viernes, 10 de mayo de 2013

NO TE CREAS TODO LO QUE VEAS

Internet es impresionante. Las redes sociales nos mantienen  en contacto unos con otros y nos permiten intercambiar graciosas fotos de gatitos, quejarnos amargamente de la situación económica y molestar con tuits faltones a Fernando Alonso. Los servicios de descarga gratuita y torrents hacen posible que podamos ver una película de estreno sin gastar un euro en el cine y escuchar música sin tener que dejarse los cuartos. Podemos estar al tanto de la actualidad con sólo pulsar una tecla de nuestro smartphone. Hay tanta información disponible para el profesional y el aficionado que es muy posible que acabe dando dolor de cabeza. Y qué decir de la enorme oferta de pornografía que el ciberespacio pone a nuestro alcance. Sí, es una maravilla, pero hemos de tener cuidado: internet también es el reino de la mentira y un medio ideal para los mentirosos . Por la red corren todo tipo de bulos, engaños, trapacerías y rumores sin fundamento. Y eso no tiene gracia.
 
Veamos un ejemplo entre otros muchos. Mirad esta fotografía:
 
John Kerry y Anton LaVey, amiguitos
Fuente: urbanlegends.com

 
La fotografía es de 2004 y muestra a John Kerry, actualmente el Secretario de Estado de Estados Unidos, muy amartelado con Anton LaVey (el calvito con barba de chivo), fundador y primer ministro de la Iglesia de Satán, rama de San Francisco. El sello que vemos tras los dos personajes representa a Baphomet o Bafomet o Bafumet y es una deidad diabólica presuntamente adorada por los caballeros templarios y que no puede ser más chunga, ya que se trata de una cabeza de cabra dentro de un pentáculo. Bien, cualquier usuario de internet ve esta imagen y de inmediato piensa: "Madre mía, un político americano y un satanista dándose la mano. Qué barbaridad. Ya lo decía yo que no era trigo limpio". Y si es un usuario adicto al pensamiento conspiranoico inmediatamente se dirá: "¡Ajá! Esto demuestra que los satanistas apoyan a los demócratas de Obama, dentro del plan illuminati del Nuevo Orden Mundial del que los medios oficiales no hablan porque también forman parte de la conspiración. Pero a mí no me la dan con queso". O es posible que piense que se trata de un bulo, pero me temo que no es lo habitual: cuando entramos en la red nuestro sentido crítico parece evaporarse como nieve al sol.
 
Pues bien, la fotografía es más falsa que un billete de treinta euros. La fuente original de la imagen es ésta:
 
Fuente: urbanlegends.com

 
Tal y como se demuestra en varios lugares, dicha foto es la mezcla entre una imagen de Kerry dando la mano a un payaso llamado Rami Salami y otra de LaVey durante su encuentro con el cantante Marilyn Manson. Por si quedaran dudas, la fecha que aparece en el periódico, domingo 17 de julio de 1982, es incorrecta, ya que ese día cayó en sábado. En otras palabras, toda la historia de la connivencia entre Kerry y el Gran Satán es, como dirían los anglosajones, un pedazo de fake. ¿Y cuál es el objetivo de todo esto? Eso es más difícil de responder, amigos.
 
Todo esto no sería grave si no fuera porque hay gente con un grado de autoridad nada despreciable que por lo visto pica como cualquiera y se encarga de propalar las mentiras, desde luego de manera inocente y sin ánimo de lucro. Todos sabemos quién es Santiago Camacho, y si no lo sabéis, es el catedrático en conspiraciones y asuntos turbios del equipo de Ikér Jiménez, el gran experto hispánico en otras realidades. En su libro La conspiración de los illuminati Camacho hace un repaso de todo lo que se sabe y todo lo que se supone de esta sociedad secreta, y en su sección de fotografías nos regala la primera imagen con el siguiente pie: "En vida, Anton LaVey, líder de la Iglesia de Satán, fue un importante personaje público: artistas y políticos no hacían ascos a la hora de retratarse junto a él. Aquí junto a John Kerry, candidato a la presidencia de los Estados Unidos en las elecciones de 2004, junto al sello de Bafomet. (Archivo del autor)". En el texto Camacho hace un rápido repaso de la trayectoria de LaVey y tras ello da algunas sabrosas pistas de la relación de los satanistas con la política y con la supuesta orden illuminati. Por lo que he podido entender, el autor no parece creer que dichas conexiones sean ciertas, y de hecho el libro entero es relativamente escéptico con las más osadas (o enajenadas) ramificaciones de la conspiranoia illuminati. Pero añade un elemento falso, cuando menos. Al hacer pasar el montaje LaVey/Kerry como un hecho real resta algo de credibilidad a su trabajo: si eso es falso, bien puede ser que otras cosas también lo sean.
 
Hay otras realidades: Santiago Camacho
Fuente: Revista FUSION
De modo que ya lo sabéis: que algo aparezca en internet no significa que sea cierto.


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