lunes, 6 de mayo de 2013

EL INSÓLITO CASO DE LOS MICROBIOS DE PELUCHE

En ocasiones, la red de redes te deja sin palabras. ¿Cómo podríamos describir esta página web que he encontrado por recomendación de un buen amigo? Pues a bote pronto, como una tienda en línea donde venden putos peluches abrazables basados en enfermedades y microorganismos varios. Ideales para sorprender a mamá en el día de ayer, por ejemplo. Para sorprenderla y asustarla. A partir de ahora voy a dudar seriamente de la salud mental de mi colega… porque esto no es normal.
 
Analicemos sucintamente el contenido de la página en español. Bajo un divertido belén de todos los bicharracos de felpa que comercializan y una sentida bienvenida, los administradores nos invitan a conocer las muchas variedades de plagas infantilizadas de las que disponen para nuestro disfrute. Se trata, como dicen, de microbios reales aumentados más o menos un millón de veces, lo que significa que cada virus o bacteria queda convertido en un moñaco de unos quince centímetros de longitud, al que han puesto ojos… supongo que para que resulte más abrazable. ¿Bacterias de la peste sonrientes y con ojos, como pokémon venidos del infierno? ¿Por qué no, maldita sea?
 
Resulta que pueden ser utilizados en medicina, nos dicen. ¿Cómo? Lo único que se me ocurre es que sean usados para que un médico especialmente macabro se los muestre a su paciente poniendo voces, en plan: “Holita, soy el parásito que causa la gonorrea y estoy dentro de ti. Y si no me matas en seguida te molestaré mucho, mucho y mucho”. Algo como lo que pasaba en ese episodio de los Simpson con el señor Burns. En fin, lo cierto es que son jodidamente encantadores y uno se enamora enseguida de estos microbios de peluche de los huevos.
 
Hay un montón de microbios, de los que ofrecen una fotografía del mismo y de la asombrosa caja en forma de placa de Petri y añaden una especie de verso humorístico de rima consonante y gusto dudoso. Por ejemplo, en el caso del peluche de la gangrena nos dicen que aparece cuando menos te lo esperas y resulta ser una cosilla verde y con ojillos amarillentos bastante simpática. Si hasta parece uno de los diosecillos de El viaje de Chihiro:
 
 
El peluche de la sífilis es como una serpiente rosa enroscada que da bastante yuyu:
 
 
Por su parte, la amebacomecerebros es una especie de pequeño monstruo kaiju de alegres colores y con filamentos zombi que nos hace mirar con benevolencia un organismo que devora los tejidos cerebrales de la gente. Y eso es un mérito:
 
 
Uno de mis peluches preferidos, si no el que más, es el del ébola. Parece un mojón o un gusano gordo, pero lo mejor es su presentación: Desde su descubrimiento en 1976, el Ébola es la madre de todos los microbios; ¡aprende a quererlo! ¿Aprender a querer al virus que hace que te salga sangre por todos los agujeros del cuerpo y que es letal en la mayoría de los casos? ¿Nos hemos vuelto locos o qué?
 
 
Para terminar con los peluches de enfermedades más cool, vayamos al de uno de los bicharracos que causan la diarrea. Tenéis que leer el verso con que nos presentan este zurullo con dos extrañas puntas de hilo rojo en los extremos y por supuesto unos ojillos bastante locuelos en el medio: es para cagarse. Creo que éste sería un buen regalo que hacerle a vuestros parientes o amigos más queridos en uno de esos días que se van por la pata abajo. Seguro que os lo agradecen:
 
 
En fin, hay un buen puñado de peluches más, todos ellos maravillosamente cutres y siniestros a la vez. Os recomiendo que les echéis un buen vistazo y añadáis a los más monos al carrito. Y ya tenéis algo que regalar a mamá para el año que viene.


2 comentarios:

  1. Me cagüen la puta, Carlos, nunca dejarás de sorprenderme. Por cierto, también es curiosa la presentación de la peste negra: "¡descubre su oscuro pasado!".

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    1. Es asombroso. Internet: un regalo de los dioses. Internet: el lugar donde puedes comprar un kit de taxidermia o un facsímil del cipote que salía en "La naranja mecánica". Oh, Internet, qué hermoso eres.

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