el H7N9. Lo que ocurre es que se sabe relativamente poco de este nuevo invitado al baile de las pandemias probables apocalípticas, y que durante el brote de Sanghái sí que se produjeron transmisiones horizontales en humanos. Además, y esto va para todos los putos virus de la gripe que proceden de aves salvajes, el gran problema es que muy difícil seguirles la pista. Piensen que los patos y las chochas de agua asiáticas son una población de organismos muy extendida geográficamente, que cuenta con un gran número de individuos y que posee una alta movilidad (ostras, van volando por ahí, ¿saben?). En otras palabras, no hay quien los controle, y solamente sabemos de estos virus cuando hacen presa en pollos estabulados. Entonces, se queman los pollos y se reza para que los virus no hayan mutado y sean capaces de infectar a personas humanas, porque aunque estemos en China no es correcto quemar personas humanas. Otro aspecto que nos debería provocar un repeluzno es que encontrar una vacuna cien por cien efectiva contra los ortomyxovirus es una empresa tan vana como intentar vaciar el Atlántico con cucharillas para el café: mutan demasiado rápido. Si tenemos la vacuna para el HxNy voilá, de repente aparece el HyNx y se nos jode el tinglado. ¡Muchas gracias, Papá Peste!
 

3. VIRUS NIPAH. Palabras mayores, amigos. El Nipah pertenece al selecto grupo de los henipavirus (familia Paramyxoviridae, orden Mononegavirales), que junto a otros muchachos tan majos como el Hendra y el Cedar vive de forma natural en esos maravillosas criaturas (jodidas ratas voladoras) llamadas murciélagos. Otros virus extremadamente letales como el Ébola y el Marburg también son transmitidos por murciélagos: ¿qué les hemos hecho a esos hijoputas? Bueno:  como los mencionados virus aviares, también hace de las suyas en la parte amarilla del globo terráqueo, aunque su mecanismo de transmisión, aun siendo también una zoonosis, es bastante diferente. Se trata de que un murciélago (por lo general el Zorro Volador de la Fruta o pterópido, que es su reservorio preferido) lama y llene de babas un fruto o bien se mee en él (lo siento, pero los hechos de la naturaleza a veces son desagradables) y entonces hace falta que un cerdito se coma ese fruto lleno de putos virus. Es el cerdo, nuestro amigable y aprovechable primo rosado, el que se encarga de transmitir el Nipah a los humanos. El Nipah es el henipavirus más versátil: puede mutar con cierta rapidez, y si bien comienza provocando una encefalitis no transmisible, puede acabar convirtiéndose en causante de un  cuadro respiratorio que sí puede contagiar a otros humanos desprevenidos. Dos cosas: durante el brote de 1999 en Malasia el Nipah mostró una mortalidad del ¡noventa por ciento! y provocó la muerte de veintiséis niños y diverso personal hospitalario (y obligó a las autoridades malayas a pegar fuego a un millón de cerdos); y últimamente la OMS viene advirtiendo de que ya no es necesario que los cerdos intervengan en la cadena infecciosa. Si esto es así, preparen las fosas comunes por si aca.
 

4. VIRUS CAUSANTE DEL SÍNDROME RESPIRATORIO SEVERO DEL ORIENTE MEDIO. Se trata, como ya saben, de un coronavirus estrechamente relacionado con el que en 2002-2003 originó el Síndrome Respiratorio Agudo Severo en China y otras localidades (vg. Toronto, Canadá), afección que provocó abundante pánico y un aumento significativo en la venta de mascarillas respiratorias. Los coronavirus se especializan en provocar el mal funcionamiento de nuestras vías respiratorias (y sí, pueden matar y matan), y éste del que hablamos empezó su andadura en un puñado de países de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudita; saltó a los medios debido a que infectó a algunos turistas europeos; y por lo que se sabe, también en este caso el bicho duerme en los murciélagos. Aunque en las postrimerías de este año que ahora agoniza saltó la noticia de que probablemente los camellos eran reservorios temporales del virus, lo que la convierte en una zoonosis con un claro sabor navideño. Sí, los camellos de los Reyes Magos acuden infectados con mierda vírica letal. De todas formas, dado que el coronavirus de Oriente Medio ha llegado a Europa y que ya hay casos de transmisión horizontal, la designación de "virus de Oriente Medio" se ha quedado un poco anticuada. Es posible que sea la hora de llamarlo Puta Amenaza Global a la Salud y si no han sonado las sirenas de alarma es porque todavía no ha matado a mucha gente. ¡Ojalá siga siendo igual de tímido!
 
 5. CEPAS DE BACTERIAS RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS. Hablamos ahora de un dramatis personae un tanto alejado del mundo de los virus. Desde que se inventaron (o se descubrieron por pura chiripa, tanto monta, monta tanto) los antibióticos, los seres humanos nos hemos vuelto comodones. Ya que teníamos la capacidad de aniquilar con relativa facilidad cualquier amenaza bacteriana a nuestra salud, siempre que hablemos de bacterias infecciosas corrientes y molientes. Pero esta situación edénica tiene visos de acabar, porque nuestra desidia e irracionalidad, combinada con la presión de la selección natural de la que hablaba el abuelo Darwin (ese capullo), ha conseguido que bacterias que hasta ahora podíamos doblegar con la punta del cipote se hayan vuelto malas. Malísimas. En el fondo, es simple: dada una población de bacterias en constante variación por causa de mutaciones, siempre existirá un pequeño número de individuos capaz de resistirse a la acción bactericida de los antibióticos. Como esa resistencia otorga una ventaja reproductiva, esos individuos se reproducirán más abundantemente que los no resistentes. Si eliminamos a los no resistentes a base de una lluvia de antibióticos, tanto mejor para las cepas mutantes que pueden resistir. Y dado que tragamos antibióticos a mansalva, muchas veces incluso cuando no son necesarios, las bacterias en su conjunto han padecido una presión selectiva brutal en lo que se refiere a resistirse a los antibióticos. Y debido a todo esto ahora resulta, por ejemplo, que el estafilococo aúreo, que antes era una mierdecilla de bacteria usualmente benigna y ocasionalmente un poco molesta, ha desarrollado cepas capaces de resistir la acción de un antibiótico tan potente como la meticilina; y ya hay casos documentados de bacterias que pueden hacer frente a cualquier antibiótico sintetizado por los seres humanos. Tanto el caso del estafilococo como muchos otros hacen que algunos toquen a rebato: puede que estemos entrando en la Era Postantibiótica. Y no parece una cosa agradable: imaginen un mundo en el que hacerse un piercing o dar a luz un bebé o herirse el codo con un clavo oxidado se convierta en una lucha a brazo partido con la infección, con el dolor, el sufrimiento y la muerte. Las bacterias están en todos lados, y en los hospitales abundan aunque no lo parezca o no nos apetezca pensar en ello. Y eso sin contar todo el microbioma que arrastramos con nosotros en nuestro deambular por el mundo: los estafilococos que hemos mencionado viven en nuestra piel y en nuestras narices, literalmente. Si estos amiguitos se vuelven malignos, apaga y vámonos. ¿Suena bien para una peli de terror? Pues claro que sí, siempre que sea una jodida película.
 
Arded, arded
 
 


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