domingo, 14 de julio de 2013

LEJOS DE SER ESTÉRIL

Hay buenas noticias, aunque tibias, para todos aquellos que soñamos con un cosmos lleno de vida. Para nosotros, los que creemos en el fondo de nuestro corazón que no estamos solos, metidos todo el día en casa viendo capítulos repetidos de Bob Esponja Pantalones Cuadrados en un universo yermo, los últimos descubrimientos casi-confirmados de vida extremófila en un puto infierno antártico nos hacen soñar, y escribir chorradas en blogs para compartir nuestro entusiasmo. Pero, ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿por qué? ¿para qué? Todas esas preguntas se intentarán responder aquí abajo.
 
1. BASE VOSTOK, ANTÁRTIDA.
La base Vostok es una instalación de investigación científica de la Federación Rusa ubicada en el Polo de Inaccesibilidad de la Antártida. No está en un sitio agradable. Allí, en el sector más alejado de la costa de todo el continente, se ha medido la temperatura más baja jamás registrada en la historia humana (unos ochenta y un grados Celsius negativos). Allí, los grajos no vuelan bajo, sino que se caen al suelo convertidos en polos de grajo. La cuestión que nos interesa es que la base se encuentra sobre el lago subglacial más grande del mundo, llamado también lago Vostok, y una de las misiones de los científicos ha sido la de perforar la capa de unos tres kilómetros setecientos metros de hielo duro como el hierro hasta alcanzar el agua líquida que hay abajo. He aquí un dibujo muy chulo con un estriptís del lago Vostok (la verdad es que solamente existe este maldito diagrama en la red):
 
Cortesía de Ceniza de Estrellas
 
Los trabajos de perforación comenzaron en 1990 y su objetivo era doble: a) estudiar, por puro amor al conocimiento, la estructura geológica de semejante maravilla natural y b) tomar testigos de hielo y eventualmente muestras de agua y analizar la cornucopia de datos paleoclimáticos que encierran. No en vano, se piensa que el agua líquida de las profundidades heladas de Vostok ha permanecido virginalmente separada del mundo exterior más de ¡catorce millones de jodidos años! (el hielo más superficial tiene una edad de 400.000 años).  Bien, aquí tienen un diagrama con mucho colorido de las fases de perforación del lago, un asunto lento y trabajoso que implica un gran esfuerzo y generosas subvenciones por parte del gobierno de Putin:
 
Fuente: io9
 
 
2. UN HALLAZGO INESPERADO (CON POLÉMICA INCLUIDA).
Bien, los rusos estaban en ello cuando afirmaron en marzo de 2013 haber encontrado muestras de ADN pertenecientes a organismos anteriormente desconocidos, tanto en el hielo profundo como en el agua. En otras palabras, en el hielo de la Antártida había bichejos. Parémonos un momento a pensar en ello. La verdad es que hay pocos lugares más inapropiados para las cosas vivientes que un trozo de hielo ubicado en el lugar más frío del mundo. No tenemos que contar solamente con el frío extremo: la oscuridad total, la falta agónica de nutrientes, la enorme presión del hielo acumulado durante milenios, los ocasionales (e hipotéticos) espasmos de calor producidos las fuentes hidrotermales, todo conspira para esterilizar las profundidades del lago Vostok. Que algo vivo pueda prosperar en esas condiciones implica casi lógicamente que puede hacerlo, en principio, en lugares similares, verbigracia (y aquí viene lo bueno) en las heladas lunas del frío y silencioso sistema solar donde sabemos que hay agua. Todo el mundo hizo este salto cognitivo, y todo el mundo empezó a darse palmadas en la espalda y hablar sobre los alienígenas de Júpiter, y todo era estupendo que te cagas.
 
"La vida se abre camino, carajo"
 
 
Pero existe un enorme problema a la hora de analizar muestras biológicas de un testigo de hielo obtenido a kilómetros de profundidad: el problema de la contaminación. A los pocos días de anunciarse a bombo y platillo el descubrimiento de ADN inclasificable, un colega de los investigadores del mismo departamento (concretamente, el Laboratorio de Genética Eucariótica del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo) vino a decir que las botellas de vodka se habían abierto demasiado pronto, ya que las muestras sí contenían ADN, pero era material genético normal y corriente procedente de bacterias normales y corrientes que habían contaminado la sonda con la que se habían tomado las muestras. ¿Los rusos eran unos guarros que escupían sobre la sonda? No es eso: las mamás bacterias (no es broma, muchos microbiólogos rusos llaman a las bacterias las mamaítas de la Tierra) son omnipresentes y muy pequeñitas: es muy difícil evitar que se depositen sobre todo como un concienzudo manto de vida.
 
Zas, en toda la boca

 
Después de este jarro de agua fría los ánimos de la gente interesada en estos temas se aproximaron a la temperatura media del puto lago, pero de repente vino una confirmación positiva y prácticamente irrefutable de los primeros resultados. El 3 de julio de 2013 se publicó un artículo (disponible aquí para los curiosos) que sostiene que en el lago Vostok existe vida indígena, de hecho mucha vida indígena microbiana, aunque siguen los misterios. Tras aplicar estrictas medidas de esterilización en el testigo de hielo que estudiaron (procedente de la zona de extracción 5G1, a unos 3600 metros de profundidad, ver diagrama), los autores del estudio obtuvieron todo un catálogo de muestras simples de ADN y ARN que multiplicaron con el procedimiento PCR. En números, consiguieron 3507 secuencias genéticas distintas, lo que implica (cielos) 3507 organismos distintos. Hasta ahora, han logrado casar 1623 de esas secuencias con organismos conocidos. Y de esas muestras taxonómicamente resueltas, se tiene que la gran mayoría pertenecen a especies de procariotas (en cristiano, bacterias unicelulares de mierda) y una pequeña fracción resultan ser eucariotas. Misterio número 1: entre las muestras de procariotas hay organismos psicrófilos ("amantes del frío"), lo cual no tiene nada de raro si consideramos que el lago Vostok es como la nevera de Dios, pero también hay bichos termófilos ("amantes del calor"), lo que resulta raro de cojones a no ser que se postule la existencia de fuentes hidrotermales en el lago. Misterio número 2: entre los gemomas eucariotas hay una gran variedad de integrantes del reino Fungi (hongos, para entendernos) pero también organismos parásitos de los sistemas digestivos de los peces, artrópodos y moluscos. ¿Significa eso que en el lago Vostok viven no solamente bacterias especializadas en los extremos sino bichos mucho más complejos y, carambolas, hasta putos peces? Los autores del estudio indican que existen otras explicaciones para esto, y que no hay que ponerse tontos con el tema, pero... Misterio número 3: como se ha visto, los rusos afirmaron que hay vida desconocida para la ciencia en el interior del hielo antártico. Como hasta ahora no se han logrado identificar todas las muestras, todavía existe la posibilidad de que eso sea verdad: que haya algo aún más extraño prosperando ahí abajo.


 
Fuente: PLOS One
El puto lago bulle de vida



 

Bien, hasta aquí todo lo concerniente a los misterios del lago Vostok. Parece cierto que en ese ambiente tan impropio para la vida la hay: ¿es posible entonces que exista vida en lugares con una hijoputez similar?
 
3. LUNA EUROPA DEL SISTEMA DE JÚPITER, A SEISCIENTOS MILLONES DE KILÓMETROS DE LA TIERRA.
El candidato elegido por casi todos los exobiólogos para ser el lago Vostok del Sistema Solar no es Marte, sino Europa de Júpiter (no confundir con Europa de Merkel). Europa es uno de los cuatro satélites galileanos: junto con Ío, Calixto y Ganimedes pudo ser observado por Galileo con su telescopio medieval cochambroso. Es casi tan grande como nuestra luna, y si queréis saber más datos sobre esta pelota de golf rayada del espacio exterior, acudid a la siempre amiga Wikipedia. Lo interesante de Europa no es que tenga una atmósfera de oxígeno (de hecho es más un barniz que una atmósfera) sino que es posible que bajo su superficie a ciento sesenta grados Celsius negativos exista un océano de agua líquida.

Todo empezó en 1998, cuando la sonda Galileo obtuvo fotos de gran resolución de una zona de Europa llamada Conamara Chaos. Antes se pensaba que Europa, el objeto más liso que flota en el Sistema Solar, era una aburrida pelota de hielo con algunas aburridas grietas detectadas por las Voyager, pero al examinar Conamara los geólogos planetarios se toparon con un panorama muy diferente y bastante más complejo:



Lo que encontraron fue un terreno caótico que casi seguramente era el resultado de la formación de crestas, fracturas y picos en el hielo producidos por una gran masa fluida en movimiento bajo todo ello. Y ahora se cree que esa masa corresponde a un océano gigante (los últimos datos magnetométricos indican que podría ser de agua salada y tener una anchura de cien kilómetros: en esa puta luna resulta que hay más agua salada que en todos los mares, ríos, lagos, acuíferos y charcos de la Tierra juntos). Kilómetros de hielo sobre agua líquida y frío extremo: ¿a qué nos suena esto?

Pero un momento, eso no significa que bajo el hielo de Europa medren medusas inteligentes fabricando submarinos para invadir la Tierra. De hecho, su parecido con Vostok no es tan estrecho como podría parecer, y no se conocen bacterias que puedan vivir a tan baja temperatura (el doble de fría que en Vostok). Una posibilidad (y aquí entramos en el terreno de la especulación con cierta base, pero especulación al fin y al cabo) es que las fuerzas de marea producidas por el gigantesco Júpiter calienten el océano subglacial de Europa lo justo para permitir que viva algo. Lo cierto es que no lo sabemos. Y lo cierto es que la NASA y la ESA están fantaseando con enviar allá una sonda, un pequeño robot provisto de una perforadora capaz de posarse sobre el hielo de Europa y darse un garbeo buscando trazas de vida. Si habrá ganas y dinero es algo que ahora mismo está en el aire.

Hasta que llegue ese día, nos conformaremos con elevar la vista al cielo y gritar: ¡TEKELI-LI! ¡TEKELI-LI! Y por si acaso, preparémonos para la futura invasión de delfines-pulpo telépatas.

ADDENDA 30/7/13: Hay gente que considera que PLOS One (ahí se publicó la confirmación de la vida vostokiana) no es una publicación científica demasiado válida y ya se han alzado voces que claman sobre la contaminación de las muestras. Otras voces, cautas, señalan que los genomas extraídos de los hielos corresponden a organismos indígenas, sí, pero no necesariamente a organismos vivos. Es posible que unos cuantos peces prehistóricos hayan sido enterrados en el hielo y lo que se ha encontrado ha sido su ADN congelado durante milenios. Por lo tanto, ¿vida en el lago Vostok? Ni puta idea.
 
 
 
 
 
 


2 comentarios:

  1. Buenísima entrada, sí señor. Habrá que dejarse de mariconadas y mandar un batiscafo por ahí abajo para ver qué es lo que hay. Tú que estás puesto en el tema, que lees inglés e incluso un poco de ruso, ¿sabes si hay algún plan en ese sentido?

    ResponderEliminar
  2. Bueno, dado que la entrada está copiada palabra por palabra de io9.com, y que allí no hablan de batiscafos, no sabría decirte. Harías mejor en acudir a las fuentes originales!Aunque piénsalo: casi cuatro kilómetros de hielo. Además, ¿qué ocurriría si alcanzasen el lago y hallaran una forma de vida capaz de mimetizar a otras formas de vida? Por poner un ejemplo.

    Me avergüenza admitir que mi nivel de inglés es más o menos como el de don Emilio Botín. Con respecto a la lengua de San Cirilo, no tengo ni puta idea y recurro al nunca bien ponderado traductor loco Bing.

    Por cierto, Vostok no es el único ambiente de frío extremo que están investigando los exobiólogos. Si te interesa el tema, busca Glaciar Ellensworth (Antártida) y Glaciar Vatnajökull (Islandia).

    Y como siempre, nunca entenderé cómo puedes aguantar semejantes peroratas. Que Yog-Sothoth te bendiga.

    ResponderEliminar